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Alberto Núñez Feijóo, este mismo jueves, ha pedido a Pedro Sánchez «elecciones generales». Por varios motivos, pero esencialmente uno: «el espectáculo de no tener presupuestos ... generales» ni apoyo parlamentario para decisiones como el incremento del gasto en Defensa. En Castilla y León, el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, sin presupuestos y con una minoría parlamentaria que convierte en un suplicio hasta un relevo de trámite en una comisión, considera que no hay motivo para un adelanto electoral. Ni siquiera técnico. Le preguntaron si consideraría bueno para la comunidad un anticipo electoral en otoño si persiste el bloqueo, dado que esperar a 2026, cuando corresponde, podría provocar una nueva prórroga presupuestaria. «Comprendo lo que dice, pero no vamos a hacer lo que sea mejor para el PP sino para Castilla y León, y lo mejor es intentar agotar la legislatura y llegar al momento final de los cuatro años».
Carriedo reiteraba así el mensaje de Alfonso Fernández Mañueco, que fue explícito en su última comparecencia pública con preguntas de por medio, en una entrevista en 'La brújula' de Onda Cero. Mañueco aseguró entonces que agotará el mandato. «Ya saben cuál es la posición del presidente de la Junta, que sigue pensando lo mismo, eso es coherencia, no cambiamos de opinión en función de las situaciones políticas. Queda por delante un año muy importante, tenemos importantes retos y el debate del estado de la comunidad nos puede permitir abordar estos retos».
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El debate en cuestión se celebrará la semana próxima, los días 26 y 27. En él, el presidente de la Junta deberá marcar la agenda para su último año de mandato. Un año sin presupuestos, con Vox en posición de trinchera con 11 votos decisivos -más los 2 de los díscolos, ahora procuradores no adscritos- y un PSOE aún en proceso de reconstrucción. Precisamente ha sido el nuevo líder socialista, Carlos Martínez, el que ha pedido un adelanto electoral y que se permita gobernar a la lista más votada. «Ya gobierna la lista más votada», han replicado tanto la vicepresidenta, Isabel Blanco, como el portavoz, Carlos Fernández Carriedo. «Ese mensaje tiene mucho más que ver con el presidente del Gobierno que con Castilla y León», incidió Carriedo, por aquello de que Feijóo ganó las generales pero no gobernó. Aunque Martínez, obviamente, va por otro lado: por el triunfo de Luis Tudanca en 2019, cuando el pacto PP-Ciudadanos dejó al PSOE sin gobernar pese a tener 35 procuradores.
«Respetando los problemas internos de los partidos de la oposición y sus plazos», lanzó la pulla Carriedo, «este debate, que se plantea más desde fuera de la Junta que desde dentro, siempre ha tenido por nuestra parte una respuesta: el presidente quiere agotar la legislatura, ese es su deseo».
Para los populares, falta un año para colocar las urnas. De hecho, ya se ha notado en las últimas apariciones públicas del presidente Mañueco que el PP ha empezado a engrasar la maquinaria electoral. También los argumentarios. Y una de las ideas fuerza que quiere sembrar en el electorado de la derecha, el que abarcan tanto PP como Vox, es el de identificar la marca PP con estabilidad y buena gestión. A pesar de la paradoja de la minoría parlamentaria. «No es cuestión de tiempos, es cuestión de políticas. Que haya un gobierno que garantice estabilidad, diálogo, apoyo al crecimiento económico de las empresas, que cree impuestos bajos, que apueste por la internacionalización económica, exportaciones y creación de suelo industrial… Esa es la hoja de ruta. No hablamos de elecciones, hablamos de aprovechar este último año, nos jugamos mucho», defendió Carriedo.
Y respecto a las cuentas, el portavoz y consejero de Economía y Hacienda revertió el mensaje para golpear de nuevo al Gobierno central. Castilla y León no tiene cuentas, pero «haber trabajado en hacer un proyecto de presupuestos siempre es positivo porque ha permitido hablar con las consejerías y ver las necesidades». Y a partir de esa premisa sitúa el problema en la financiación que no llega del Gobierno central. «Cada mes que ha pasado en 2025 no nos ha pagado 110 millones de euros -a mayores- que anunció en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera del mes de julio, cuando comunicó las entregas a cuenta. 330 millones de euros menos de los que había anticipado entonces. Y esa es una dificultad que tenemos. Pero hemos hecho este esfuerzo por cuadrar las cuentas, tener una hoja de ruta y seguir adelante. El presidente podrá señalar la próxima semana cómo ve la comunidad, qué desafíos tenemos y qué políticas podemos desarrollar este año», zanjó.
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