Estado del vehículo de Eugenio Ratón, en la carretera que une Tábara con Riofrío. J. Castillo

El fuego de detrás de la curva: un vehículo calcinado y el conductor trasladado muy grave a Getafe

Eugenio Ratón, de 65 años, se topó con el incendio de Losacio cuando viajaba con su padre de 100 años a Tábara

Juan J. López

Valladolid

Martes, 19 de julio 2022, 00:05

Los múltiples focos del incendio forestal de Losacio y el humo hicieron que Eugenio Ratón y su padre, vecinos de Sesnández de Tábara, no supiesen dónde estaban las llamas. «Así nos lo han contado», explican varios familiares en relación al hecho de que los dos zamoranos se topasen con uno de los fuegos más violentos que se recuerdan.

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A última hora de la tarde del pasado domingo, padre e hijo, de 100 y 65 años, decidieron marcharse de Sesnández ante la petición de desalojo por parte de las autoridades, pero sin saber que los focos del incendio eran varios y que en medio de su huida se toparían con las llamas en la carretera ZA-P-2434, que une Tábara con Riofrío.

Estado del vehículo de Eugenio tras ser retirado de la vía. j. castillo

El fuego les obligó a retroceder, a intentar dar la vuelta en un alto con curva que les sorprendió. No les dio tiempo, y las llamas alcanzaron el coche, casi sin poder dejarlo para echar a correr por una calzada tomada por el humo y los restos ardientes de los pinos que poblaban la ladera de la sierra.

Una lengua de fuego alcanzó a Eugenio, que siguió corriendo con los brazos en llamas, tal y como ha relatado su padre Daniel.

Tuvo que ser un bombero voluntario el que asistiera a los dos vecinos de Sesnández, al borde del colapso, en una huida en la que tuvieron que buscar los guardarraíles de la calzada para refugiarse antes de ser evacuados.

Eugenio, tras ser trasladado a Zamora, lo fue posteriormente a Salamanca, donde fue estabilizado e intubado antes de mandarle a la unidad de quemados del hospital de Getafe, donde evoluciona con pronóstico reservado y un 85% de quemaduras en su cuerpo.

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Su padre, centenario, tuvo más suerte, y solo un chispazo le traspasó la camisa. «Todo se lo ha llevado mi hijo, cuando me he vuelto, solo le veía a él y las llamas», le ha relatado a la familia.

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