«La policía ha ido puerta por puerta y nos ha convencido de que era mejor alojarse en Ifeza»

El trasiego de voluntarios de Cruz Roja, Protección Civil y agentes de la Benemérita y la Policía Municipal sigue siendo constante. Pendientes de cualquier necesidad que pueda surgir a cada una de las 220 personas, en su mayoría de edad avanzada, alojadas en las instalaciones.

Las llamadas de familiares tratando de reconfortar desde la distancia a los que han tenido que huir de sus casas se suceden a lo largo y ancho del pabellón. Hay veces en las que las palabras que llegan desde el otro lado del teléfono calman y otras en las que, al tratar de explicar a un ser querido lo que se ha vivido al ver de cerca humo y llamas hacen que las lágrimas broten y la tristeza se verbalice terminando las frases con un «madre mía, qué pena más grande».

Los últimos evacuados que acuden a Ifema hasta el momento lo hacen pasadas las ocho y cuarto de la tarde y llegan de los municipios zamoranos de Santa Marta de Tera, Santibáñez de Tera, Colinas y Santa Croya de Tera. De esta última localidad acaban de acceder al pabellón Pilar Álvarez, sus cuatro nietos -de entre cinco y doce años- César, Martín, Alejandro y Julia, y Valeria, una amiga de la familia.

A pesar de todo, Pilar se muestra optimista tras inscribirse en el registro de evacuados y siempre pendiente de su «tropa» como ella misma les define. Vive en Coslada pero pasa sus veranos en su casa de verano de la citada localidad zamorana. «Cuando me levanté está mañana el patio de mi casa estaba lleno de restos del incendio, todo negro, lleno de ceniza. Lo limpié pero al poco tiempo estaba todo igual, Cerré las ventanas y estuvimos muy pendientes de la evolución del fuego», explica junto a los pequeños, que excepto Julia, de doce años, son ajenos a la trágica realidad.

«Para ellos es una excursión», sonríe Pilar, sin perder el optimismo de que los medios disponibles ganarán la lucha al fuego para que no llegue a las casas.

Han llegado en autobús tras un trayecto de algo más de una hora en el que han hecho parada en varios pueblos. «En principio la gente estaba tranquila», añade Pilar, quien admite que en un primer momento ha querido volver a Madrid. «Pero la policía ha ido puerta por puerta y nos ha convencido de que era mejor alojarse en Ifeza porque estaríamos muy bien atendidos y cuidados». Pilar y su «tropa» han viajado con veinte vecinos más de Santa Croya de Tera, seis de Santibáñez de Tera y otros tantos de Santa María de Tera.

Ha traído mudas y algo de dinero, «la verdad que no ha dado tiempo a más», explica Pilar, mientras mantiene la calma y vela por el bienestar de los pequeños. «Esperamos volver lo antes posible», repite, aunque todo apunta a que pasarán la noche en el recinto ferial de Zamora, que se llenará con el paso de las horas hasta acoger a 350 personas.

A las puertas de Ifeza, donde sigue entrando y saliendo gente, es visible el humo del incendio forestal de Losacio que deja un trágico balance a su paso: dos personas han perdido la vida y hay por el momento nueve heridos, entre ellos un vecino de Tábara que ha sido trasladado en helicóptero a la Unidad de Quemados del Hospital Universitario Río Hortega en Valladolid.

Este incendio «inextinguible» en su frente, en palabras de la Junta de Castilla y León, debido a las extremas condiciones climatológicas de temperaturas, humedad y viento, ha devorado más de 11.000 hectáreas en menos de 24 horas.