Castilla y León

Mañueco resuelve exultante la crisis del Gobierno provocada por Vox

En esta política del vértigo, rebobinar viene bien para establecer el contexto con precisión. El 21 de diciembre de 2021, Alfonso Fernández Mañueco destituyó a sus consejeros de Ciudadanos vía Boletín Oficial de Castilla y León, convocó elecciones anticipadas y lo comunicó por Twitter. Su vicepresidente, Francisco Igea, tuvo que ofrecer su rueda de prensa en la sala multiusos de las Cortes de Castilla y León, porque ya no era miembro del Ejecutivo. A media tarde ya había recogido su despacho en la sede de la Junta. ««La única conversación ha sido en una llamada 'que sepas que estás cesado y voy a convocar elecciones, me habría gustado que fuera de otra manera'», contó Igea.

Mañueco cargó contra su ex socio y su partido porque entendía que se barruntaba una nueva moción de censura con el PSOE para desbancarle de la Presidencia. Este viernes, sin embargo, el presidente del PP en Castilla y León tiró por elevación, salvando a García-Gallardo. Sus invectivas fueron contra la dirección nacional de Vox. Y su ex vicepresidente, después de entregarle la carta en mano en una despedida cordial, pudo decir adiós en las instalaciones del Gobierno.

Ni siquiera en esa carta se perdía la cordialidad. Juan García-Gallardo le deseaba «con sinceridad» a Mañueco «los mayores éxitos políticos». Y solo incorporaba un reproche cuando le emplazaba a «tomar conciencia pronto» de que «uno de los principales retos que enfrenta España es el de la inmigración ilegal». Añadía: «Rectificar es de sabios». Aunque incluso en ese momento optaba por lanzar las responsabilidades más arriba, a la cabeza de Génova. «Siento profundamente que el presidente de tu partido nos haya forzado a poner fin a esta cooperación política».

A Juan García-Gallardo le acompañaron los miembros de su equipo, situados al fondo de la sala de prensa con cara de circunstancias. En otra esquina de la habitación se ubicaba su director de gabinete, José María Barrio Gil-Fournier. Contrariamente a lo que ocurrió con Mañueco, a su lado no estuvieron sus consejeros. Gallardo ha comparecido tranquilo y ha contestado a todas las preguntas, incluso después de que se hubiera anunciado «la última cuestión» y de que varios periodistas se pisaran la palabra para intentar hacer su pregunta. Vista la situación, ha permitido que continuara la ronda hasta que no han quedado más interrogantes pendientes.

Mañueco había dejado margen para ese adiós. En la sala de Mapas, donde ambos presentaron el presupuesto de la comunidad autónoma para 2024 hace apenas cuatro meses y medio, se reservaron las primeras filas de butacas para los consejeros del PP. En los momentos claves del presidente de la Junta en estos cinco años siempre se ha hecho rodear por los miembros de su equipo de Gobierno. Esta vez también. No se daban pistas de la reorganización del Gobierno: todos mantenían la denominación vigente en ese momento y su titular, incluida María González Corral, de Movilidad y Transformación Digital.

Hubo una diferencia significativa entre el momento en que entraron los consejeros, todos juntos y antes de que lo hiciera Mañueco, que accedió en solitario, y el momento en que salieron. Mañueco invitó con la mano a Isabel Blanco a salir junto a él. Era su nueva vicepresidenta. Tras ellos, el resto de los consejeros.

Mañueco estructuró un discurso repleto de claves y matices. Abordó rápidamente la nueva configuración del Gobierno para dar una sensación de estabilidad. Y fruto de esa intención dejó al margen de cambios las tres grandes patas de la gestión autonómica: Sanidad, Educación y Familia se mantienen tal cual. Atacó a Abascal, pero no a Gallardo. Se quedó con Gonzalo Santonja porque tiene su confianza, dijo. Cesó a los otros dos consejeros de Vox. E insistió en defender la postura del PP en cuanto a los menores no acompañados y la solidaridad entre territorios. Mantuvo un tono serio y «presidencial» en su primera comparecencia como presidente sin socio -más allá del breve lapso de interinidad entre la convocatoria anticipada del 21 de diciembre de 2021 y las elecciones del 13F de 2022-.

Acabado el acto de Gobierno, llegó el turno del acto de partido. Alfonso Fernández Mañueco, Isabel Blanco, Francisco Vázquez y Alicia García presidieron el comité ejecutivo autonómico del PP en la sede regional de la formación, en Valladolid. Una reunión para marcar las primeras directrices tras el cambio de Gobierno, que pasa a ser monocolor y en minoría. Circunstancia que, con los presupuestos aprobados, se notará menos en la gestión que en las Cortes. «Después de la ruptura del pacto de gobierno por parte de Vox, Alfonso Fernández Mañueco ha reunido al comité ejecutivo autonómico del PP, donde ha informado de los cambios en el Gobierno de la Junta. Un gobierno que dará estabilidad y seguridad a las personas de Castilla y León», han contado en Twitter.

Lo que no cuentan, pero sí fuentes conocedoras de la reunión, es que Mañueco estaba exultante, así como su nueva vicepresidenta, Isabel Blanco. Porque ahora por fin tiene un Gobierno en solitario, aunque sea en minoría. Con un año y medio por delante para consolidar su ventaja a costa de su ex socio, como ya hizo con Ciudadanos, y alcanzar su siguiente reto: una mayoría absoluta.