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CRISTINA LEAL
Cómo llegar a fin de mes

Cómo llegar a fin de mes

Si quiere que le cuadren las cuentas tenga un colchón tan 'gordo' como tres veces su sueldo, pague el coche en 5 años como mucho y ahorre para la jubilación aunque le falten 30 años

Viernes, 22 de enero 2021, 00:02

Con 8 años le sisó a su padre un cuaderno de cuentas y empezó a apuntar allí todos sus gastos. ¡Y sus ingresos! Lo que le daba la abuela por Navidad, la paga de la semana... Reunido ya cierto 'capital', se entretenía jugando a bancos con su prima –su tío le enseñó con los billetes del Monopoly qué son los tipos de interés–. En ese ambiente doméstico de cultura financiera, a los 17 pidió a sus padres un plan de pensiones, y acciones de Repsol cuando cumplió los 18. Natalia de Santiago (Madrid, 1977) estudió Ingeniería, aunque es «financiera de vocación». Lleva toda su vida «contando dinero, propio y ajeno» y es experta en planificación y gestión financiera para bancos, empresas y particulares.

A estos últimos van dirigidos esos consejos que recoge con muchos números y bastante guasa en 'Invierte en ti' (editorial Planeta), una suerte de guía para organizar de manera práctica y realista la economía doméstica. Cómo hacer un presupuesto a un año vista para que cuadre y lleguemos a fin de mes. Ella lo hace, no sin esfuerzo, porque tiene cinco hijas –«la mayor podría ir para economista, aunque es muy gastona»–. «Con actualizarlo una vez al mes es suficiente, aunque yo lo hago semanalmente, los viernes». Dice que le da «subidón» cuando le sale a favor el resultado de esa hoja de Excel en la que ha metido de todo, desde los libros de colegio de las niñas hasta el gasto en farmacia, la luz –el mes pasado pagaron 158 euros, que viven en Alemania y allí el invierno es duro– e incluso un remanente para hacer frente a tres o cuatro multas de circulación, «que suelen caer todos los años».

– Es una hormiguita

– Sí. El presupuesto doméstico de mis cuatro duros lo llevo con la misma sofisticación que las cuentas de una multinacional. Soy hormiguita, pero de pico y pala, porque también soy muy gastona. Mi mejor amiga vive en Estados Unidos y lo primero que vamos a hacer cuando la pandemia lo permita es ir a visitarla. El viaje nos va descuadrar los números, pero ya cuento con que todos los meses el saldo no sale a favor, lo importante es que salga positivo el cómputo de todo el año». Natalia de Santiago nos ayuda a cuadrar las cuentas, igual que ella cuadra las suyas.

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Valor neto

Ten en cuenta la edad

Valor neto, vayan familiarizándose con el concepto. No es más que lo que tenemos (dinero en la cuenta, el valor del piso, el plan de pensiones, acciones...) menos lo que debemos (hipoteca y cualquier otro dinero que debamos, ya sea al banco o a un amigo). Para calcularlo, una 'ecuación' orientativa: valor neto es igual a ingresos netos multiplicados por la edad y dividido entre diez. Mejor con un ejemplo: «Si tienes 35 años y ganas 25.000 netos al año, tu valor neto debería rondar los 87.500». Otro: «Si tienes 60 años y unos ingresos de 45.000 euros anuales, deberías andar ya por los 270.000 euros». Un tercer ejemplo con números más pequeños: si ganas 12.000 euros al año y tienes 28 años, en tu balance debe haber un saldo a favor de 33.600 euros. No dinero físico, ojo, sino patrimonio.

El colchón de emergencia

¿De qué grosor?

Un ingreso extra suele ser inusual, pero no así un gasto extraordinario. Para poder reaccionar a esos imprevistos la especialista recomienda tener un colchón de emergencia, dinero contante y sonante. ¿Cuánto? «Hay que tener ahorrado, como mínimo, el equivalente al salario neto de tres meses, aunque lo ideal son seis. Si nuestros ingresos son muy variables o el empleo muy precario, más vale disponer de un colchón de un año», recomienda. Puesto en números: si ganamos 1.200 euros netos al mes, deberemos tener 3.600 como mínimo, mejor si es el doble (7.200).

No dejes para mañana...

Ahorra el primero de mes

A Natalia de Santiago casi no le da tiempo a ver el sueldo, porque vuela, literalmente. De hecho, lo hace volar ella misma, porque de otro modo... «Duele menos ahorrar a principios de mes. En mi caso, el día que cobro hago una transferencia a la cuenta de ahorro».

Trucos para ahorrar

Divide en cantidades pequeñas

«Psicológicamente nos parece más fácil ahorrar 5 euros diarios que 150 mensuales». Hazlo así, más o menos. «Una técnica rastrera para engañar a nuestro subconsciente es dividir el ahorro en cantidades pequeñas. Para evitar tentaciones, diversifica: mete 50 euros el primero de mes a la cuenta de ahorro, otros 50 al plan de ahorro, otros 50 al depósito a plazo... Además, es más pesado cancelar varias transacciones pequeñas que una más grande». Más trucos: «Automatiza el proceso con transferencias periódicas». Y otro: «No tengas acceso 'online' a la cuenta de ahorro. La tentación de desvalijar el colchón de emergencia para comprarnos unos zapatos de marca es mucho menor si tenemos que arrastrarnos hasta la ventanilla del banco que si lo podemos hacer con un 'click'».

¿Cuánto ahorro?

Un 10% del sueldo está bien

«Las modas del 50-30-20 (esto es, según los expertos, uno debería gastar un 50% del sueldo en gastos fijos, un 30% en ocio y el restante 20% ahorrarlo) me parecen igual de estupendas, idílicas e inspiradoras que el programa de 'fitness' de una modelo de pasarela». Ojo, como «objetivo», ese 20% es fantástico, pero, para el que no llegue, otra propuesta más modesta: «Cuando las cosas van razonablemente bien hay que intentar ahorrar un 10% de nuestros ingresos», sostiene la autora. Siempre que eso sea un planteamiento «realista», claro: «Si no, un 5%; incluso un 1% está bien». «¿Que ganamos 600 euros y nos las vemos y nos las deseamos para llegar a fin de mes? Intentemos guardar 5 euros al mes en un bote (un 0,8% del sueldo). ¿Que ya ganamos 900? Pues destinar 25 (no llega al 3%) a un producto de ahorro a largo plazo puede ser una cantidad suculenta el día de mañana».

La casa

Que no cueste más que 5 veces tu salario anual bruto

Natalia de Santiago vive de alquiler y advierte de que «no es prudente gastar más del 20% o el 25% de nuestro sueldo en el alquiler. Es decir, en una pareja que gana 25.000 euros brutos al año (unos 3.400 euros netos mensuales entre los dos), cada uno no debería pagar por el piso más de 850 euros mensuales». ¿Y en caso de compra? Los criterios de prudencia financiera son los siguientes: «El precio total de la vivienda no debe ser más de cinco veces el salario bruto anual, la cuota de la hipoteca no debe superar el 30% de los ingresos netos mensuales, debes pagar a tocateja por lo menos el 20% y el piso hay que acabar de pagarlo antes de jubilarse». Así que esa pareja (pongamos que tiene 35 años) podría comprarse un piso de 250.000 euros (cinco veces los 50.000 brutos que ganan entre los dos al año) si tienen ahorrados 50.000 para la entrada y ponen la hipoteca a treinta años (1.000 euros mensuales máximo a pagar).

La reforma

No pidas más del 70% de lo que te va a costar

Los créditos no solo se piden para comprar casas, también para hacer reformas cuando toca. Y en algún momento, toca, claro. En este caso, la prudencia financiera aconseja que no pidamos prestado más del 70% de lo que nos cuesta la obra. «Nuestra casa no se suele revalorizar en más de un 70% del valor de la reforma. Es decir, si la remodelación nos sale por 20.000 euros, el valor de la vivienda subirá, como máximo 14.000 euros, así que no conviene pedir más dinero al banco», es la recomendación de la especialista.

El coche

Págalo antes de 5 años

Quien mantenga un coche habrá pensado más de una vez que es un pozo sin fondo. La experta nos da las claves para minimizar este gasto: «Nada más sacar el coche del concesionario ya ha perdido un 20% de su valor. Es más, los vehículos pierden la mayor parte de su valor los tres primeros años». De ahí que Natalia de Santiago aconseje comprar uno de segunda mano. Sea de segunda o de primera, si pedimos un préstamo, «hay que intentar pagarlo en un máximo de cinco años para que no nos quedemos con un coche que valga menos que lo que nos queda por pagar».

«Hay que ahorrar para la jubilación con 40 años como tardísimo»

«Cuando nos jubilemos, deberíamos tener unos ahorros que sean aproximadamente veinticinco veces la diferencia anual que vamos a tener que cubrir entre nuestros gastos futuros y nuestros ingresos después de jubilarnos», advierte Natalia Santiago, autora del libro 'Invierte en ti'. Ella aconseja empezar a ahorrar para la jubilación «el mismo día que empezamos a trabajar o, como tardísimo, antes de cumplir los 40». ¿Parece inasumible? Propone que lo veamos con unas cifras. «Una persona que empieza a ahorrar 20 euros al mes a los 35 años en un producto que le da una rentabilidad media de un 2,2% tendría al jubilarse unos 10.000 euros ahorrados, de los cuales 7.200 los habría ahorrado él y los 2.800 euros los habría generado el interés compuesto. Si esa misma persona empieza a ahorrar diez años más tarde, con 45 años, para llegar a la jubilación con ese colchón de 10.000 euros tendría que meter al mes 34 en lugar de 20 como el caso anterior; y en el cómputo final él habría aportado 8.160 y el interés le habría generado 1.840 en lugar de los 2.800 del primer caso. Si aun así decide esperar más y empieza a ahorrar a los 55, para conseguir esos 10.000 euros debería ahorrar 76 euros al mes y solo generará 880 euros de intereses, mientras que los 9.120 restantes saldrían de su bolsillo».

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