Valladolid

Una veintena de técnicos revisan y trasladan las piezas de la Vera Cruz

Una veintena de técnicos integran el equipo de rescate y preservación de las históricas imágenes de esta hermandad vallisoletana en un proceso de urgencia por lo que significan las circunstancias acontecidas aún en un marco de máxima seguridad tanto para las personas como para las propias tallas. Es más, al examen iniciado realizado ayer por la directora del Centro de Conservación y Restauración de la Fundación de Las Edades del Hombre, Consuelo Valverde, con un mensaje de tranquilidad y un resultado positivo de su inspección visual sobre las imágenes, ratificando el informe firmado el jueves, hoy se han sumado a la tarea una veintena de técnicos tanto de esta propia entidad como de la Unidad de Riesgos y Emergencias en el patrimonio cultural de la Junta de Castilla y León con técnicos especializados en el ámbito de la escultura así como del Centro Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León (CCRBC) de Simancas.

Un operativo de emergencia para una situación de urgencia, como coinciden en apuntar la propia directora y el alcalde presidente de la hermandad, Raúl Díez Segovia, que desde pasadas las 8 de la mañana de este viernes han trabajado de manera cuidadosa y escrupulosa en las zonas de seguridad acotadas por la nave central del templo para hacer este traslado de la manera más rápida posible siempre salvaguardando la protección de las obras al máximo. Y se ha cumplido: por el cuidado en la preservación del arte y la rapidez en las tareas que se han prolongado durante cinco horas, hasta cerca de las 2 de la tarde.

Así, al comienzo de la jornada accedió al interior un pequeño camión de la Fundación de Las Edades del Hombre con grandes cajones adaptados al transporte de este tipo de esculturas. «Grandes estructuras de madera con anclajes en su interior donde a su vez se adaptan las grandes piezas para una mudanza perfecta y sin que sufra el menor riesgo», explicó la responsable de Las Edades del Hombre. Es más, desde la penitencial son tan recelosos de esta labor casi íntima que en el propio templo sólo existen las cámaras fotográficas de los técnicos en conservación y restauración «con el objetivo de respetar al máximo el tránsito y el momento haciendo una simple pero importante referencia documental» no pudiendo retratar nadie más este momento de la historia local.

Nuestra Señora de la Vera Cruz ha sido la primera de las imágenes con la que se ha trabajado esta mañana descendiéndola con sumo cuidado desde su camarín hasta el suelo donde, de una manera más cómoda que en el propio altar, los técnicos en la materia han procedido a otro chequeo visual de la talla y todos sus detalles con especial atención en el rostro, las manos y los pies además del sobresaliente paño de pureza que tiene esculpido. La primera en bajarse por afecto patrimonial y por devoción pero sobre todo por las ganas que tenían sus cofrades de encontrarse cara a cara con ella tras lo sucedido.

«Un trabajo muy delicado», como reconocían todos los intervinientes, «encontrarte personalmente y enfrentarte profesionalmente con esta Virgen de Gregorio Fernández, una de sus obras cumbres, en una situación de trabajo en la que jamás hubiéramos pensado». Y, en este proceso, con un silencio casi sepulcral sólo roto por las propias indicaciones de las maniobras, los cofrades de la Vera Cruz, los comisarios de cada paso procesional, para facilitar y ayudar a los conservadores y restauradores. «Momentos únicos y emotivos aún en estas circunstancias», apuntaba Beatriz Tovar, la secretaria de la cofradía.

Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna, Ecce-Homo y La Oración del Huerto, las otras grandes obras del imaginero Fernández, por este orden, se han ido bajando de sus hornacinas entre técnicos y un número muy reducido de cofrades para embalarlas en cajas o bien para protegerlas simplemente con tisú dadas las grandes dimensiones de las mismas, la eventualidad y el apremio del momento.

Y sobre todas, el mismo chequeo, como recalcaba Consuelo Valverde, la inspección visual que corrobora que las piezas no han sufrido daños aparentes aún estando pendientes en los próximos días de más controles para detectar, o no, posibles efectos sobre la madera en relación a los cambios de humedad y temperatura a las que se han visto sometidas desde el martes al estar albergadas en un espacio casi a la intemperie. Entre los detalles del traslado, asimismo, destaca que a las imágenes de la Dolorosa de la Vera Cruz y la del Cristo de la Oración del Huerto se les han retirado las manos, las únicas esculturas que se desmontan en este sentido, para su mejor manipulación y envoltura.

Y junto a otras obras, el gran símbolo de arraigo devocional y fundacional de esta histórica cofradía: el Lignum Crucis, el vestigio de la Cruz de Cristo que posee la hermandad en un relicario, que también ha sido trasladado y cuya existencia proviene del Santuario de Santo Toribio de Liébana en los primeros siglos de existencia de la penitencial.

«Los trabajos han sido complicados por la dimensión de las piezas, la altura, su volumetría y la cantidad de pliegues que presentan, por eso han sido unas tareas de especial delicadeza», ha descrito la directora del área de la Fundación de Las Edades del Hombre, una de las encargadas del diseño de este operativo de emergencia del que resalta y felicita «la gran labor realizada por muchos compañeros de la fundación». «Ha sido una gran labor y un gran despliegue del que todos hemos aprendido mucho y nos sentimos muy orgullosos del resultado por la dificultad del mismo con una compleja logística».

Un despliegue, precisamente, cuya primera fase concluía al mediodía con la mudanza de las piezas a la Catedral de Valladolid donde la propia entidad de Las Edades del Hombre instalará desde este lunes lo que ellos mismos denominan «taller de campaña», un espacio acotado en la Seo donde los conservadores y restauradores trabajarán sobre las piezas para devolverlas a su máximo esplendor con una tarea principal que será aspirar la gran cantidad de polvo y suciedad que las envuelve como consecuencia del desplome de la linterna y de la cúpula con una ingente cantidad de cascotes de cemento, yesos, ladrillos, tejas y otros materiales que, aunque cayeron a plomo en el crucero del templo, lo cierto es que también provocaron un pequeño boquete en el suelo de piedra del mismo.

La semana próxima, asimismo, fuentes de la hermandad confirman el traslado del Cristo del Humilladero y del grupo monumental de El Descendimiento también a la Catedral. También se les someterá al oportuno proceso de limpieza y restauración y, como a todas las obras cada una según se necesite, se procederá a realizar un «exhaustivo» documento de las patología encontradas y el estado de la recepción de las obras. Posteriormente, sin fecha definida aún, se trasladarán a la Iglesia de San Miguel y San Julián, que es a su vez la matriz parroquial de la Penitencial de la Vera Cruz.

El otro gran paso procesional de la Vera Cruz, La entrada de Jesús en Jerusalén, el conjunto procesional más antiguo de la ciudad -del siglo XV- conocido popularmente como La Borriquilla, también será restaurado pero en este caso se conservará en la Casa de Hermandad de la Vera Cruz contigua a la iglesia y con acceso por la calle Rúa Oscura.

Pero el complejo proceso de preservación de estas valiosas imágenes referentes del barroco español y, más en concreto, exponentes inigualables del arte de la Escuela Castellana del siglo XVII con Gregorio Fernández como insigne escultor, ha traspasado casi lo inimaginable, según describían desde la propia Fundación de Las Edades del Hombre «donde su colaboración y dedicación ha sido plena e imprescindible», reconocía el máximo responsable de la hermandad, Raúl Díez Segovia, hasta el punto de que con motivo de la celebración de la exposición Hospitalitas, la nueva edición de Las Edades del Hombre que comparte sede entre Villafranca del Bierzo (León) y Santiago de Compostela entre los meses de junio y noviembre de este año, la propia entidad tenía la logística dividida entre Castilla y León y Galicia.

Esta circunstancia ha motivado que se haya organizado un operativo de trabajo de urgencia y, por ejemplo, varios operarios hayan viajado durante esta pasada noche desde las dos localidades mencionadas recogiendo las voluminosas cajas de embalaje para dotar de toda esta infraestructura en la Iglesia de la Vera Cruz de Valladolid a partir de las 8.00 horas. «Un despliegue sinigual», reconoce Consuelo Valverde, que han ampliado con otro vehículo desde la matriz de Valbuena de Duero.