EL NORTE
Valladolid

Vivir con un palomar en el cuarto izquierda

Un piso abandonado de la calle Turina se encuentra atestado de palomas. Los vecinos exigen soluciones ante los problemas de salubridad, ruidos y olores. «Es peligroso vivir así», dicen

Laura Negro

Valladolid

Viernes, 24 de junio 2022, 15:05

Cuando Alberto San José compró su piso en la calle Turina 14, lo hizo «con toda la ilusión del mundo». Sabía que había «un pequeño problemilla» de palomas en el tejado del edificio. No le dio importancia. Hoy, cinco años más tarde, está preocupado, desolado ... y harto de una situación que considera insostenible e insalubre. Justo encima de su casa, hay una vivienda abandonada desde hace décadas, que se ha convertido en refugio para decenas y decenas de palomas y al mismo tiempo, en pesadilla para los vecinos, que están que trinan. «Unos okupas intentaron entrar hace unos años en esta vivienda. Al escuchar ruidos llamamos a la policía. Los okupas, al ver el estado de la casa, se fueron de allí inmediatamente dejando la puerta abierta. Gracias a ese intento de ocupación, nos enteramos de que lo que teníamos encima de nosotros era un auténtico nido de palomas. La casa estaba totalmente impracticable. Los vecinos al verlo, echamos a las aves y al día siguiente, nos empezaron a invadir los bichos. La suerte que hemos tenido es que era un cuarto. Si llega a ser un segundo, el edificio se nos habría llenado de ratas», dice Alberto.

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En el balcón de esta vivienda, se acumulan unos 40 centímetros de palomina. Desde la calle se puede apreciar cómo las palomas campan a sus anchas. La puerta de la vivienda continúa abierta y han sido los propios vecinos los que se han preocupado de sellarla con cinta adhesiva para evitar olores. El suelo de la vivienda se ha convertido en una compacta alfombra de excrementos, de unos 10 centímetros de altura, que incluso, dificulta la apertura de las puertas. «Estamos desesperados. El olor es nauseabundo. No podemos ni abrir las ventanas. Limpiamos las poyatas y al rato ya están otra vez llenas de excrementos. También nos preocupa que la palomina es corrosiva y está pudriendo las cañerías. Es probable que haya filtraciones. Hace dos años, por la corrosión se cayó a la calle, parte del paramento vertical de la ventana, pudo haber dado a alguien. Necesitamos que la Junta o quien corresponda, nos solucione este gravísimo problema», reclama Alberto.

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Imagen. Así se encuentra el interior de la vivienda.

El hedor que desprenden los excrementos de las palomas es insoportable. Por más que se esfuerzan los vecinos en vaciar ambientadores e insecticidas, es imposible camuflarlo. Es demasiado fuerte y desagradable. Otro tema es el gorjeo, que también causa graves inconvenientes a los habitantes de este bloque. «Es insoportable», dicen los que lo padecen de día y de noche. «Es un gru, gru, gru, constante que te taladra la cabeza. Cuando hay tormenta o un gran ruido, se espantan todas a la vez y empiezan a aletear. Entonces el ruido se convierte en algo infernal», dicen los vecinos del tercero.

En el bajo de esta comunidad vive Ezequiel Benito, uno de los propietarios que más se ha movido por las administraciones para buscar una solución a este problema comunitario. Él lleva años sufriendo atascos en los desagües del bloque, debido a la acumulación de excrementos. «Llevo viviendo aquí 30 años y siempre ha habido problemas con la vivienda del cuarto izquierda. Lo que más miedo me dan, son las tuberías generales, porque ya baja mucha porquería por ellas y las arquetas ya se han atascado dos veces», explica.

«Esto es un foco de infecciones», dice Julia de la Peña, otra de las vecinas. «Al verlo y olerlo se te pone el estómago del revés. Sergio Díez, es otro de los afectados. «Nosotros vivimos en el piso de abajo, en la otra mano y no podemos abrir las ventanas porque nos entran las palomas en casa. Ayer mismo, una se estampó contra nuestro cristal. Estamos constantemente en tensión», dice.

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Una vivienda a nombre de un ministerio extinto

MDV Administradores es la empresa encargada de la gestión de esta comunidad. Llevan años denunciando este grave problema. «Al fallecer hace años la propietaria de la casa, sus herederos no quisieron hacerse cargo de la propiedad y ésta fue devuelta al Ministerio de la Vivienda, un ministerio que actualmente no existe. Todo el patrimonio que existía a su nombre, fue cedido a la Junta de Castilla y León cuando se realizaron las transferencias a las comunidades», cuentan Clara y Ana de MDV Administradores. «Nos ha costado años que la Junta reconociese su propiedad, aunque registralmente no han modificado nada y sigue a nombre de un ministerio que lleva más de 30 años extinto, con lo cual el margen legal de actuación queda anulado, ya que judicialmente se condena y persigue al causante del problema, que en éste caso, ya no existe», continúan.

«El problema con las aves se ha ido agravando con el paso del tiempo. Lo denunciamos a la policía municipal, la cual dio fe del estado de la vivienda y pasó informe a los servicios veterinarios del Ayuntamiento. Éstos, a su vez, realizaron informe del estado insalubre de la vivienda y del peligro que puede suponer para el resto de los propietarios. De ésta última actuación han transcurrido 3 años, y lo último que hemos conseguido de la Junta, es que reconozca su propiedad, pero alega no tener dinero para efectuar ni limpieza ni arreglo alguno. No entendemos que aleguen eso cuando tienen equipos especiales para este tipo de trabajos. Y en cuanto al ayuntamiento, tal vez no sea su competencia, pero los 9 vecinos del bloque, son ciudadanos que están pagando sus impuestos religiosamente en esta ciudad y que tienen un grave problema sanitario que necesita solución urgente», recalcan.

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Los vecinos se ven atados de pies y manos. «Nosotros por ley no podemos entrar a limpiarlo. Si no… ya lo habríamos hecho nosotros, porque no podemos estar así», dice Alberto desencajado. «Además están las deudas que ha generado la vivienda con la comunidad después de tantos años sin pagar ni un céntimo. Con la reforma de ley del año pasado, sólo podríamos reclamar los últimos 5 años. La comunidad está dispuesta a olvidarse de la deuda, con tal de que se haga una limpieza en condiciones, se arreglen las ventanas para que no entren más palomas y se arreglen los paramentos. Hay vidas en juego», terminan las administradoras de fincas.

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