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Los 'poke bowl', 'morning bowls', 'porridge'… y ahora también los 'cinnamon roll'. La gastronomía sin fronteras viaja de un país a otro trasladándose platos populares de un país a otro y que finalmente acaban derivando en otra versión en al adaptarse a los gustos ... del consumidor local.
Los rollos de canela llegan de la mano del fika, que es el momento, de la mañana y la tarde, en el que se toma uno un café y disfruta de estos bollitos. Nueva moda que llega de los países nórdicos. Si la tradición de comer churros ha viajado por Europa encontrando hueco en las costumbres europeas ahora parece ser el turno de los rollos de canela.
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Para esta receta, se necesitará tiempo pero es sencilla. Se mezclan las dos tazas de harina con un tercio de taza de azúcar, cuatro cucharaditas de levadura y una pizca de sal en un bol. En otro recipiente el agua y la mantequilla se calientan un poco porque tiene que estar tibia la mezcla. No pasa nada si la mantequilla no se derrite completamente. Se añade la mezcla al bol con la harina y además se echa un huevo. Con una batidora eléctrica se integra todo durante un par de minutos.
Después se le echa una tercera taza de harina se vuelve a remover y una cuarta taza de harina, se mezcla todo hasta obtener una masa en forma de bola. El siguiente paso será amasar. Así que se echa una pizca de harina sobre una superficie lisa y plana y se trabaja durante diez minutos la masa hasta que quede elástica y suave. Una vez lograda la bola se deja reposar durante diez minutos cubierta con un paño.
Luego con un rodillo se extiende la masa hasta darle forma de rectángulo, aunque las esquinas quedarán redondas, y se pinta con un poco de mantequilla derretida. Por encima se espolvorea una mezcla de dos cucharadas de canela con un tercio de una taza de azúcar. Una vez que está cubierta la masa comienza a enrollarse apretando bien por uno de los lados más largos hasta formar un tubo. Una vez que ya esté hecho el rollito solamente habrá que ir cortando con un grosor de tres dedos.
En una bandeja de horno engrasada se colocan los rollitos, se cubren con un paño y se dejan reposar una hora hasta que aumenten de tamaño. Y luego se hornean a 180ºC durante casi media hora. Cuando estén doraditos se podrá apagar el horno, se dejan enfriar y listos. Si lo prefieres puedes añadir un glaseado cubriéndolos con una mezcla de un par de cucharillas de mantequilla, una de extracto de vainilla, dos tazas de azúcar glas y dos cucharaditas de leche.
Tiempo de preparación
45 min
Tiempo de cocción
30 min + 60 min reposo masa
Tiempo total
2h 15 min
Comensales
_
Calorías
-
Categorías
Desayunos y meriendas
Cuatro tazas de harina (400 gramos)
Un tercio de taza de azúcar
Cuatro cucharaditas de levadura
Una pizca de sal
Una taza y media de agua
Seis cucharadas de mantequilla
Un huevo
Para espolvorear:
Un tercio de taza de azúcar
Dos cucharaditas de canela
Tres cucharaditas de mantequilla derretida
Se mezclan las dos tazas de harina con un tercio de taza de azúcar, cuatro cucharaditas de levadura y una pizca de sal en un bol. En otro recipiente el agua y la mantequilla se calientan un poco porque tiene que estar tibia la mezcla. Se añade la mezcla al bol con la harina y además se echa un huevo. Con una batidora eléctrica se integra todo durante un par de minutos. Después se le echa una tercera taza de harina se vuelve a remover y una cuarta taza de harina, se mezcla todo hasta obtener una masa en forma de bola. El siguiente paso será amasar. Así que se echa una pizca de harina sobre una superficie lisa y plana y se trabaja durante diez minutos la masa hasta que quede elástica y suave. Una vez lograda la bola se deja reposar durante diez minutos cubierta con un paño. Luego con un rodillo se extiende la masa hasta darle forma de rectángulo, aunque las esquinas quedarán redondas, y se pinta con un poco de mantequilla derretida. Por encima se espolvorea una mezcla de dos cucharadas de canela con un tercio de una taza de azúcar. Una vez que está cubierta la masa comienza a enrollarse apretando bien por uno de los lados más largos hasta formar un tubo. Se corta el rollo en rodajas dejando un grosor de tres dedos. En una bandeja de horno engrasada se colocan los rollitos, se cubren con un paño y se dejan reposar una hora hasta que aumenten de tamaño. Y luego se hornean a 180ºC durante casi media hora. Cuando estén doraditos se podrá apagar el horno, se dejan enfriar y listos
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