![La paperas, unas viejas conocidas que no se han ido del todo](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/201905/08/media/cortadas/GF2D6AR1-kseE-U80134337125fBI-624x385@El%20Norte.jpg)
![La paperas, unas viejas conocidas que no se han ido del todo](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/201905/08/media/cortadas/GF2D6AR1-kseE-U80134337125fBI-624x385@El%20Norte.jpg)
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La parotiditis, más conocida como paperas es una enfermedad infecciosa y transmisible producida por un virus. Se contagia generalmente por vía respiratoria. Clínicamente se suele manifestar por inflamación de la parte baja de la cara, debida a la afectación que se produce en una o más glándulas salivares, sobre todo la parótida. A veces unos días antes hay síntomas poco específicos como malestar general, fiebre o febrícula y pérdida de apetito. Pueden producirse complicaciones como orquitis (inflamación del testículo), inflamación de otras glándulas o incluso meningitis, aunque son muy poco frecuentes sobre todo en vacunados.
La medida más eficaz para prevenir esta enfermedad es la vacunación. En Castilla y León, el Calendario de Vacunaciones incluye dos dosis de vacuna frente a la parotiditis, a los 12 meses y a los 3 años, como parte de la vacuna triple vírica o tetravírica.
Ya hace más de 35 años que se comenzó a vacunar en toda España frente a esta enfermedad, inicialmente con una sola dosis y años después con dos dosis. Antes de que se introdujera la vacuna, la parotiditis se consideraba una de las 'enfermedades propias de la infancia' con una prevalencia elevada (importante número de casos) de manera continuada y con ciclos de mayor incidencia cada 3-7 años.
En la actualidad y gracias a las elevadas coberturas de vacunación, la incidencia es muy baja. Sin embargo, de manera periódica se producen brotes epidémicos debidos al cúmulo de personas susceptibles que se van acumulando entre la población por diversos motivos. Estos brotes aparecen de manera similar en nuestra comunidad, en el resto de España y en el resto de países del entorno europeo.
No por ello debemos poner en duda la conveniencia de estar correctamente vacunados ya que, como he señalado anteriormente, la vacunación es la mejor medida preventiva frente a esta enfermedad, habiendo conseguido reducir de forma muy importante tanto el número de casos como las complicaciones asociadas a la parotiditis.
Esta enfermedad está sometida a vigilancia, siendo obligatorio que los profesionales sanitarios que sospechen algún caso, lo declaren a la Red de Vigilancia Epidemiológica. De este modo, además de conocer la frecuencia y distribución de la parotiditis pueden establecerse las medidas de control adecuadas en cada caso. Existe información actualizada tanto para profesionales sanitarios como para cualquier otra persona interesada en el Portal de Salud de la Junta de Castilla y León.
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