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Bailes al son de los ritmos cubanos en Portugalete. Aída Barrio

Valladolid se llena de bandas sonoras para todos los públicos en una fiesta comprimida

El intenso programa de actividades mezcla la megafonía de la carrera con la música cubana, el folclore y las notas del conservatorio

Antonio G. Encinas

Valladolid

Domingo, 12 de mayo 2024, 14:54

San Pedro Regalado tiene banda sonora. Tiene muchas, en realidad, que en ocasiones se confunden sobre el tapete de asfalto repleto de gente que aprovecha el buen tiempo. No sales del eco de un altavoz de la Plaza Mayor y enfilando la Bajada de ... la Libertad ya te llegan los compases de Portugalete. Y cuando regresas a la Plaza ha cambiado la pista, como un Spotify con el algoritmo pasado de vueltas, y ya no estás en el mismo ambiente que hace apenas media hora.

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Es cosa de estas fiestas primaverales, que tienen un poco de a bote pronto. Se concentran muchas cosas en pocos días y sucede igual que con el tiempo, que te levantas con fresco, te achicharras a mediodía, te cae una tormenta a media tarde antes de volver a atorrarte y acabas por la noche con la rebequita. Así que la banda sonora de San Pedro Regalado comenzó con la megafonía atronadora de la carrera del Día de las Familias, con ese ánimo a los atletas micro en mano acompañado por alguna música de ritmo machacón, como de galeras romanas. Uno, dos, uno, dos, uno, dos. Aquí el peligro es que la percusión discotequera marque el ritmo de carrera de JaviGuerra, un maratoniano de a 2,55 el kilómetro en esta distancia, y tú, con medias de compresión y un par de cañas de más la noche anterior, eches el bofe por acelerado.

Lleno en el patio de butacas, y con mucha gente de pie, en el concierto del conservatorio de Valladolid. Aída Barrio

Cuando ya eran más los que habían llegado que los que aún estaban en carrera, en Portugalete se arrancaban con los sones cubanos. Pegadizos como un caramelo tofe rebozado con sugus. Tanto que un turista ya mayorcito, con su gorra, no puede evitar que se le vayan los pies y avanza junto a la catedral con un pasito pa' alante, dos pasitos pa' atrás y meneíto de cadera. Vamos, que va para atrás en vez de avanzar, con lo que su compañera de excursión se queda hablando sola. En la misma 'pista' en la que el día anterior se coreografiaban las danzas del mundo, esta vez Cuba impregnaba los bailoteos de las parejas de las escuelas de baile de Valladolid. 'Low battery', decía la camiseta de una chica pelirroja con un gato sesteando. No era cierto. Allí había batería para un rato largo a pesar del solazo. Hasta una pareja que tomaba algo en la terraza del Pispás se lanzaba a bailar al margen. Como una señora con la chaqueta doblada sobre el bolso, que al paso junto a la pista deja escapar un par de pasitos mientras mueve las manos.

Regresas a la Plaza Mayor y ya no hay apenas corredores, aunque alguno, como la concejala Mayte Martínez, sigue en traje de faena y los organizadores terminan de desmontarlo todo. Las sillas que sirvieron para el avituallamiento y el descanso de los corredores se han llenado con el público que espera para ver el concierto por el centenario del conservatorio de música. Los más jóvenes empiezan a tocar, como si fuera una Oscyl en estado embrionario, vete a saber si en un futuro no serán los que embriaguen al público del Delibes. De momento, lo hacen al aire libre, con el suelo lleno de fundas de instrumentos y parte del público cómodamente sentado en las terrazas. A la del Continental llega un tipo de unos cuarenta. Le espera la pandilla colocada en semicírculo y se marca un par de pasos de baile mientras los trombones ejecutan una versión del 'I feel good, so good, cause I got you'.

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Actuación de los jóvenes estudiantes del conservatorio. Aída Barrio

Luego le toca a la banda sonora del Rey León, interpretada por los alumnos de 12 a 16 años y flamean los móviles del público listos para grabar. Inasequibles al desaliento pese a la tostada que cae a plomo en la Plaza Mayor. A 23º pero sin demasiada sombra para guarecerse, por más que alguno la busque al lado de la mesa de sonido.

Pero el vértigo sonoro no acaba ahí.Porque el programa se comprime y por la tarde, a eso de las 17:45 horas, está previsto que el folclore de las casas regionales tome la calle Santiago. Andalucía, Ávila, Cantabria, Galicia, Melilla, Murcia, Comunidad Valenciana, Zamora, Casa Charra, Centro Asturiano y Centro Leonés. Sin contar con que a la banda sonora urbana contribuyen, también, los olés de la Plaza de Toros. Aunque para saber si esa contribución es mayor o menor hay que esperar a que los diestros empiecen la faena.

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Viajar sin salir del centro. En una jornada y pico, Cuba, música de orquesta, dulzainas y luego, en Portugalete, 'Cuidado con el perro' y 'Iker Piris & The Blue Bells'. Y DJ's en la pista de skate de la Rosaleda. SanPedro Regalado se vive a golpe de terraceo y banda sonora para todos los públicos.

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