El refranero lo tenía claro. Agua pasada no mueve molino. Y hay otro dicho que dice que la justicia tardía no es justicia, que se atribuye a Séneca, de los años que hace que se tiene por cierta. Y algo así ocurre con la sentencia que anula el calendario laboral de 2023 ... cuando quedan dos semanas y poco para termine este año. No tendrá efecto alguno, más allá del palo para el consejero que lo propuso, Mariano Veganzones (Vox), que sale mal parado en el texto jurídico.
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La festividad de Villalar, fijada por ley en Castilla y León, se podía trasladar al lunes, porque así lo determina la norma nacional desde hace casi cuarenta años cuando los festivos 'caen' en domingo. Pero la Junta eligió el 25 de julio. Según el Tribunal Superior de Justicia, lo hizo sin consultar con los agentes sociales del modo adecuado y citándoles con la necesaria antelación, por lo que incurrió en un error de procedimiento. Y por si fuera poco sentencia que el Ejecutivo ni siquiera se tomó la molestia de argumentar su decisión. «En la Memoria no se exponen las razones que jstifican la opción de calendario laboral que se aprueba y por qué no se acepta la opción unánimemente aprobada», dice la sentencia.
Explica el TSJ: «La fijación de las fiestas laborales tiene una doble función: por un lado, resaltar hechos de especial trascendencia o relevancia en el orden cívico y religioso, que se concretan para las Comunidades Autónomas en los que dan lugar a las fiestas que por tradición le son propias y, por otro, concretar el derecho al descanso de los trabajadores». Y considera que no ha habido una consulta «efectiva» porque, tras dos reuniones en las que se realizaron diferentes propuestas de calendario, se optó por escoger, con tramitación urgente, la que se presentó en una tercera reunión, a pesar de que esa no contaba con el beneplácito de los agentes sociales.
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Antonio G. Encinas
Antonio G. Encinas
«Resulta evidente que la Administración demandada no ha consultado efectivamente al Consejo Regional de Trabajo de Castilla y León la propuesta de calendario laboral de 2023 que definitivamente ha aprobado y ha ignorado el diálogo social y la participación de los ciudadanos a través de las organizaciones sindicales y empresariales», concluye el Tribunal Superior de Justicia, que por si fuera poco tampoco considera adecuada la tramitación por vía de urgencia. Habla incluso de la «creación artificiosa» de la necesidad de recurrir al procedimiento urgente «mediante sucesivas convocatorias que no buscaban el mayor consenso, sino la imposición de una opción que no gustaba a nadie».
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La decisión del TSJ no tiene efectos retroactivos. El 24 de abril se trabajó y el 25 de julio se descansó. Uno podía constituir un puente festivo muy goloso en Castilla y León para los trabajadores y el otro, martes, caía en fechas estivales, con parte de los trabajadores ya de vacaciones. Eso no tiene vuelta atrás.
¿Y a futuro? Pues tampoco. Según fuentes de la Junta, supone una advertencia respecto a los métodos empleados para decidir el calendario, pero no quiere decir que en otra ocasión no vuelva a anteponerse el 25 de julio a un 23 de abril que caiga en domingo. Algo que sucederá en 2028, más allá de las siguientes elecciones autonómicas seguro, ya que se deberían celebrar en 2026.
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«Es una sanción por el procedimiento», insisten. Aunque en este caso el consejero de Industria y Empleo, Mariano Veganzones, se salió con la suya, que era la de proponer el 25 de julio, Santiago Apóstol, fecha que la ley permite a las comunidades cambiar por alguna de significado relevante para el territorio. Villalar es festivo oficialmente desde el año 1986 en Castilla y León. Desde entonces, en seis ocasiones cayó en domingo. En 1989 se dejó en domingo y se celebró Santiago Apóstol, aunque hubo debate al respecto. En 1995 también se mantuvo en domingo. Y en 2000, porque el 20 y 21 fueron Jueves Santo y Viernes Santo. En 2006 y 2017 se trasladó el festivo al lunes.
Según fuentes de la Junta, la propuesta del consejero de Industria de apostar sí o sí por el 25 de julio dejaba solo dos opciones, la del 2 de enero (el 1, Año Nuevo, también era domingo) o el 24 de abril. Se pensó que lo menos perjudicial era no hacer regresar el mismo día de Año Nuevo a los ciudadanos de sus reuniones familiares, y se colocó la chincheta de festivo en el 2 de enero. La comunidad solo puede fijar dos de las 14 fiestas anuales. Otras 10 son comunes en toda España y se añaden dos fiestas locales más. Veganzones insistió el martes en que la decisión fue «fruto del consenso», pero otras fuentes aseguran que ese consenso fue en el debate entre el 2 de enero y el 24 de abril, después de que el 25 de julio se diera por fijado.
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Como curiosidad, Comisiones Obreras se opuso a la celebración de Santiago Apóstol, entre otras cosas, por estar basada «en una falsedad y un mito franquista», una «mentira histórica» que narra la aparición de «Santiago Matamoros en la batalla de Clavijo».
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