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No son los castellanos y leoneses los más satisfechos con su apariencia pero se sitúan en un modesto término medio a distancia de los riojanos, los castellano-manchegos y los asturianos que son los más felices con su aspecto físico. Pero, no obstante, la población de la comunidad ha evolucionado en positivo y parece cuidarse más y alimentarse algo mejor. ... Así al menos lo revela el VI Estudio de Salud y estilo de Vida de Aegon. Un 76,4% se sienten bien con su apariencia física y, en el último año, ha subido cuatro puntos, hasta el 64,4%, los que creen seguir una alimentación saludable en la región; incluso un 28,5% cree hacerlo hacerlo ahora mejor.
Aún así, como en todo el país, hay muchas personas con sobrepeso; pero, en 2023, ha aumentado significativamente el número de las que consideran estar en su peso ideal o ligeramente o muy por debajo de este (50,7%, 13,1 puntos porcentuales más que en 2022). Y tal percepción sobre el peso determina la satisfacción con el aspecto físico, ya que los encuestados que creen estar por encima de su peso ideal son quienes se muestran menos satisfechos con su aspecto. Aún así, un 28,6% de los castellanos y leoneses realiza dieta de adelgazamiento y aunque suele aunar varias causas, el ponerse a régimen por estética figura con mayor importancia que hacerlo por salud y ambas con más que las indicaciones y opiniones de terceros. La mayoría de los españoles cree que el aspecto físico influye en el estado emocional. Esta opinión continúa su tendencia ascendente de los últimos años y sube ligeramente con respecto a la última medición (58,4% frente al 57,2%, en 2022). La percepción de que la imagen influye en el nivel de ejercicio físico, la alimentación, la vestimenta, las relaciones sociales o la vida laboral no llega al 40%.
Después de dos años en los que se había registrado una bajada del consumo de alimentación saludable en todo el país, este indicador se recupera y crece en 2023 ostensiblemente y dos de cada tres encuestados consideran que cumplen con una dieta sana en buena medida. Disminuye también hasta el 6% (9,7% en 2022) quienes afirman llevar a su mesa menús poco o nada adecuados. Aún así, los jóvenes entre 18 y 25 años y las personas que no tienen hijos son los perfiles que más comida basura consumen. El 64,4% de los castellanos y leoneses cuida su alimentación, es más o menos la media nacional, y solo un 5,2% de ellos piensa que ha empeoraddo mientras la mayoría estima que se mantiene igual; incluso un 28,5% piensa que ha mejorado.
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En cuanto a la frecuencia en el consumo de los alimentos más recomendables, las autonomías coinciden en términos generales y los datos del estudio son nacionales. Frutas y verduras son los alimentos que los españoles comen casi todos los días. Así, en cuanto a las primeras, el 55,2% las tomas a diario y la verdura llega a la dieta habitualmente del 34,1%. Llama la atención, no obstante, que el 15% de los jóvenes entre 18 y 25 años come fruta una o menos de una vez al mes. Al mismo tiempo, se da una relación directa entre la frecuencia de comer fruta y la percepción de un estado de salud bueno: (el 57,6% de los que se consideran personas sanas, toman diariamente este alimento.
«Llevar una alimentación saludable consiste en consumir productos que contengan los nutrientes necesarios para mantenernos sanos y sentirnos bien», recoge el informe. En cuanto a los productos de origen animal, el consumo diario de carne (9,2%) es superior al de pescado (2,3%) y además se come varias veces a la semana en un 52,1% de casos y el pescado en solo un 37,1%.
Respecto al consumo de verdura, se repite el patrón. Entre las mujeres (41,4%), los mayores de 65 años (42,4%) y las personas con hijos (36,1%) se encuentran grupos poblacionales que toman este alimento casi a diario. En el otro extremo se sitúan de nuevo los menores de 25. Solo uno de cada cinco come verdura solamente una vez al mes o, incluso, menos. También hay una relación directa entre el consumo de verdura y la autopercepción de un buen estado de salud.
El consumo de productos animales está muy por debajo de los de origen vegetal. La carne llena los platos preferidos de los hombres, las personas más jóvenes y las que no tienen hijos; aunque la frecuencia no es tanto diaria como ocurría con los productos vegetales ya que en este caso su consumo se da varias veces a la semana. Destaca el grupo de personas de entre 18 a 25 años que consume carne a diario en un 23,7% y los que tienen tal costumbre diaria y creen no llevar una dieta equilibrada (18,1%).
Atendiendo al consumo de pescado, resalta que el mismo crece a medida que se envejece: el 87% de las personas de más de 65 años toman pescado como mínimo una vez a la semana y entre los 18 a 25 años, este porcentaje desciende hasta el 72,9%. Este último grupo confirma consumir este alimento a diario (5,3%) mientras los otros grupos etarios se sitúan todos por debajo del 3%. El pescado está relacionado con llevar una dieta sana y entre las personas que creen que se alimentan bien es donde se encuentra el mayor porcentaje (87%) que toma productos del mar una vez o más a la semana.
Y en cuanto a la comida llamada basura, a mayor edad, menor abuso. Un 21% de los mayores de 65 años no consumen este tipo de alimentos jamás y de forma muy puntual un 44,3%. Entre los 56 y 65 años asciende hasta un 10,8% los que no la prueban y, en ocasiones muy puntuales, a un 34,8%. Por otro lado, la gente con hijos tiene una asiduidad menor a este tipo de alimentación comparado con los que no los tienen. Las familias confirman no recurrir a estos pedidos nunca en un 9,5% y sólo de forma puntual en un 30,9 mientras que cuando no hay pequeños en casa un 7,1% declara que nunca y puntualmente lo toman un 23,1%. Y es este un factor determinante a la hora de autoevaluarse en negativo en cuanto a respetar una alimentación sana.
Por comunidades, las regiones con más ciudadanos que tienen algún tipo de limitación en su dieta son Canarias (un 61,5%no come de todo, de los cuales un 47,7% es por elección propia) y Baleares (un 56,8% tienen restricciones). Esta última es, a su vez, el lugar en el que hay más intolerancias y alergias, con un 19,5% de los encuestados. Aragón (71,2%), Murcia (67,7%) y Cantabria (64,6%) acumulan los mayores porcentajes de ciudadanos que comen de todo. En Castilla y León, el 59% no sufre intolerancias ni alergias ni tampoco evita alimentos mientras que hay un 33,3% que, sin padecer problemas que lo justifiquen, opta por las restricciones y hay un 11,7% tiene trastornos que les impiden comer de todo.
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