Tostas caseras de masa de pan

Una especie de dulce que se hacía en las casas para desayunar o merendar eran las tostas con masa de pan que, según me ha explicado mi madre en numerosas ocasiones, cuando lo tenían al alcance era un auténtico manjar. No siempre había masa de pan disponible y los chavales solían merodear por la panadería por si ese día había suerte y el panadero les daba un trozo.

En casa de mi madre las tostas de pan se siguen haciendo. Es desayuno de domingo, cuando alguno de los hijos estamos de visita de fin de semana e, incluso, en ocasiones nos liamos la manta a la cabeza, dejamos de contar calorías y las acompañamos de chocolate.

La elaboración es de lo más sencilla y tan solo se necesita masa de pan, aceite de girasol y azúcar. Quizás el ingrediente más complicado de conseguir sea la masa de pan, pero si tenéis la posibilidad, pedid el equivalente a una barra de pan.

De esa masa vamos retirando porciones y estirándolas, para ello te puedes ayudar de un vaso, un rodillo o, simplemente, puedes jugar un poco con las manos y salir adelante con la tarea.

Una vez que hemos dado forma a esa tosta la ponemos en la sartén en la que, previamente, hemos calentado el aceite.

Hacemos la masa por los dos lados y cuando esté dorada, la retiramos del fuego y la colocamos en un plato con papel de cocina para quitar un poco la grasa. Por último, las rociamos con un poco de azúcar y las tendremos listas para comer.