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«Ahora serán todo palmaditas y buen rollo, pero lo que ha pasado es una vergüenza, por momentos nos han dejado solos y encima nos han echado de nuestros pueblos para luego no hacer nada ellos». Está claro que la mañana de este domingo, la ... mayoría de los vecinos de los pueblos más afectados por el incendio que ha arrasado 25.000 hectáreas en la zona de la Sierra de la Culebra y en la vega del Tera, en Zamora, respiraban aliviados, pero según volvían a sus casas y se iban encontrando con sus vecinos, también se produjeron numerosas muestras de indignación al liberar la frustración, la tensión y el miedo que había generado una «mala pesadilla» que a punto estuvo de arrebatarles algo más que la belleza de un paraje natural espectacular «que a ver cuándo se recupera de esta».
Los que se quejaban eran vecinos de Villanueva del Valrojo, que a la puerta del bar discutían y criticaban la actuación de los políticos y de los responsables de los equipos contra incendios. «Ya están todos por ahí en danza. Ahora sí se ven los camiones de aquí para allá, pero a apagar un fuego que se ha reavivado allí arriba hemos tenido que ir nosotros» afirmaban indignados.
María A. Casado llegaba farfullando. «Aquí que no venga ningún político. No quiero ver a ninguno», afirmaba. «Nos obligan a abandonar nuestras casas y luego no tienen narices de protegerlas. Siempre hemos sido los vecinos los que hemos defendido esto cuando ha habido un fuego. Sabemos por dónde ir y por dónde salir, no la gente que nos han traído que algunos no sabían ni cómo llegar a Zamora. Tanto hablar de la España Vaciada, son ellos los que nos echan de aquí. Para qué emprendemos en los pueblos, para qué luchamos por ellos, si cuando pasa una cosa de estas ves que estás solo. Es una vergüenza», aseguraba la mujer, que acaba de llegar al pueblo y se reencontraba con su marido y su hijo, que habían desoído la orden de desalojo y se habían quedado en el municipio.
Y no eran los únicos. Al igual que en los cercanos Cional y Codesal el día anterior, muchos vecinos aprovecharon que el sábado por la mañana les dejaron entrar para dar de comer a los animales para no volver a salir del pueblo. «Si Villabuena de Valrojo está como está es porque cuarenta vecinos nos hemos quedado a defender lo nuestro», afirmaba otro de los integrantes del corrillo a la puerta del bar. Y es que, según relataron a El Norte, con una máquina «que encima creo que la paga el Ayuntamiento», habían logrado hacer una especie de cortafuego alrededor del perímetro del pueblo y estuvieron pendientes todo el día de que las llamas no se acercasen demasiado a las viviendas. «Mucha Sierra de la Culebra, mucha historia, pero si no es por el cambio de tiempo esto seguiría ahora ardiendo, casas y todo», sentenciaron indignados.
Y al otro lado de la N-631, ya en la zona del valle del Tera, las sensaciones en Pumarejo de Tera, el pueblo donde se registraron unas llamas que impactaron por su virulencia y altura reflejada en unas fotografías espectaculares, eran prácticamente las mismas, alivio tras una noche de pánico, pero mucha indignación.
Dori Martínez, una vecina de Pumarejo que se emocionaba al hablar y a la que le costaba expresarse entre los nervios y la indignación afirmaba casi llorando: «Es injusto lo que nos están haciendo. Una vergüenza. Aquí nadie se ha preocupado de esto, de cuidar el monte. Mucho hablar de la España Vaciada y son ellos los que nos están echando. A quién le pedimos ayuda. Si nos están dejando aquí tirados».
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«Solo se acuerdan de nosotros para los votos. Todos tenemos derecho a vivir en este país de una manera digna. Que vengan y que vean como está el monte. Esto se podía haber evitado, pero no. Vamos a guardar la Sierra de la Culebra, vamos a hacer cuatro amigos la merienda para venir aquí a presumir de esta maravilla...., y los que estamos todo el año aquí padeciendo lo que estamos padeciendo, ¿qué? No es justo. Las llamas ahí mismo y los bomberos aquí que no podían salir porque decían que no tenían autorización. A eso no hay derecho», aseguraba Dori, que recordaba que había pasado una «noche terrible».
A su lado, otro residente en Pumarejo de Tera recordaba que los vecinos estaban ayudando a apagar el fuego y había llegado la Guardia Civil. «Nos han echado pese a que les hemos dicho que queríamos quedarnos a ayudar, pero nada. Y nos hemos ido y ellos se han quedado aquí, mirando... Esto es una mierda de país», sentenció tajante.
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