La Junta criba las residencias con test para los no infectados en la primera ola

De las tres personas fallecidas en hospitales de Valladolid y Salamanca durante el fin de semana, una de ellas era un residente de un geriátrico de esa provincia. Con medio centenar de zonas básicas de salud en alto riesgo de contagio, especialmente en las provincias de Burgos, Valladolid y Salamanca, la Junta no quiere que las residencias vuelvan a convertirse en bombas de relojería, de forma que ha puesto en marcha ya el procedimiento para realizar un nuevo cribado de la infección por SARS-Cov-2 en estas instituciones, donde en la actualidad residen 41.903 personas mayores y discapacitados. Eran 50.000 al inicio del estado de alarma.

Si se restan los datos de contagios confirmados (7.117) y de los usuarios que han superado la enfermedad (7.096) del dato de población global, se calcula que unos 27.790 residentes se habrían salvado de la primera ola de la epidemia o son asintomáticos y serían susceptibles de someterse al nuevo cribado. Al menos, aquellos que residen en centros que han sido muy golpeados por la covid, como la Casa de la Beneficencia, en Valladolid, donde, según indicó su director, Nicolás Díez, «todo el mundo está asintomático desde últimos de abril y desde las últimas PCR de mediados de junio nadie ha dado positivo». Por precaución, se han suprimido las salidas de los residentes al exterior, pero no las visitas. También en la residencia de la Junta en Parquesol hay calma chicha en lo que se refiere a contagios, aunque desde la plantilla se reclama que se realicen PCR al nuevo personal que se contrata para cubrir vacaciones para que no «introduzca» el virus, al igual que a los que se reincorporen de refresco.

Es una reivindicación reiterada que se suma a la que CGT planteó ya en los grupos de desescalada y ha vuelto a insistir a la Junta, sin recibir respuesta todavía, para que a la treintena de trabajadores que tienen un contrato de un tercio de jornada en los 25 centros asistenciales y residencias propias de la Administración autonómica, se les amplíe a jornada completa o media «para reforzar las plantillas con personal formado y con experiencia mientras dure la pandemia» y de cara a los posibles rebrotes, señaló Luis Salamanqués.

Serán los servicios territoriales de Servicios Sociales en cada provincia, de acuerdo con la Consejería de Sanidad, los que valoren en qué geriátricos se realizarán las pruebas, programadas, en principio, solo para el mes de agosto, tanto en residencias públicas como privadas. En algunos de estos centros ya han comenzado a realizar los test que, según reza el procedimiento remitido por la Consejería de Sanidad a los centros, se justifica en «la situación de vulnerabilidad» de estos centros y «la aparición de brotes de infección en diversos puntos de la comunidad». El cribado para conocer la situación serológica del mapa residencial de Castilla y León se extenderá también a los trabajadores de estas instituciones y se complementará «con otras medidas diagnósticas que contribuyan a la detección precoz de casos en personas asintomáticas».

Cuando el resultado del cribado a residentes y trabajadores asintomáticos en contacto con ellos sea IgM positiva o IgG negativa, se realizarán PCR, así como en los casos sospechosos que se detecten, en el personal de nueva incorporación y en trabajadores y residentes que hayan estado ausentes durante al menos 15 días por salidas con familiares o vacaciones.

Los test serológicos de diagnóstico rápido que diferencian anticuerpos IgG e IgM o de anticuerpos disgregados serán realizados por profesionales de enfermería de los equipos de atención primaria y se los proporcionarán las gerencias. A las residencias que disponen de personal sanitario, serán ellos los que los realicen. Como en los centros asistenciales de la Diputación de Valladolid, que se cuentan entre los primeros en los que se están realizando estas pruebas. Ya la semana pasada se remitieron test serológicos a la residencia de Doctor Villacián, donde 71 personas se sometieron al nuevo cribado. Todas ellas dieron negativo en la prueba, según informaron fuentes de la institución provincial.

Las pruebas (que también se harán a 300 trabajadores) continuarán hoy y en días sucesivos comenzarán en Cardenal Marcelo, donde se detectaba un positivo el domingo. Ello llevó a la Diputación a cerrar de nuevo el centro a las visitas. Una empleada de la empresa de limpiezas sintió dolor de garganta el pasado miércoles y desde entonces se encuentra en aislamiento domiciliario, al confirmarse que había dado positivo en coronavirus. Está en cuarentena también una compañera con la que mantenía un contacto más estrecho.