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Fue la primera vez, y la última, que Valladolid fue sometida al azote de vientos huracanados. Aquel sábado, 25 de febrero de 1989, la capital voló literalmente por los aires al paso de las rachas más violentas registradas jamás, que alcanzaron un pico inédito de ... 128 kilómetros por horas a las doce y media del mediodía. Nunca antes, ni después, se había registrado tal velocidad. Y las consecuencias fueron fatales. Aquel vendaval dejó dos muertos y sesenta heridos, además de un reguero de daños sin precedentes en el casco urbano.
Los coletazos del huracán Kirk, que este miércoles ha sacudido también con violencia a la ciudad, tan sol han alcanzado un pico de 69 kilómetros por hora, y de 96 y 95 en la provincia, en Fuente El Sol y Villalón de Campos, respectivamente. Nada que ver con aquella jornada negra de hace 35 años, cuando el temporal comenzó a azotar a la ciudad por vez primera en su historia con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora (se consideran huracanadas a partir de este registro) y el mencionado pico de 128.
«Antenas, tejas, canalones, farolas, ventanas y paneles publicitarios» volaron por los aires en aquel fatídico 25 de febrero del 89, tal y como recogía la crónica de una jornada en la que perdieron la vida dos hombres, un joven de 31 y un jubilado de 76. Al primero le golpeó una valla en la cabeza cuando caminaba, justo después de aparcar su coche, por la carretera de Rueda, a la altura del número 8, en La Rubia, a las once y media de la mañana. El segundo, un vecino de la calle Doctor Fleming, en el barrio del Hospital, se cayó una hora después al patio interior del bloque de pisos del número 23 al ser derribado por el viento cuando «limpiaba de carbonilla la galería de uno de los pisos superiores», tal y como recogía la crónica de El Norte de Castilla sobre lo ocurrido.
Las mayores rachas de viento de la historia en Valladolid
128 kilómetros por hora Alcanzados el 25 de febrero de 1989.
119 kilómetros por hora el 16 de diciembre de 1989.
112 kilómetros por hora el 14 de enero de 2010.
106 kilómetros por hora El 15 de octubre de 1987.
El reguero de daños, materiales y personales, fue interminable en aquella ventosa jornada. Cinco trabajadores de Renault resultaron heridos al verse obligados a saltar al vacío ante el desplome de una grúa, a una mujer le cayó un árbol encima en la calle Mariano García Abril, unas tejas caídas alcanzaron a varios viandantes en la calle Santiago... Y así hasta sumar la friolera de sesenta heridos registrados ese día solo en la capital, en el que los Bomberos tuvieron que multiplicarse para realizar más de sesenta intervenciones diseminadas por todo su callejero.
La provincia, por supuesto, no se libró del vendaval y la casualidad quiso que las fuertes rachas propagaran un incendio registrado aquella misma mañana en una casa de Nava del Rey y que fueran, al final, trece las viviendas destruidas por las llamas. Allí, por fortuna, no hubo que lamentar heridos.
Valladolid nunca antes, al menos con datos registrados en su historia reciente, y desde luego nunca después ha vuelto a verse sacudida por vientos huracanados. El mayor pico registrado en la provincia, eso sí, alcanzó los 133 kilómetros por hora en Villanubla el 23 de enero de 1971.
En cuanto a los peores vendavales, o mayores rachas de viento, sufridas por la capital, la lista lo encabezan esos 128 kilómetros por hora del 25 de febrero de 1989, seguidos de cerca por otro más que notable pico de 119, alcanzado ese mismo, año, el 16 de diciembre -entonces no hubo tantos daños ni de lejos-. La tercera mayor racha, ya en el siglo XXI, se produjo el 14 de enero de 2010, cuando Valladolid prácticamente voló por los aires, y así lo recogió la crónica de lo ocurrido, al alcanzar el viento una punta de 112 kilómetros por hora.
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Eva Esteban
Sergio García
La jornada del 14 de enero de hace catorce años estuvo, en efecto, marcada por los daños causados por el vendaval, que derribó decenas de árboles y vallas por toda la ciudad. No hubo heridos de consideración, aunque sí una zona cero del temporal, el paseo de Isabel la Católica, donde el viento derribó una hilera de árboles de gran porte que se desplomaron sobre la calzada.
Para encontrar la cuarta jornada en la que se superaron los cien kilómetros por hora en la capital hay que remontarse al 15 de octubre de 1987, cuando se registró un pico de 106. Los coletazos de Kirk, en este desapacible 9 de octubre de 2024, 'solo' han llegado a 69 kilómetros por hora y han dejado, eso sí, un considerable reguero de daños por la ciudad, en cuanto a los árboles, fruto de las copiosas lluvias del pasado fin de semana, cuando se recogieron 30 litros por metro cuadrado en 48 horas, la mitad de todo lo esperado para todo el mes de octubre.
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