Starbucks se suma al auge de las franquicias en la Plaza Mayor de Valladolid

Starbucks es una de las marcas que forman parte del portafolio multimarca del grupo Alsea, que hace poco más de un año aterrizó en el centro de la ciudad con el restaurante VIPS de la calle Duque de la Victoria y que cuenta con marcas como Domino's Pizza, Burger King, Foster's Hollywood o Gino's, entre otras. Además, esta será la segunda tienda que abre Starbucks en tierras vallisoletanas, ya que en 2017 la compañía americana abrió su primera cafetería en la provincia en el Centro Comercial Río Shopping.

El local que albergará la nueva cafetería tiene salida al número 1 de la calle Reina, cuenta con 300 metros cuadrados divididos en tres plantas -entreplanta, planta de calle y sótano-, y se convertirá en el décimosexto local de la Plaza Mayor en el que se podrá degustar un café. Las reacciones de los hosteleros de la plaza no se han hecho esperar. Aunque el sentir general de la hostelería de la zona es positivo, por considerar que la llegada de una cadena internacional al centro vallisoletano es indicativo del potencial de negocio de este espacio, algunos empresarios se muestran reticentes y miran con recelo el desembarco de la marca.

Uno de los que cree que la llegada de Starbucks es una buena noticia para la zona es el copropietario del Café Ideal Nacional, David García, quien piensa que esta marca internacional no es competencia para un negocio que ha convertido el precio de su café, a un euro, en toda una estrategia de marketing. «También venden café, pero su público no es el nuestro. Además, tenemos una manera diferente de tratar el producto», explica García para remarcar después que el elevado precio de los alquileres hacen que solo las grandes empresas puedan optar a trabajar en la Plaza Mayor, en la que ya operan franquicias como Taco Bell, Manolo Bakes, Olibher o Burger King. «Las rentas tan altas de los locales del centro hacen que solo puedan pensar en poner un negocio aquí compañías con capital muy elevado», indica este hostelero, que asegura vender una media mil cafés diarios y se planea subir el precio a fin de año. «Del año pasado a este hemos soportado subidas de luz, del pago de autónomos, del café, de la leche y de impuestos. Teníamos que haber subido el precio», reconoce David García que, aunque triplique el precio, su café será más barato que el del Starbucks.

¿Cómo afectará la apertura de Starbucks a los establecimientos de toda la vida de la Plaza Mayor? El dueño del Café del Norte, Francisco Castro, augura que no será competencia para cafeterías como la suya, en la que el trato cercano y personalizado es lo que más valoran sus clientes. «Aquí trabajamos 21 personas. Intentamos dar servicio, que el camarero te atienda, te aconseje, y ese es uno de nuestros principales valores», señala Castro, quien piensa que la nueva hostelería del 'hágalo usted mismo' no es lo que buscan aquellos que se acercan a su negocio. «Cada vez se pide al cliente que haga más cosas. Te dan bandejas, te tienes que preparar tú casi todo, pero los nuevos negocios es a lo que tienden», añade este hostelero, quien reconoce que el mix comercial de la Plaza Mayor ha sufrido importantes cambios últimamente. «En los últimos años se han multiplicado los locales de hostelería en la Plaza Mayor. Antes éramos seis y ahora somos unos veinte», concluye.

Marcial Castro abrió una pequeño local en 2017 en la Plaza Mayor y desde ese momento comenzó a vender crepes y gofres en La Petite Crepes Bar. Ahora, Starbucks va a abrir una cafetería a diez metros de su negocio, pero no lo ve como una amenaza, sino como una oportunidad. «No creo que me perjudique. Si hay más bares en la zona, la gente acudirá más. Detrás del local tenemos la mejor zona de pinchos de España, hay mucha variedad y sólo podemos dar la bienvenida a los que llegan», explica Castro, que ya dio su bienvenida a la polémica Pollería -que despachaba dulces en forma de pene en la calle Pasión y que duró un año abierto- y ahora hará lo mismo con la marca americana. «Cuando abrieron la Pollería se montaron unas colas tremendas, pero nosotros seguimos trabajando como teníamos pensado y no nos afectó en absoluto», explica Marcial Castro, quien reconoce que estos dos negocios poco tienen que ver. «Starbucks no es la Pollería, no se puede comparar a una 'startup' con un gigante», concluye desde local, en el que un café vale 1,50 euros en barra y 1,90 en la terraza.

Alberto Fuentes abrió en 2019 la cafetería Doot VIP en la Plaza Mayor y tiene muy claro que el pequeño comercio poco tiene que hacer frente a las grandes marcas. «Las franquicias potentes se comen al comercio tradicional. Es triste, pero cierto», explica Fuentes, que ve una amenaza en el desembarco de un marca tan potente como Starbucks en la Plaza Mayor. «Estamos en un lugar privilegiado, pero seguro que mucha gente va a querer ir a tomar café a un sitio tan conocido como Starbucks. No sé cómo nos puede afectar», se sincera este hombre.