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Las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019 ratificaban como presidente del Gobierno a Pedro Sánchez y en enero de 2020 arrancaba la XIV ... Legislatura con la novedad de la división del área de empleo en dos ministerios: Trabajo y Economía Social por una lado e Inclusión, Seguridad Social y Migraciones por otro. Después vendrían el estallido de la pandemia, la crisis energética, la reforma laboral, la guerra de Ucrania, la espiral de inflación y los fondos europeos de recuperación hasta llegar a un mes de agosto de 2023 en el que el día 17 dio comienzo la XVLegislatura. El balance del mercado laboral que arroja Valladolid tras estos 43 meses se resume así: 6.135 parados menos y 8.028 afiliados a la Seguridad Social más, con especial incidencia de la creación de empleo indefinido y un 'boom' de la contratación de extranjeros.
Las gráficas de evolución que muestra el mercado de trabajo en estos últimos tres años y medio presentan, en su primer tercio, la dentellada de la covid-19. Valladolid entraba en 2020 con 29.749 parados registrados y despedía ese año con más de 36.000 debido al terremoto provocado por la emergencia sanitaria. A partir de entonces, incólume a la incertidumbre y los contratiempos que han impregnado la fase de recuperación, el desempleo volvía a tomar la senda descendente y llegaba al mes pasado con un registro de 23.614 personas inscritas en el servicio de empleo.
Son 6.135 parados menos entre enero de 2020 y julio de 2023, equivalentes al 20,6% del total. En la comparación relativa, no a todos los sectores les han ido igual las cosas: hay bajadas de más del 30% y menores del 8%.
16.487
son los afiliados extranjeros de la provincia vallisoletana, 4.056 más que en enero de 2020, un aumento del 32,6%
El desempleo se ha reducido de forma significativa en el sector industrial (34,9%), en el agroganadero (32,2%) y en la construcción (30,9%). El sector servicios es el que más ha visto reducido su número de desempleados en cifra absoluta (3.672 personas), pero el porcentaje de descenso, del 18,2%, pone de manifiesto cómo sus actividades son las más afectadas por los acontecimientos.
Mención aparte merece el colectivo sin empleo anterior, que agrupa a los recién incorporados al mercado laboral y a quienes llevan más de un año en el paro. Se han reducido el 7,3%, hasta 2.642 desempleados inscritos, lo que supone apenas doscientas personas menos.
Ese 20% de descenso del paro registrado en Valladolid en la última legislatura ha sido dispar por sexos y los hombres han salido más beneficiados que las mujeres:3.200 parados menos varones (26%) y 2.900 menos entre ellas (16,8%).
Gracias al mecanismo estatal de protección de los ERTE, el boquete causado por la pandemia en la afiliación a la Seguridad Social fue menos grave. De los 217.652 ocupados en enero de 2020, en junio se habían perdido más de 6.000, pero en diciembre ya se habían recuperado casi 4.000.
A partir de ahí, la progresión positiva ha sido tal que el pasado mes de mayo, Valladolid batía el récord de afiliación, vigente desde noviembre de 2007, cuando el sistema contabilizaba en la provincia 222.045 afiliados en alta laboral. El mes pasado ya tenía 225.680, el 3,7% más (8.028 personas) que al inicio de la legislatura.
Más determinante que cómo le han ido las cosas laboralmente a hombres y mujeres con Yolanda Díaz y José Luis Escrivá al frente de empleo (hay 4.750 afiliadas más, el 4,6%, y 3.275 afiliados varones más, el 2,8%) es en este caso la evolución de los extranjeros inscritos en el sistema. Con las empresas alertando de la existencia de miles de vacantes sin cubrir y con el mercado demandando muchos más puestos elementales o de baja cualificación que de lo contrario, la entrada de trabajadores foráneos son dos de las cuatro patas de la recuperación.
4,6%
aumenta la afiliación entre las mujeres (4.763), hasta un total de 106.153 ocupadas; mientras que los hombres inscritos a la Seguridad Social crecen el 2,8% (3.275), hasta 119.527
De los 12.431 afiliados extranjeros de arranque a los 16.487 del punto final se produce un incremento del 32,6%. Son 4.056 personas más, es decir más de la mitad del total de empleo creado en la recién despedida legislatura.
Con datos autonómicos, tres nacionalidades concentran la cuarta parte de los trabajadores extranjeros: marroquíes, colombianos y venezolanos. Los mayores aumentos en el último año se ha producido entre los venidos de Colombia, Perú y Venezuela.
Las actividades profesionales con balance positivo son mayoría, si bien también hay algunos que tienen hoy menos gente trabajando que hace tres años y medio. Las de mayores incrementos de afiliados a la Seguridad Social son las sociosanitarias (18,8%) y las de información y comunicaciones (16,6%), junto con las agrícolas y ganaderas y las profesionales y científicas, con más del 15% de aumento;y las inmobiliarias y la construcción, con más del 13%.
Arrojan leves incrementos o ligeros descensos la hostelería, la educación, el comercio y la industria manufacturera;mientras que presentan un saldo negativo las actividades artísticas (7,6%), las financieras (6,6%) y las administrativas y servicios auxiliares (5,4%).
Desde el punto de vista de la edad de los trabajadores, la estadística de la Seguridad Social pone de manifiesto las dificultades del mercado laboral vallisoletano para dar empleo a personas de entre 25 y 44 años. La afiliación crece en casi 3.000, más del 27%, entre los más jóvenes (16-25) y también lo hace en todas las franjas de edad por encima de los 45 años (el 8% hasta los 54 y más del 13% a partir de entonces). Sin embargo, la cifra de ocupados desciende en las franjas de 25 a 29 (el 2,9%);de 30 a 34 (el 4,3%);y de 35 a 45 (más del 11%).
La aprobación en diciembre de 2021 de la reforma del mercado laboral con el objetivo de poner coto a la precariedad y la temporalidad ha sido a la postre el factor más definitorio de la legislatura. La reforma terminó con el contrato por obra o servicio, dejó un único contrato temporal con causalidad restringida, y ha dado protagonismo a los fijos discontinuos (que van al paro durante su inactividad pero no computan como desempleados), antes un tipo de contratación residual.
El resultado es evidente: dentro del cuerpo laboral total de la provincia, los indefinidos a tiempo completo han pasado de representar el 49% a suponer el 57% y los a tiempo parcial, del 12% al 15%. Los fijos discontinuos pasan del 1,4% al 2,8%;mientras que los contratados de forma temporal disminuyen del 17% al 11%en el caso de los de jornada completa y del 10% al 4% los parciales.
La legislatura no ha sido propicia para el trabajo por cuenta propia y Valladolid ha perdido casi 1.000 afiliados al RETA, hasta situarse la cifra en 34.847, el 16% del total del sistema. La pérdida se concentra en los sectores del comercio, hostelería, industria, agricultura y educación. A la vez, presentan aumentos las actividades científicas y técnicas, las sanitarias y el transporte.
El periodo 2020-2023 sí ha sido favorable para el empleo público. De los 8.000 afiliados ganados, 4.602 lo son a sueldo de las administraciones. Mientras la afiliación total crece el 3,6%, la del empleo público lo hace el 14,3%. El incremento es algo menos en el caso de la Junta y la Administración General de Estado y escala hasta el 16,2% en el de la Local.
El mercado laboral emite algunas señales que apuntan a que el ritmo de descenso del paro y creación de empleo, aun siendo todavía positivo, tiene problemas para mantener el empuje demostrado en la salida de la pandemia. El desempleo subió en Castilla y León el pasado julio por primera vez para ese mes desde 1982. En Valladolid, además, lo hizo con cierta acentuación, ya que fueron 423 personas más las inscritas en el SEPE, el 1,82%, cuando en la comunidad el aumento fue del 0,08% y en el conjunto de España se produjo un leve descenso (0,41%). En cuanto a la evolución de la afiliación a la Seguridad Social, después de despedir julio con una media de 225.680 inscritos en la provincia, que es máximo histórico, el ritmo de contratación se ha frenado en agosto y tras la primera quincena la cifra cae en más de 1.600 personas, hasta 224.011. En su último informe de previsiones del mercado de trabajo, la Fundación Adecco advierte de que si bien el paro registrado ha encadenado 27 meses seguidos de bajadas en España, su descenso se debilita en los últimos tiempos y la reducción en el trimestre mayo-julio (4%) es la menor desde 2012 (exceptuado el excepcional 2020). El mes pasado, la afiliación aumentó en el país tan ligeramente que fue el cuarto peor julio de los últimos 20 años, con un crecimiento anual de un 2,71%, un dato que vuelve a insinuar una desaceleración. El crecimiento de la afiliación del trimestre mayo-julio (1,3%) es el menor desde 2013.
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