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Es una vieja reivindicación que ahora parece ver luz al final del túnel. La necesidad de enfermeras escolares para atender todas las incidencias de salud ... y apoyos a patologías crónicas como la diabetes, asma y otras que los niños, especialmente los más pequeños, tienen en edad escolar. Ahora, el Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León espera que la Consejería de Sanidad «asuma en los grupos de trabajo creados para analizar la modernización del sistema asistencial sanitario de la comunidad la creación de la figura de la enfermera escolar». Indica que aunque en un primer momento «se lleve a cabo, tal como propone la Junta, dentro del área de Asistencia Primaria, es decir, dependiente de los centros de salud». Castilla y León, «con tan solo 24 enfermeras escolares, es una de las comunidades donde menor ratio de estas profesionales se registra por alumno», ya que son más de 1.045 los centros educativos públicos existentes. «Tras la reunión que mantuvimos con la directora general de Asistencia Sanitaria y Humanización, Silvia Fernández, «se acordó la apertura de unos grupos de trabajo para abordar los temas que necesitan una intervención prioritaria», explica el presidente del Consejo Regional de Enfermería, Enrique Ruiz Forner.
La pretensión del Consejo es lograr en el futuro un despliegue que sitúe a las enfermeras escolares en la mayor parte de los centros educativos, pero «asume este primer inicio, si bien entiende que la decisión carga aún más de tareas la ya de por sí ocupada cartera de servicios de los profesionales en los centros de salud. Y esta decisión debería tomarse ahora, en estos días previos al inicio del nuevo curso escolar», agrega Ruiz Forner.
Enrique Ruiz precisa que el número actual de enfermeras escolares es claramente insuficiente para proporcionar una atención sanitaria adecuada y oportuna a los estudiantes. «El modelo de basar todo en la Atención Primaria sirve, quizá, para la atención de casos de enfermedades crónicas, o determinados casos concretos, pero resulta insuficiente para proporcionar una atención sanitaria adecuada y oportuna a todos los alumnos y estudiantes. La falta de personal especializado en los centros educativos pone en riesgo la salud del alumnado y la reciente pandemia del covid es un ejemplo de cómo la presencia de un profesional sanitario en los colegios hubiera servido de ayuda para el control de la trasmisión de la enfermedad», argumenta el presidente de los colegios de Enfermería de Castilla y León.
Ruiz Forner recuerda, en este sentido, que «las enfermeras escolares se encuentran capacitadas para brindar una atención sanitaria inmediata, para gestionar emergencias y para proporcionar primeros auxilios, y son unas profesionales esenciales para el seguimiento y gestión de las condiciones crónicas de determinados estudiantes, como pueda ser aquellos que padezcan diabetes, asma o alergias severas, entre otras, «asegurando que los afectados reciban el cuidado necesario para mantenerse saludables y, lo que es más importante aún, enfocados en sus estudios y en su futuro», precisa.
El Consejo de Colegios de Enfermería, «que acepta que sea el actual modelo de Asistencia Primaria el que se ocupe de la enfermería escolar, recuerda que la presencia estos profesionales en los centros educativos reduce el número de ausencias por problemas de salud, ya que permite a los estudiantes que asistan con regularidad a sus clases y mantengan un rendimiento académico constante. Al gestionar brotes de enfermedades y promover prácticas de higiene, contribuyen a un ambiente más saludable y seguro para todos», añade Enrique Ruiz Forner.
La enfermera escolar aporta además «apoyo emocional y ayuda a que los estudiantes afronten situaciones de estrés, ansiedad y otros problemas de salud mental». Además, a través de la educación en salud, promueven hábitos de vida saludables y previenen comportamientos de riesgo, como el tabaquismo o la drogadicción. «Creemos que derivar al servicio de Atención Primaria aumentará la carga de trabajo para estos profesionales, que ya están bajo presión y puede conllevar tiempos de espera más largos y una atención menos eficiente, tanto para los alumnos y estudiantes como para la población en general», dice el presidente del Consejo de Enfermería. «Por eso, si bien aceptamos que ahora se aplique este modelo, entendemos que la Atención Primaria no está diseñada para manejar la inmediatez y la frecuencia de las necesidades sanitarias escolares, lo que podría resultar en una gestión menos efectiva. Además, sin enfermeras escolares se pierde una fuente vital para la educación para la salud en las aulas, porque estas profesionales imparten también conocimientos sobre higiene, nutrición, prevención de enfermedades y estilos de vida saludables, lo que resulta esencial para el desarrollo integral de los estudiantes», advierte.
El Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León considera que la falta de enfermeras escolares incrementa los riesgos para la salud de los estudiantes, especialmente aquellos con necesidades médicas especiales. La salud y el bienestar de los estudiantes están directamente relacionados con su capacidad de aprender y desarrollarse académicamente. Problemas de salud no atendidos pueden llevar a interrupciones en el aprendizaje y afectar negativamente el rendimiento académico. «Aumentar la presencia de enfermeras escolares no solo beneficia a los estudiantes, sino que también crea un entorno educativo más seguro y propicio para el aprendizaje. Beneficia a toda la comunidad educativa» argumenta Enrique Ruiz Forner.
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