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La zona del Val vive un 'boom' hostelero con cinco nuevos bares y restaurantes136 metros. Eso es lo que mide la calle Francisco Zarandona de Valladolid. Y ahí, junto al Mercado del Val, no cabe un establecimiento hostelero más. Cafeterías, bares y restaurantes se agolpan en esta pequeña vía, ahora peatonal, hasta sumar catorce locales dedicados a dar ... de comer o de beber a vecinos y visitantes. Y entre todos esos negocios, el más pujante en la actualidad es el de los restaurantes. Prueba de ello es que se han instalado dos nuevos en los últimos cuatro meses y tres más están por llegar. La manduquería Matamales y la pizzería Five abrieron en marzo y abril, respectivamente, y esta semana se inaugurarán el Titanic, centrado en pescados y mariscos, y el bar de tapas La Valiente. Para septiembre está proyectada la apertura de la hamburguesería La Loca Burger'.
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Todas estas novedades dotan de heterogeneidad a una oferta en la que destacaban desde hace años El Consejero del Rey, que lleva abierto desde 2014 tras mudarse de Las Francesas, o el Postal, que se ha convertido en lugar de peregrinación para los amantes de las tortillas. Y ahora, con la llegada de los nuevos restaurantes, la zona del Mercado del Val se está convirtiendo, en solo unos meses, en uno de los puntos de la ciudad con una oferta gastronómica más variada.
Roberto del Campo, dueño de la Microbodega Urbana desde hace diez años, tiene claro por qué este lugar del centro se está revalorizando como punto de encuentro gastronómico. «La calle ha ganado mucho al hacerla peatonal y ha ido creciendo. El mercado es un polo de atracción y nos rodea un entorno precioso con mucha historia», explica este hostelero centrado en el mundo del vino que ve a sus nuevos compañeros como todo un impulso para su negocio.
El próximo domingo abrirá el Titanic, un restaurante pensado para los amantes del marisco y el pescado creado por Saray García y David Meda, dos camareros que han capitalizado el paro para cumplir su sueño de tener un negocio propio. Los dueños de La Taberna San Benito se han jubilado y han traspasado el local a estos dos jóvenes emprendedores. «Hemos hecho un estudio de mercado y creemos que falta marisco y pescado fresco en la zona del centro», explica Saray. Su socio David expone la razón por la que han decidido invertir en esta calle. «Es una zona peatonal, con mucho uso de las terrazas. La calle no llega a 140 metros y tienes desde italianos a mexicanos pasando por bares de copas. La gente puede comer y tomarse una copa en la misma zona sin moverse», indica este vallisoletano que codirigirá un negocio que dará trabajo a seis personas.
Los anteriores dueños del local, que hace esquina entre las calles Francisco Zarandona y Fray Antonio Alcalde, ganaron fama en la ciudad con las patatas rellenas que vendían en la Feria de Día en la zona de San Benito y los nuevos dueños del negocio seguirán vendiendo este demandado producto en su caseta de las fiestas de la Virgen de San Lorenzo. «Vamos a ofrecer en ferias ese producto porque queríamos llevarnos algo del negocio viejo al negocio nuevo», relata David Meda, quien señala que el local, ambientado en el Titanic, pretende evocar el lujo y la calidad que destilaba el transatlántico británico. «Vamos a organizar próximamente una cena maridaje con el menú que comieron los pasajeros del Titanic antes de hundirse», concluye Meda, quien, junto a su socia, prepara la fiesta de inauguración el próximo domingo desde las 12:00 horas.
Otra apertura que se vivirá esta misma semana en la zona del Mercado del Val es la de La Valiente, un bar de tapas que contará con una amplia carta de vinos y que abrirá sus puertas frente al Titanic. Al frente de este negocio estarán Lucía Huergo y Ángel Alba 'Lolo', una pareja que lleva años trabajando en diferentes negocios hosteleros, algunos de ellos con estrella Michelin, y que afronta esta aventura por cuenta propia con entusiasmo. «Hemos visto que esta calle tenía muchísimo potencial. Se habían abierto dos locales recientemente, se van a abrir más y está claro que la zona de la catedral y esta son las que más se están moviendo», explica Lucía.
Diferenciarse entre tanta oferta es clave y por eso Lolo asegura que los amantes del vino encontrarán lo que buscan en su local. «Vamos a tener una propuesta de vinos un poco diferente al que tenga el resto, aunque tengamos cosas clásicas de la zona y alrededores», explica este emprendedor que ha querido invertir en un local pequeño, de solo 35 metros cuadrados. «No queríamos depender de un cocinero y de personal para controlar todos los procesos», añade.
Máximo Viglianco abrirá su primer negocio hostelero después de ferias y lo hará en el local de la calle Francisco Zarandona en el que hasta ahora se ubicaba el restaurante 'Dos mujeres al borde de un ataque de nervios', que ha cerrado 22 años después de su apertura. El nuevo restaurante ofrecerá hamburguesas gourmet y su dueño se encuentra acondicionando el local, un establecimiento en el que se ha incrementado el precio del alquiler por el auge de esta calle. «Por el 'boom' actual de la zona, las condiciones que tenían antes las chicas que antes estaban aquí eran mejores, pero si tienes un buen producto, los costes se pueden asumir bastante bien», explica este emprendedor, que ve en los hosteleros de la zona aliados y no rivales. «La competencia es muy buena porque te hace mejorar y crecer. Además, aquí la oferta es complementaria, se dan diferentes tipos de comida con distintos servicios para todos los horarios, públicos y bolsillos», indica este empresario vallisoletano de origen argentino que tiene pensado dar trabajo a cinco personas en su negocio.
El Matamales fue el primer restaurante que abrió este año en la calle Francisco Zarandona de la mano de los hermanos Álvarez Abril, que exportaron a la capital su experiencia hostelera en Mojados y Aldeamayor junto a otro socio, José Velasco. En el local que antes ocupaba el restaurante Dover, con 300 metros cuadrados, esta 'manduquería' sembró el germen del 'boom' hostelero que está viviendo esta calle. «Se está descentralizando la zona de tapeo de Valladolid. Se están creando nuevos puntos y esta ubicación es espectacular, en una calle peatonal de lujo», indica Álvaro Álvarez, uno de los socios del negocio, que reconoce que los gastos para montar su restaurante han sido elevados. «Hemos dado una vuelta al local considerable y entramos en unas buenas condiciones. De lo que antes era el local a lo que es ahora, su valor ha subido. No obstante, en lo referente al alquiler, estamos en Valladolid en el centro, barato no puede ser», afirma.
Los vallisoletanos José Antonio Pérez y José Luis Cepeda han unido sus fuerzas con el dueño de varias pizzerías de Nápoles para abrir el pasado 25 de abril la pizzería Five, un local en el que se elaboran pizzas artesanas con sabor napolitano. El cocinero italiano Massimo Fulchinogni, con cuarenta años de experiencia en la elaboración de pizzas, se encarga de trabajar en un horno de leña que fabricó la familia Grimaldi en la calle Francisco Zarandona y José Antonio Pérez afirma que el negocio, que da trabajo a unas doce personas, no puede ir mejor hasta el momento. «Los fines de semana llenamos los tres turnos de comidas y cenas», explica el dueño del restaurante, que está convencido de que esta zona se está convirtiendo en un referente gastronómico de la ciudad. «Vimos varios sitios y apostamos por esta calle porque tiene un potencial grandísimo. Es una calle peatonal a partir de las once de la mañana, de los quince locales que tiene son catorce de hostelería -hay una pequeña relojería- y tiene todo para que sea el nuevo sitio de referencia para comer y cenar en la ciudad», concluye.
Está claro. La zona del mercado del Val está de moda, aunque no ha sido tan demandada por la hostelería en el pasado. Carteles de 'Se alquila' han decorado los bajos durante años, tal y como recuerda Roberto del Campo, de la Microbodega Urbana. «Cuando yo entré en mi local, llevaba dos años cerrado, pero ahora están todos cogidos porque este es un buen sitio. El cambio que ha pegado la calle es espectacular», concluye este hostelero especializado en vino, quien espera que los nuevos negocios aumenten aún más la clientela de una zona que está de moda.
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