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eva esteban
Valladolid
Jueves, 31 de enero 2019, 21:42
Se sienten «abandonadísimos». Reconocen estar «cansados» de la «dejadez» de la Diputación provincial, pero numerosos vecinos del pequeño municipio zamorano de San Miguel del Valle rehuyen de la opción que plantea el Ayuntamiento de abandonar la provincia, «nuestra Zamora», para pasar a formar parte de Valladolid. No quieren ni oír hablar de ello porque, según dicen, no creen que «las cosas vayan a cambiar». «¿Realmente nos puede beneficiar o va a ser todo un jaleo para nada?», se cuestiona Roberto Calleja, un asturiano de 84 años que lleva más de veinte años viviendo en San Miguel, un «pueblecito» enclavado en la comarca de Tierra de Campos y a tan solo dos kilómetros de sus «amigos vallisoletanos» de Roales de Campos.
Pero, por el momento, la posibilidad de ser vallisoletanos no es más que una simple propuesta. «No hay nada oficial ni tampoco hemos redactado ningún documento, es solo el primer paso y ha surgido hace relativamente poco», subraya el alcalde, Julio Hueso. De hecho, el goteo esporádico de vecinos que se deja ver por las calles de la localidad asegura haberse enterado de la iniciativa por los medios de comunicación. Están molestos porque «nadie» desde el Consistorio les ha informado «de nada». «Hombre, antes de hacer nada, o de hablar con nadie, nos lo deberían haber dicho ¿no?», argumenta un grupo de jubilados que espera en el consultorio médico a que llegue, como cada jueves, el doctor. «No conocemos nada más, y como tampoco nos han dicho en qué notaríamos el cambio, tendremos que votar por quedarnos en Zamora», interrumpe otra vecina, Nicolasa López.
El propio regidor reconoce que la situación les ha «sobrepasado». No se esperaban «esta respuesta» ni tampoco conoce «exactamente» las consecuencias que derivarían de un hipotético 'traslado' hacia Valladolid. ¿Por qué allí «y no a León»? Es, a día de hoy, la cuestión que resuena con más fuerza en San Miguel. «¿Tiene algo de especial? Porque yo creo que los servicios serían los mismos. Es verdad que nos hace falta de todo, pero yo quiero quedarme en Zamora», afirma otra vecina, Victorina Flores, al tiempo que trata de convencer a su prima Lola Aradela, también residente, de que «quedarse aquí es lo mejor para todos».
jOSÉ lUIS gRANDE, VECINO AGRICULTOR
vICTORINA fLORES, VECINA JUBILADA
ROBERTO cALLEJA, VECINO JUBILADO
Nicolasa lÓPEZ, VECINA JUBILADA
jULIO hUESO, ALCALDE DE sAN mIGUEL DEL vALLE
Sin embargo, consciente de que la futura consulta para pasarse a la provincia vecina «puede o no» dar sus frutos, Hueso prefiere ser prudente e ir «paso a paso». Ahora, reconocen fuentes municipales, están «mirando todas las alternativas posibles». «Lo que hay que hacer es informar al pueblo y votar entre todos. Hay que valorar todo y se hará lo que los vecinos quieran que hagamos», apostilla. Pero una «simple llamada» de algún representante de la Diputación podría cambiar las pretensiones de este pueblo zamorano. Lo principal, dice Julio Hueso, es que la «mala relación» que tienen con la institución provincial no se prolongue en el tiempo porque «somos los principales perjudicados».
Ante todo, quiere ser «realista». Ni esperan una llamada que les garantice que «se van a preocupar un poco» por San Miguel y, por tanto, que permitiera dar marcha atrás al proceso, ni tampoco saben cuándo podrá realizarse la tan ansiada consulta. «Es que no nos hacen caso, nos tienen abandonados. No se molestan nada en ver si necesitamos algo, al contrario que en Valladolid, que ves los pueblos y da gusto».
Tal es el «hartazgo» latente entre los vecinos que incluso se sienten «ciudadanos de segunda». «En la teoría todos somos iguales, con las mismas obligaciones, pero los derechos no son los mismos, y sino mira cómo está todo el pueblo», critica el agricultor José Luis Grande. Como él, cerca de medio centenar de labradores recorren cada día más de cuatro kilómetros para llegar a sus tierras, situadas al otro lado del «desastroso puente». «Sería una gloria recibir el mismo trato que los pueblos de Valladolid, no tenemos los mismos servicios. La Diputación parece que no suelta el dinero».
Las reacciones
Desde la Diputación de Valladolid, su presidente, Jesús Julio Carnero, mostró su «respeto» a la autonomía municipal y manifestó la «neutralidad política e institucional» en la decisión anunciada por el alcalde de San Miguel del Valle de iniciar los trámites para pasar a formar parte de Valladolid. «Creo que en cuarenta años de Democracia no se han cambiado los límites provinciales», señaló.
«Sorprendida» con las declaraciones del alcalde de San Miguel del Valle, la presidenta de la Diputación de Zamora tachó de «electoralista» el ataque por parte del pueblo zamorano. «Si ha perdido subvenciones ha sido por la mala gestión del Ayuntamiento», señaló María Teresa Martín, quien aseguró que la decisión de cambiar de provincia «no tiene visos de prosperar desde el punto de vista legal».
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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