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La campaña electoral comienza oficialmente el 7 de julio, pero ya hace tiempo que ha empezado. Y cuanto más se asciende en el escalafón político, más se nota. Si en los ayuntamientos relevantes el PSOE no pierde ocasión de atacar al PP por el flanco ... de Vox -caso de Óscar Puente en Valladolid o Daniel de la Rosa en Burgos-, en las Cortes de Castilla y León cada pregunta y cada respuesta huelen a campaña. Luis Tudanca (PSOE) y Francisco Igea (Ciudadanos) cebaron sus intervenciones en el negacionismo de Vox respecto a la violencia machista, por ejemplo. Los procuradores del PSOE insistieron en el mensaje y trataron de evidenciar las políticas de la Junta más condicionadas por la presencia de Vox en el Ejecutivo, con Extremadura como referencia recurrente. Y las formaciones territoriales, Por Ávila, UPL y Soria ¡Ya! se lanzaron sobre los incumplimientos y los agravios para empezar a marcar sus ejes de campaña. Ángel Ceña, portavoz de Soria ¡Ya!, incluso anticipó que podía ser su última intervención en el Pleno, ya que es el número 1 de su partido al Congreso de los Diputados. En una circunscripción única en España: solo tiene dos escaños y tradicionalmente se los han repartido PSOE y PP. Esta vez, uno de los dos grandes corre el riesgo de quedarse fuera.
«Venía a felicitarle porque ha sido un explorador, cuando era el apestado del PP y ahora todos han seguido su camino. Venimos de una semana en la que han asumido los planteamientos de Vox. Ha puesto en los parlamentos a gente en contra del estado de las autonomías», comenzó el socialista Tudanca. Recordó que no se celebra, como debería en este periodo de sesiones, el debate sobre el estado de la comunidad. Se quejó de que no se ha permitido que Ana Sánchez, su mano derecha, preguntara a Suárez-Quiñones, por unos contratos adjudicados sin IVA. Puso en solfa al socio preferente de los populares: «Han dicho que vienen a cazar comunistas, que las mujeres se aprovechan de las leyes, que estamos llevando la salud pública al extremo, que hay que declarar BIC monumentos franquistas».
Todo el argumentario socialista de campaña condensado en apenas unos minutos de intervención.
Y la respuesta, claro, fue el argumentario popular. Que pasa, ineludiblemente, por la ley del solo sí es sí, que esgrimió Mañueco, pero también su consejera de Familia, Isabel Blanco. «Sánchez es quien más ha arrastrado el estado de derecho y sobre todo la dignidad de las mujeres con la ley del solo sí es sí. Hay mucho ruido, pero la realidad es la que es, y los castellanos y leoneses se han expresado con claridad. El 28M se ha dado un soberano batacazo electoral», contragolpeó el presidente de la Junta.
Los ataques al socio, a Vox, vinieron por el lado de la violencia de género, principalmente. Nuria Rubio (PSOE) se los lanzó a Isabel Blanco (PP). «Hay una violencia específica hacia nosotras, nos matan solo por el hecho de ser mujeres. No debería haber fisuras, pero las hay en todos los lugares donde gobiernan con la extrema derecha. ¿Qué opina de las declaraciones escupidas por el vicepresidente de que la ley contra la violencia de género es una anomalía, una excepción injusta? No puede callar, que es lo mismo que ser cómplice. Lo primero que han entregado son los avances en igualdad. Para una mujer que se rebela y pone pie en pared en Extremadura han tardado menos de una semana en meterla en el redil», disertó Rubio.
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Es el modo que el PSOE tiene de oponer al PP a las posibles contradicciones ideológicas a las que le enfrenta su socio. Pero ante eso el PP tiene el librillo bien aprendido. «Usted usa la violencia de género como confrontación. Lo decía Sánchez el otro día, 'tengo muchos amigos que se sienten ultrajados por la confrontación'. Ha sido el Gobierno de Sánchez el que ha rebajado la condena a agresores sexuales. Dos veces votaron ustedes que no en esta cámara a modificar la ley del solo sí es sí», recordó Isabel Blanco.
Por ahí, los dos grandes repiten continuamente un ejercicio de contrapesos. A la ley del solo sí es sí, el otro responde con la negación de su socio de la violencia de género y con esa frase de Feijóo sobre el «divorcio duro» de un maltratador, pero entonces el otro dice que su socio es Bildu, y este replica que quieren acabar con el diálogo social, y entonces tercia Mariano Veganzones (Vox), consejero de Industria, y dice que «la casta sindical utiliza tácticas de Bildu para vivir de las subvenciones». Y llega Francisco Igea, que es Ciudadanos pese a que Ciudadanos no quiere que lo sea, en ese trabalenguas interno y eterno que es esa formación que no se presenta a las elecciones, y le recuerda a García-Gallardo (Vox) la cantidad de candidatos y concejales de su partido condenados por diferentes cuestiones, bastantes de ellos por malos tratos y similares. Y Gallardo replica con el comodín de las leyes fallidas. «Pero las mujeres también se encuentran indefensas, por la ley del solo sí es sí que votó lo que todavía es su grupo parlamentario, la ley trans, que mete a señores en vestuarios de chicas, o una política migratoria que trae a personas que no respetan los derechos de las mujeres».
Es un carrusel repetido de argumentos y contraargumentos muy estudiados.
Es más complejo para el PP, y para el PSOE a nivel nacional, desmontar los agravios que exhiben los partidos territoriales. Soria ¡Ya!, UPL, Por Ávila o incluso Zamora Sí, que no tiene representación autonómica, quieren irrumpir a lo Teruel Existe en el Congreso. Y acuden con reivindicaciones históricas sin solución, con estadísticas demoledoras. «La población de Castilla y León, desde 1987, no ha dejado de bajar, 219.647 habitantes menos. Ese es el modelo de éxito de Castilla y León», golpea Ángel Ceña (Soria ¡Ya!). «No depende del nivel del hospital, Segovia tiene unidad de ictus, pero cuando un abulense sufre un ictus su diagnóstico y tratamiento depende de lo que tarden en llegar los servicios de emergencia», lanza Pedro Pascual (Por Ávila). Y UPL vuelve a hablar del olvido de su región, de todo lo perdido desde que es autonomía castellana y leonesa y no solo leonesa. Y ahí los argumentos del PP, que es quien gobierna, se ciñen a «cuidado con quién pactan ustedes» en León, a recordar lo que sí se ha hecho en la sanidad abulense, aunque eso no arregle lo de la unidad de ictus, y a que «la despoblación es un país que afecta a todos los países, a la UE, también en EEUU, donde la población se acumula en las dos costas y en el interior se pierde población», como le dijo Mañueco a Ceña. El PSOE, que no gobierna en Castilla y León desde hace tres décadas y media, tampoco lo tiene más fácil para sacar tajada a ese descontento, dado que ha habido tres presidentes del Gobierno socialistas en España. Solo tres de los presidentes o candidatos a presidente desde los años ochenta ha visitado Soria en campaña, recuerdan en Soria ¡Ya! Felipe González, Pablo Casado y Pedro Sánchez (en las de 2019).
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