Carne hecha, poco hecha o al punto: ¿cómo debemos cocinarla?

A la hora de cocinarlas, existen también muchas formas de hacerlo. Todo depende principalmente del gusto del consumidor, ya que puede comerse desde cruda, si por ejemplo queremos degustar un tartar, hasta muy hecha, para aquellos que prefieren comer la carne sin que sea necesario ver como sangra en el plato. Sin embargo, existen algunas variedades que sí se deben cocinar de una determinada forma. Para salir de dudas y tener claro cómo se debe elaborar cada tipo de carne, acudimos al Mercado del Val para preguntar en la carnicería Javier De las Heras, del mismo nombre que su dueño.

En primer lugar, De las Heras nos insiste en que en un principio, «la carne siempre puede cocinarse al gusto del consumidor» aunque como en casi todas las cosas, existen algunas excepciones. Es el caso de la carne de pollo y la de cerdo, y afirma que estos productos, «no deben comerse nunca poco hechos». Esto se debe principalmente por motivos de salud, ya que son carnes que pueden provocar con facilidad intoxicaciones alimentarias, sobre todo con sus jugos, que pueden estar contaminados con bacterias como la Salmonella, cuyos síntomas son dolores de estómago y de cabeza, mareos, fiebre y vómitos principalmente, tal como asegura la Aesan.

Sin embargo, con otras variedades no debemos preocuparnos de la forma en que se cocinan. Es el caso por ejemplo de la carne de vaca o de ternera, la cual, «puede incluso comerse cruda» si por ejemplo queremos disfrutar de un delicioso tartar. El Steat Tartar de carne se encuentra cada vez con más frecuencia en los restaurantes, un plato que se sirve crudo y que se condimenta o aromatiza con diversos ingredientes entre los que se encuentran algunas salsas, especias o encurtidos. No obstante, en los últimos años, existe una tendencia un tanto peligrosa a la hora de comer en exceso la carne cruda, especialmente en aquellos elaborados con carne de vacuno cruda o poco cocinada (hamburguesas, steak tartar, carpaccios, entre otros). Su peligro se debe a la posible contaminación de estas elaboraciones con microorganismos patógenos, por lo que se recomienda no comer este tipo de platos habitualmente, sobre todo para niños y ancianos.

Y si lo que queremos es disfrutar de un plato de carne que sea lo más sano posible, De las Heras tiene claro que «el guiso es una de la mejores formas de comerla de forma saludable» ya que al haberse realizado con su propio jugo, «evita la utilización de grasas y sustancias que aportan calorías en exceso». Además, este tipo de platos acostumbran a condimentarse con diferentes tipos de verduras y hortalizas como las zanahorias, judías verdes, o guisantes. Por el contrario, Javier De las Heras asegura que a pesar de que es una de las formas más típicas de cocinar carne, «el empanado es la menos recomendable ya que las carnes cogen mucha grasa». Y es que resulta complicado encontrar a una persona que no disfrute con un filete empanado, pero la realidad es que de esta forma, la carne contiene huevo y aceite, es decir, un exceso de grasas que pueden evitarse con otras recetas.

Por último y como recomendación personal de Javier De las Heras, considera que la mejor forma de disfrutar de la carne a excepción del pollo y del cerdo, «es a la plancha y poco hecha, para que mantenga todas sus propiedades y no se deteriore». De esta forma, «disfrutaremos de una pieza mucho más jugosa y sabrosa» sin necesidad de añadir grasas y sin utilizar aceite.