Así se imagina la inteligencia artificial a los hombres de Castilla y León

Lo primero que llama la atención es la edad media de cada uno de los hombres que dibuja la inteligencia artificial. Sin el dato sobre la mesa, parece que la población envejecida ya no es un problema en esta España artificial. Pero vamos a hablar de cada caso en particular. El primero que llama la atención es el de Andalucía, representado como en la época del Al-Álandalus, o eso nos dan a entender. Con turbante, ojos marrones y pelo oscuro.

Destaca también el hombre de Cataluña, que, como se podría pensar, también lleva una prenda típica de su comunidad. La camiseta del Fútbol Club Barcelona. En este caso la inteligencia artificial ha recreado lo que podría ser un jugador de la Masia, seguro que se entendería bien en el campo con Pedri y Gavi.

La inteligencia artificial también se atreve con Murcia, a quien representa con un tupé imposible, facciones marcadas y ojos verdes. El más moderno de todos, con el permiso del madrileño. El pelo es el mismo, aunque el flequillo va en dirección opuesta, el madrileño se representa con un outfit de nueva temporada.

También podrían ser familia los hombres de los archipiélagos. El balear destaca por sus pecas, ojos azules y pelo negro rizado. Muy parecido al canario, pecoso, ojos claros y mismo peinado. La única diferencia, que este último aparece sin camiseta. También es verdad que está en la playa, lo que aporta cierta justificación. En general, la inteligencia artificial da pocas pistas del paradero de cada uno de sus hombres. Una de las pocas excepciones es el riojano, que parece sacado de un bodeón de Velázquez. Las pistas son las botellas de vino que se intuyen detrás.

La IA muestra también al hombre castellano y leonés. A diferencia de la mujer, que aparecía ataviada con una armadura y con un castillo en el fondo, esta vez lo único descatable es que aparece representado apoyado en una columna de lo que parece el patio interior de algún edificio. Podría ser el colegio de San Gregorio, por qué no.