Valladolid ve reforzadas sus empresas grandes y sufre una criba de micropymes

La conclusión es, a simple vista, que las empresas de Valladolid han ganado en tamaño con respecto a hace cuatro años mediante la creación de empleo en sí y también gracias a la disminución de integrantes que ha sufrido el censo empresarial de la Seguridad Social. Mientras el número de vallisoletanos empleados en el sector privado ha aumentado el 2,07%, el de empresas ha descendido el 2,85%.

La 'reconversión' del tejido empresarial, sin embargo, no ha sido igualmente positiva para todos los sectores en los que desarrollan su actividad ni tampoco para las empresas según sea su tamaño.

A la hora de analizar su evolución, el INE permite conocer que las empresas activas registradas en su directorio desarrollaron en 2022 sus actividades en 38.676 locales (o unidades locales) implantados en la provincia. Disminuye, con respecto a cuatro años antes, el número de unidades locales activas en todos los tramos de entre 0 y 19 asalariados; mientras que aumenta el censo empresarial entre las que tienen más de 20 personas contratadas.

Así, los locales empresariales sin asalariados se redujeron en 350 unidades, hasta 21.508 y los de uno o dos empleados menguaron en 378, hasta 9.886. Dos empresas menos es el balance de las de tres a cinco personas; 59 menos en el caso de las de seis a nueve asalariados (1.557);y cinco menos en el tramo de 10 a 19 (hasta 1.106). Los incrementos se concentran en el tramo de 20 a 49 empleados, con 10 empresas más, hasta 637;en el de 50 a 99 personas, con 15 más hasta 191; y en el de 100 o más, con 14 unidades locales más, hasta totalizar 177.

Desde el punto de vista sectorial, de las cinco actividades en las que se agrupan el mayor número de empresas, todos sufren pérdida de integrantes. Los 5.592 comercios minoristas sufren una merma del 5,2%; los 2.921 locales dedicados a la hostelería caen el 9,4%; los comercios mayoristas descienden el 8,2%, hasta 2.525; las constructoras se reducen en el 9,4%, hasta las 2.154;y las empresas dedicadas a la construcción especializada, el 1,5% menos hasta 1.994.

Las diez áreas de actividad que mayor número de unidades locales ganan en Valladolid entre 2019 y 2022 son las que tienen que ver con la descontaminación y otros servicios de gestión de residuos (pasan de 3 a 7); las de refino de petróleo (de 1 a 2); telecomunicaciones (de 41 a 70); fabricación de otro material de transporte (de 6 a 10); actividades postales y de correos (de 124 a 198); actividades de programación y emisión de radio y televisión (de 12 a 18); recogida y tratamiento de aguas residuales (18 a 26); industria del cuero y del calzado (de 3 a 4); industria química (de 21 a 28); y de transporte por vías navegables interiores (de 3 a 4).

Según explican desde la patronal de las pequeñas y medianas empresas (Cepyme), las variaciones producidas de 2019 a 2023 dan indicios de un cambio en la composición del parque empresarial español. «Aunque el comercio sigue siendo la sección con más cantidad de empresas con empleados, con un 21,7% del total, su cuota es un punto porcentual menor que en abril de 2019. La construcción ganó peso, con un alza de ocho décimas, hasta el 10,6%. La hostelería se mantiene en el mismo porcentaje sobre el total que hace cuatro años».

La asociación empresarial constata la disparidad en la recuperación económica por sectores y por tamaño corporativo. «Construcción, ocio y cultura son los sectores en clara expansión, y contrastan con las dificultades en agroganadería, manufacturas y comercio y la recuperación menos pujante en sanidad, transporte y educación».

Entre las empresas medianas y grandes que más tamaño han ganado en Valladolid en estos años –que el INE agrupa en el tramo de más de 100 empleados y cifra en 177 unidades locales–, el mayor número se enmarcan en los sectores educativo (23 empresas); en el comercio al por mayor o menor (15); la industria de la alimentación (13), los servicios a edificios y actividades de jardinería y actividades sanitarias (11 cada una), la fabricación de vehículos de motor y las actividades relacionadas con el empleo (8 cada una) y los servicios de comidas (7).

Que la mayor criba se esté produciendo entre las empresas de menor tamaño lleva a la presidente de la patronal provincial, Ángela de Miguel a advertir de que éstas en particular llevan «meses sufriendo condiciones desfavorables para su actividad debido a la incidencia de la inflación y a los continuos aumentos de costes aprobados por el Gobierno». Así, cita desde la revalorización de casi el 50% del salario mínimo a la subida de las cotizaciones a la Seguridad Social o a unas cargas burocráticas que «asfixian» a las empresas.

Para la presidenta de CEOE Valladolid, la actual situación económica no es favorable para la inversión porque se echa de menos más certidumbre y seguridad jurídica, un marco favorable y nayor agilidad por parte de la administración en la gestión de las ayudas; además de reducciones de costes e impuestos.