Valladolid frena su crecimiento por la llegada de menos extranjeros y el alza de la mortalidad

El incremento entre enero y junio de este 2024 ha quedado limitado a 693 personas y esta desaceleración se ha hecho todavía más evidente durante el segundo trimestre del año. Hasta marzo, hubo un crecimiento de 518 personas. En la primavera (de abril a junio), el censo apenas aumentó en 175. Valladolid crece, sí. Pero no lo hace con el brío al que nos acostumbró 2023.

En Valladolid, a 1 de julio de 2024, vivían 525.897 personas. Son las cifras más recientes de la Encuesta Continua de Población publicadas este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística. Se trata de unos datos provisionales, que serán considerados como definitivos una vez que se apruebe el censo (en una operación que suele realizarse a finales de año). Pero, aun siendo temporales, estos datos ofrecen una fotografía muy precisa de la demografía del país. Para estos cálculos, se tiene en cuenta una «medición cuantitativa de la población con residencia habitual en España» y se hace, además, una primera estimación de las migraciones exteriores. En ella se incluyen los principales países de procedencia de los extranjeros llegados a España. Y a partir de ahí, se puede empezar a encontrar explicaciones a las cifras absolutas.

¿Qué ocurre en Valladolid para que se haya frenado su ritmo de crecimiento? La primera causa habría que buscarla, precisamente, en esa cifra de población extranjera. El INE dice que el 1 de julio de 2024 residían en la provincia 53.663 personas que habían nacido fuera de España. Es la cifra histórica más alta de población foránea. Suponen el 10,2% del total. Uno de cada diez vecinos de Valladolid han llegado de otros países. El fin de la pandemia marcó un punto de inflexión en las cifras migratorias de la provincia (en realidad, del conjunto del país).

Después de unos años de descenso en los registros de población extranjera (entre 2012 y 2017 por la crisis y las altas tasas de paro) y de una ligera recuperación posterior, el cierre de fronteras motivado por la covid y el límite a los movimientos entre países congeló la llegada de foráneos. Sin embargo, desde el verano de 2021, las cifras comenzaron a crecer, sobre todo con población llegada de Sudamérica, con Colombia y Venezuela a la cabeza. En tan solo tres años, Valladolid ha recibido 16.720 personas nacidas en otros países. El mayor avance se dio en el último trimestre de 2023, con 1.659 incorporaciones de población foránea al censo. En el primer trimestre de 2024 fueron 944. En el segundo trimestre (de abril a junio), la cifra se ha quedado en 624.

Así, Valladolid crece menos por esta vía. El INE ofrece las tres nacionalidades con más intensidad de movimientos. Fueron Colombia (con 380 llegadas, cuando hace dos trimestres fueron 500), Venezuela (con 240, frente a las 290 de finales de 2023) y Marruecos (con 200, frente a las 300 de hace seis meses). Pero, al mismo tiempo, también han aumentado las salidas de Valladolid al extranjero u otras provincias. Así, durante este segundo semestre se han marchado 140 personas nacidas en Marruecos, 100 de Colombia y 90 de Bulgaria. Estos movimientos impactan de lleno en las cifras finales de población en Valladolid.

Pero, además, hay otra explicación, vinculada con los autóctonos. En Valladolid residen, a 1 de julio de 2024, un total de 472.234 vecinos nacidos en España. Son diez mil menos que los que había hace cinco años. En el segundo semestre de este 2024 ha bajado en 449 personas. Esta cifra se sitúa en el entorno de los últimos trimestres, pero se aleja de lo ocurrido en 2023 (era mucho menor) y sobre todo de la de 2020 y 2021 (cuando fue mucho más elevada por la alta mortalidad vinculada con la covid).

¿Qué ha pasado en este arranque de 2024? Para intentar hallar una explicación habría que asomarse a otra estadística del INE, la vinculada con las cifras provisionales de nacimientos y defunciones. Entre enero y mayo (a finales de este mes se publican los datos de junio), nacieron en Valladolid 1.256 bebés. Es una cifra ligeramente superior (48 más) a la del mismo periodo de 2023. Por ahí, una buena noticia.

Pero, si nos fijamos en las esquelas, la situación se complica. En este arranque de 2024 fallecieron 2.449 vecinos en Valladolid. En los cinco primeros meses de 2023 fueron 2.289. Ha muerto más gente. Así, la diferencia entre nacimientos y defunciones se ha agrandado. La provincia sufrió un crecimiento vegetativo negativo de 1.081 personas entre enero y mayo de 2023. Ha sido una pérdida de 1.193 en los cinco primeros meses de 2024.

De este modo, si llega menos población extranjera y el descenso entre los nacionales es más acusado, se puede comenzar a entender este menor ritmo de crecimiento en el padrón vallisoletano durante estos últimos meses. Esta situación no es exclusiva de Valladolid, sino que el freno también se ha constatado en el conjunto del país. España alcanzó su récord histórico de población el 1 de julio, con 48.797.875 habitantes. Es un avance del 0,14% con respecto al trimestre pasado. Pero es que el avance anterior fue del 0,21%.

Casi todas las comunidades sufren además este menor avance. Incluso, en casos como Castilla y León (también en Andalucía y Extremadura), esto conduce a un retroceso de habitantes. La población de la comunidad autónoma cayó en 652 personas en el segundo trimestre y se queda en 2.389.321 habitantes. Por provincias, hay avances en Valladolid (175), Salamanca (68), Segovia (161) y especialmente Burgos (277). Soria se mantiene casi estable (pierde un habitante). Palencia se deja 77 residentes. Y la sangría demográfica se ceba de nuevo con Ávila (-326) y especialmente el noroeste de la comunidad (son 313 residentes menos en Zamora y 617 en León).