El exvicepresidente Santiago-Juárez alerta sobre «chantaje emocional» de las medidas antiabortistas de la Junta

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El vicepresidente García-Gallardo expuso el jueves una actualización de protocolo que se aplica en Castilla y León ante una solicitud de interrupción de embarazo para que los sanitarios ofrezcan a la mujer escuchar el latido fetal y cardiaco y realizar una ecografía 4D, técnica sobre cuyos posibles efectos secundarios alertan los profesionales. De Santiago-Juárez, actualmente concejal en la oposición en el Ayuntamiento de Valladolid, apunta a que son cambios que entran en el terreno de condicional emocionamente a la mujer con prácticas que pueden considerarse coactivas.

Es la segunda vez que el dirigente del PP se posiciona ante el paso dado por la Junta. Ya lo hizo el sábado, a primera hora de la mañana. «Mejorar la atención sanitaria a las embarazadas SI. Medidas antiabortistas NO», escribió, mayúsculas incluidas, en un mensaje que publicó a través de redes sociales.

José Antonio de Santiago-Juárez, médico jubilado con especialidad en Psiquiatría, ha dado su opinión en otras ocasiones sobre la regulación del aborto. Lo hizo cuando el Gobierno de Mariano Rajoy, con Alberto Ruiz Gallardón como ministro de Justicia, impulsó en 2013 una reforma de la ley estatal que planteaba poner fin a la ley de plazos y volver a los supuestos para interrumpir de forma voluntaria un embarazo, con cambios y requisitos extra para los casos de violación y de riesgo para la salud de la madre o graves malformaciones del feto. Como portavoz de la Junta fijó la posición oficial del Gobierno de Juan Vicente Herrera confiando en que diputados y senadores pudieran introducir mejoras en el texto en el trámite parlamentario para «matizar» la reforma que promovía Gallardón.

El entonces vicepresidente y portavoz de la Junta terciaba en un debate que abrió Rosa Valdeón, que era en aquel momento alcaldesa de Zamora. La exconsejera de Familia e Igualdad alzó la voz frente a cambios que el Gobierno de su partido introducía en la regulación del aborto al entender que desprotegía a las mujers ante situaciones especialmente sensibles como eran las anomalías graves del feto. «A nadie se le obliga a abortar, pero la ley debe favorecer a quienes, por los motivos de grave malformación o riesgo para la salud de la madre, se vean en la obligación de tomar esa difícil decisión», remarcó Valdeón, que sería luego vicepresidenta de la Junta y portavoz en el último gobierno de Herrera, entre junio de 2015 y septiembre de 2016.

Rosa Valdeón, médico de profesión, también ha expresado críticas contundentes ante ese nuevo protocolo antiabortista impulsado por el Gobierno de coalición de PP y Vox que preside Alfonso Fernández Mañueco y que anunció oficialmente el vicepresidente Juan García-Gallardo el jueves.