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La localidad de Cional, asediada por el fuego que asoló la Sierra de la Culebra. J. C. Castillo
Promesas, irresponsabilidad y pocas lecciones posteriores
Incendio en La Sierra de La Culebra

Promesas, irresponsabilidad y pocas lecciones posteriores

Los grandes siniestros que ha sufrido la región no han servido para mejorar la lucha contra esta lacra

Antonio Corbillón

Valladolid

Domingo, 3 de julio 2022, 00:02

El incendio de la sierra zamorana es el segundo más grave del que se tiene registro en España en lo que va de siglo, solo superado por el de Río Tinto en Huelva en 2004, que arrasó unas 34.000 hectáreas. Pero en Castilla y León hace tiempo que han dejado de ser noticia los grandes siniestros, aquellos que superan las 500 hectáreas afectadas.

Y en casi todos se repiten varios patrones y rutinas. Las visitas de los políticos para prometer ayudas (que después siempre llegan tarde, si es que llegan); las denuncias judiciales por supuestas malas praxis en las labores de extinción (siempre se archivan salvo que haya intencionalidad) y el compromiso de aprender de los errores (pocas veces).

Lo más parecido a La Culebra, por el tamaño, ocurrió hace diez meses en la Sierra Paramera de Ávila. Un vehículo que se incendió al borde de la carretera y la falta de unidades de bomberos más allá de Ávila capital, fueron la 'mecha' perfecta que, combinada con las altas temperaturas, ayudaron a propagar un incendio que arrasó más de 22.000 hectáreas de terreno.

La desgracia afectó a 14 municipios que todavía hoy siguen pendientes de las ayudas prometidas por la Junta. En septiembre, el presidente de la Junta visitó la zona y habló de inversiones de 25 millones de euros. Ayudas que aún no han llegado y han empezado a tramitarse en junio.

Entonces también se escuchó a los gestores públicos hablar de cambios en la política forestal y de dotar de más medios a las zonas rurales. Pero todavía hoy, vecinos como la teniente de alcalde de Sotalbo, Ana Jiménez, lamentan que «no han aprendido nada. No asumieron los errores de Ávila y siguen viviendo con una política forestal del siglo pasado».

Además, el juez que investigaba el caso tardó poco en decretar el sobreseimiento de las pesquisas a pesar de que en su auto reconoció que «visto el tiempo de reacción, existieron posibilidades de que el incendio no hubiera llegado a producirse o su dimensión hubiera sido mínima».

Para encontrar un grado de afectación que se acerque a Zamora o Ávila hay que viajar a 2012 hasta Castrocontrigo (León). Otro agosto con temperaturas récord que arrasó más de 12.000 hectáreas (10.555 de arbolado).

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También aquella vez, la Junta prometió por boca de su entonces presidente, Juan Vicente Herrera, ayudas para la zona después de calificar lo que vio 'in situ' de «catástrofe y tragedia». Al igual que ha pasado ahora en Zamora, en esta comarca leonesa se perdió mucho más que pastos para el ganado. Castrocontrigo era una zona rica en níscalos, resina, además de cotos de caza y un incipiente desarrollo de turismo rural de senderismo y naturaleza que se vio paralizado.

Ocho años después, los políticos de la zona como el leonesista (UPL), Luis Mariano Santos, seguían reclamando a la Junta el pago de los cinco millones de euros en inversiones. Una cantidad similar aseguró y cumplió el Gobierno central.

No solo en verano

Desgraciadamente, el fuego suele cebarse con áreas de especial interés de la comunidad. El primer fin de semana de agosto de 2019, las llamas visitaron los jardines del palacio Real de la Granja de San Ildefonso y la zona conocida como El Chorro, uno de los grandes atractivos de la zona por su cascada de casi 100 metros. El fuego alcanzó la cercana Miraflores de la Sierra, ya en la Comunidad de Madrid. El trabajo conjunto de los efectivos de ambas comunidades logró extinguirlo con cierta rapidez, lo que no impidió que se vieran afectadas 900 hectáreas de bosque, 200 de ellas en el Parque Nacional de Guadarrama.

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Y este mes de enero mostró porqué los grandes incendios han dejado de ser estacionales. Y nacionales. Un foco que saltó en el parque natural de Montesinhos en Portugal traspasó a los municipios zamoranos de Lubián y, sobre todo, Hermisende, donde calcinó casi 1.600 hectáreas. La sequedad y falta de lluvias, impropias de estas fechas, amplificaron los daños.

La extensión de los grandes fuegos

Las imágenes muestran, días después de cada incendio, una vista satélite con una cámara infrarroja que tiñe de color rojo las zonas con vegetación.

Ferreras de Abajo (Zamora), 28 de junio de 2022

Navalacruz (Ávila), 19 de agosto de 2021

Real Sitio de San Ildefonso (Segovia), 5 de agosto de 2019

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