Los primeros médicos graduados poscovid –las celebraciones se suspendieron los dos primeros años de pandemia– ya han llegado al MIR. Valladolid, junto a Salamanca y León en la comunidad y a 25 ciudades españolas más, ha acogido esta multitudinaria convocatoria que ha traído hasta Castilla ... y León a 1.514 aspirantes.
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Los necesarios médicos, en un país con graves problemas asistenciales por su carencia, se encuentran con una oferta excepcional. Compiten 12.629 médicos por una de las 8.550 plazas ofertadas en toda España. Son 362 vacantes más que en la anterior convocatoria para 430 aspirantes menos, lo que sitúa la ratio en niveles históricos. Algo que se traduce en 1,47 graduados en Medicina por cada una de las plazas ofertadas. La convocatoria MIR 2023 en la más asequible para los candidatos, que cuentan con muchas opciones de triunfar. Y eso se respiraba ayer en las sede de Económicas que acogía a los recién graduados y licenciados en Medicina y Cirugía. Nervios y templanza ha sido una combinación posible. Necesidad y esperanza lo que respiraban los aspirantes que ya arrastran seis años, como poco, de carrera, y uno o dos (muy habitualmente) de formación generalmente en academias especializadas. Un preparación que les cuesta unos 2.800 euros.
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Antonio Corbillón
Ahora es su momento, el mejor para conseguir la deseada plaza para especializarse. En la pasada convocatoria, el indicador se sitúo en 1,6 médicos por cada una de las vacantes ofertadas.
Un soleado día acompañó a los 635 aspirantes no solo médicos sino también enfermeros, biólogos, psicólogos, físicos y químicos a los dos grandes edificios de la Universidad de Valladolid, el de Económicas y el Aulario, donde se celebraron las pruebas. Sin masificación, un goteo continuo desde pasadas las dos de la tarde hasta el cierre de puertas un par de horas más tarde llenó las aulas de forma ordenada. Por primera vez, sin restricciones ni distancias ni tan siquiera mascarillas obligatorias. Solo en el caso de estar enfermo se pedía el uso del tapabocas que los responsables de las aulas también podían solicitar que se retiraran unos segundos para observar la cara si por algo lo estimaban necesario. Así que muy pocas mascarillas y ninguna distancia, el encuentro recordaba a los prepandémicos, mucha conversación, alguna risa nerviosa y ya a nadie se le ve repasar apuntes, no es ese tipo de oposición. Lo que no se domine, ya no tiene espacio.
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Paloma esclapés
Llegaban en bicicleta, pocos coches, algún patinete y sobre todo andando o trasladados por algún familiar o amigo. Sin retrasos y con ganas de enfrentarse a una prueba que les abrirá claros caminos profesionales, sobre todo a los médicos donde el trabajo sin una especialidad es muy limitado. Otra cuestión es lograr convertir en realidad la opción más deseada; aunque la mayoría coincidían en asegurar que no pensaban en qué elegir «para qué, si luego igual no puedes», destacaba Paloma Esclapés; aunque finalmente reconocía su interés por la muy demandada Dermatología. Esta vallisolena de 24 años se presenta a esta convocatoria por primera vez y con la preparación de haber acabado el pasado año la carerra. «Esperaba más nervios; pero estoy bastante bien, lo que quiero se quirtármelo del medio cuanto antes».
ramiro santos
Mientras que Ramiro Santos aspira a ser endocrino. Explica este ecuatoriano de 35 años y ya trabajando que su gran aspiración es esta especialidad y para acceder a ella ha venido hasta España para prepararse en una academia, sacar el MIR y especializarse. Las ideas muy claras. Al igual que se compañera de estudios y viaje que, más tímida, huye de fotos y de detalles.
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Habitualmente las primeras especialidades en acabar sus plazas en la asignación son Dermatología, Cirugía Plástica y Cardiología, aunque a veces se cuelan otras, sobre todo si son nuevas y con pocas plazas como ocurrió con Medicina Legal y Forense que debutó con solo ocho plazas. Entre las menos demandadas están Medicina del Trabajo, Preventiva y Salud Pública y Microbiología. Medicina de Familia es la rama que suele dejar más vacantes tras la asignación MIR. En cuanto a los destinos menos solicitados están Castilla y León y Cataluña, en la última convocatoria todas las plazas que se descartaron pertenecían a esta deficitaria especialidad.
«Estoy tranquilo aunque soy nervioso. Terminé en junio y, como no he tenido casi tiempo para prepararme, no siento que me lo juegue todo, voy un poco a ver qué pasa, a conocer cómo transcurre, las preguntas... son cuatro horas y media y son un entrenamiento», explica Eduardo Calvo. Y, añade «creo que hay posibilidades aún así porque hay muchas plazas, 8.550 y 12.629 aspirantes. La oferta es buena».
Este palentino de 34 años retomó los estudios a los 28 tras acceder a la universidad por la prueba de mayores de 25 años y ya está trabajando como médico pero quiere especializarse. Y ¿Qué elegirá? «Pues es la pregunta del millón –responde– pero solo tendré opciones para Medicina de Familia»; aunque reconoce que, aunque puntuara para más, es su especialidad preferida y lo que quiere ser.
Eso sí, «me gustaría ir a formarme al norte de España. Quiero cambiar, conocer otrascosas, otras ciudades». Y cuando acabe «pues nunca se sabe lo que traerá la vida, da muchas vueltas. No sé si volveré aquí o a dónde iré. Ha sido duro llegar hasta aquí».
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