Ana Velasco, dietista, nutricionista e investigadora

Valladolid

«Debemos cenar dos o tres horas antes de ir a dormir»

«No hay una evidencia científica que apoye un determinado horario para promover una pérdida de peso, pero sí sabemos que en España lo hacemos fatal», explica la investigadora cuándo se le pregunta sobre qué debemos hacer para mejorar nuesta alimentación.

El tiempo comprendido entre el momento del día que empezamos a comer y el momento en el que terminamos se denomina ventana de alimentación. «Más o menos se estima que de media nuestra ventana de alimentación son unas 15 horas diarias, es decir, a lo largo del día pasamos más tiempo comiendo que sin comer. Al menos deberíamos intentar limitarlo a 12 horas diarias».

Tender a comer más en las últimas horas del día y comer mucho cuándo cenamos, está asociado directamente a un mayor riesgo de obesidad y también a un mayor riesgo de enfermedades que son muy prevalentes hoy en día como la diabetes tipo 2 u otro tipo de enfermedades cardiovasculares.

La nutricionista explica que con el desayuno sucede lo mismo. «Primero tenemos que hacer un desayuno adecuado a nivel nutricional, no tomarse una galleta, un café e irse corriendo, se trata de un desayuno contundente, que hace que también tengamos menos hambre durante el resto del día».

«Dos consejos que recomiendo a todo el mundo: primero, hacer un desayuno adecuado a nivel nutricional también favorece que tengamos menos hambre durante el resto del día. El segundo, a la hora de la cena. Yo intentaría promover cenar dos o tres horas antes de ir a dormir».

El ayuno intermitente consiste en alternar periodos de ayuno con periodos de alimentación. Ana Velasco reconoce que hay muchos tipos y el más conocido es el 16-8, que consiste en 8 horas de alimentación y 16 horas de ayuno. En cambio, reconoce que «quizás no necesitamos ir tan allá, porque para mucha gente no les causa la suficiente atenencia, e incluso sí sean capaces de adaptar ese tipo de alimentación, pero no durante mucho tiempo».

Mucha gente adopta el ayuno intermitente para la pérdida de peso, pero la realidad es que lo difícil no es perder peso, lo difícil es mantener el peso perdido. «Teniendo en cuenta nuestros horarios de alimentación y nuestra forma de vida yo estoy de acuerdo en reducir nuestra ventana de alimentación a 10 horas al día, que al final, no deja de ser un tipo de ayuno intermitente. Creo que sería interesante promover esa reducción», afirma de manera clara.

Con el objetivo de tratar otras áreas de la nutrición y su influencia en diversos ámbitos, diferentes expertos participan en los Cursos de Verano de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) de Valladolid. Además, se realizarán talleres prácticos para aprender a identificar el hambre emocional y relacionarnos de manera saludable con la alimentación.