![Una de las dos viviendas deshabitadas que se han quemado en Otero de Bodas.](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202206/19/media/cortadas/IMG_20220619_104851-k34F-U170468955039okD-1248x770@El%20Norte.jpg)
Ver fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver fotos
Poco después de las diez y media de la mañana de este domingo llegaba a Ferreras de Abajo un autobús con un nutrido grupo de vecinos que fueron desalojados el viernes cuando el humo del incendio que ha arrasado 25.000 hectáreas en la zona ... la Sierra de la Culebra obligó a dejarlo todo y salir del pueblo. Cargados con las bolsas y maletas en las que metieron «cuatro cosas» cuando les trasladaron a Benavente, recorrían la calle principal del pueblo a buena velocidad pese a al avanzada edad de la mayoría de ellos, ansiosos por llegar a sus casas. Ya sabían que las llamas no habían llegado a las viviendas pero querían comprobarlo con sus propios ojos.
A esas horas hacía incluso hasta frío y se sorprendían de que el olor a humo ya no era tan fuerte, «parece que no ha pasado nada», comentaban jocosos, a pesar de que en el camino hacia el pueblo ya habían visto por la ventanilla del autobús los terribles efectos del fuego.
«Nos han tratado fenomenal. Hemos estado intranquilos y con ganas de volver a casa pero lo cierto es que Cruz Roja se ha desvivido por nosotros», afirmaba María sin dejar de caminar para llegar cuanto antes a su domicilio.
Al llegar a casa las caras de intranquilidad iban cambiando y, casi sin entrar, dejaban las maletas y mas de una decidió, antes de nada, darse una vuelta por las afueras del pueblo para ver hasta dónde habían llegado las llamas, «aunque es mejor no mirar porque ver cómo ha quedado la sierra te baja de nuevo el ánimo».
La proximidad de las llamas a las casas era mucho más evidente unos kilómetros más adelante, en Otero de Bodas, uno de los pueblos que se ha visto más afectado por la llamas y en donde se llegaron a quemar dos viviendas, por suerte deshabitadas, junto a la N-631.
«Si llego a estar aquí cuando llegaron las llamas me da un infarto», aseguraba Isidro, propietario de una casa rural en Otero de Bodas, que acababa de llegar al pueblo al levantarse la orden de desalojo.
«Nos juntaron a todos en la plaza a primera hora de la mañana de ayer -por el sábado- y nos dijeron que había que irse, y menos mal que nos fuimos porque a las dos horas el aire era aquí irrespirable. Yo intenté acercarme después pero aquí no se veía nada. El humo era denso», insistía.
«En cuanto las dos lenguas lograron superar la carretera ya sabíamos que la situación iba a ser muy peligrosa y menos mal que no llegaron a juntarse nunca. Y eso que hacía un viento muy fuerte, claro que temíamos por nuestras casas», aseguraba indicando las zonas quemadas a un lado y otro de la carretera junto a las viviendas y negocios. «Ha sido un milagro», aseguraba Pili, una mujer que llegaba de su casa y afirmaba que «se ha salvado por los pelos«. »Hemos estado muy cerca», advertía.
También andaba por allí Olegario Alonso, propietario del bar Olimpia, 'El Portalico', que unas horas después ya logró abrir su negocio: «Por suerte solo se han quemado dos casas deshabitadas. Mira como está todo, quemado por delante y por detrás del bar, pero se ha salvado y la casa también, que vivimos arriba», agradecía, asegurando que era una pena el desastre ecológico que supone un incendio como este. «Pero con el tiempo se irá recuperando, lo importante es que no hay víctimas ni se han quemado las casas», decía aportando un punto de esperanza.
Noticia Relacionada
S. García
Otero de Bodas es uno de los pueblos donde más costó apagar el fuego, y donde se registró una de las situaciones más peligrosas, ya que la gasolinera ubicada las afueras del pueblo, en dirección a Sanabria, estaba cercada por las llamas. «Hemos pasado pánico, a las tres de la tarde ya nos tuvimos que ir porque el retén que ha estado aquí todo el tiempo nos aconsejó salir de allí por peligro de que el fuego llegase al edificio», afirmaba una empleada de la gasolinera, alrededor de la cual se podía apreciar un cortafuegos de gran anchura que evitó que las llamas saltasen hasta las instalaciones.
Noticia Relacionada
Alicia Pérez
Por la N-631, ayer cortada a cal y canto, el trasiego de coches de bomberos, de la UME, de camiones cargados con grandes máquinas... era constante, señal de que poco a poco, aunque seguían viéndose columnas de humo y el operativo seguía completamente activo, el incendio estaba casi controlado. Los helicópteros seguían sobrevolando las zonas más afectadas y de vez en cuando se veían pasar vehículos de los servicios contra incendios a toda velocidad, señal de que algún fuego se había reavivado, pero la sensación era de cierta tranquilidad a medida que avanzaba la mañana, ya que, en varios momentos se puso hasta a llover.
«Todo gracias al cielo», aseguraban unos vecinos en Pumarejo de Tera, porque la bajada térmica registrada a las tres de la mañana de esta pasada madrugada fue lo que acabó con las llamas y amplió las posibilidades de poner fin a la pesadilla.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.