Valladolid abre hoy un centro para alojar durante las 24 horas del día a personas sin hogar

El albergue municipal (en el paseo del Hospital Militar) y el comedor social (en la calle José Delicado, Huerta del Rey) cerrarán sus puertas de forma temporal mientras dure la alerta sanitaria por el coronavirus y la atención a las personas indomiciliadas se prestará desde este miércoles en un nuevo centro que acogerá, durante las 24 horas del día, a los sin techo. El objetivo es reducir la presencia en las calles de las personas sin hogar, que deambulen por la vía pública (con el riesgo de que puedan contagiarse y difundir el virus) y facilitar así un espacio único donde, como el resto de la población, permanezcan recluidos, como fija el estado de alarma en el que se encuentra sumido el país.

Las nuevas instalaciones (en funcionamiento desde primera hora de la mañana de este miércoles) se han habilitado en el antiguo centro integrado de servicios a la dependencia, en el número 9 del paseo de Extremadura, junto al puente de la Condesa Eylo, en La Victoria. Durante el fin de semana, los bomberos llevaron hasta allí camastros y desde el lunes se ha trabajado para reparar humedades, limpiar las dependencias, pintar varias estancias y reparar la calefacción.

Se trata de un edificio con cuatro plantas, con capacidad para 75 personas, que dormirán en habitaciones dobles o, como mucho, triples. De este modo, se evitará la situación habitual que se vive en el albergue, con dormitorios corridos, en los que conviven decenas de indomiciliados, lo que podía contribuir a propagar el coronavirus en el caso de que se decretara un caso entre los usuarios. Además, los servicios hasta ahora en vigor implicaban la salida por la mañana de los huéspedes, que podían utilizar el centro de día de Cáritas o desplazarse luego al comedor social para las comidas o cenas. Se amplían además de 58 a 74 las plazas de alojamiento disponibles.

Con la apertura de las nuevas instalaciones, se centraliza toda la atención y se recluye a la población indomiciliada, para que puedan «permanecer allí las 24 horas del día, tal y como se pide al resto de la población, y además con espacio suficiente para que se garanticen las distancias recomendadas de separación personal», explica Rafi Romero, concejala de Servicios Sociales.

La alimentación se cubrirá en estas nuevas dependencias a través de «bandejas individuales», con la posibilidad de que incluso puedan comer en sus habitaciones. Este servicio de comida también se prestará a aquellas personas que forman parte de los programas de atención a transeúntes y que se alojan de forma temporal en pensiones (y que iban a comer al comedor social, ahora temporalmente cerrado). Durante las 24 horas, habrá profesionales, animadores socioculturales, que se encargarán de la supervisión del centro.

El Gobierno anunció el martes un «plan de choque» para mejorar la atención a las personas sin hogar, con refuerzo del personal sanitario en estos centros y la entrega de equipos de protección a los trabajadores. El Consistorio tiene constancia de en torno a 70 usuarios habituales y cerca de 40 personas sin hogar que suelen rehuir estos servicios, «y a los que, de acuerdo con las competencias municipales –otra cosa son las de otras administraciones– no podemos obligar a acudir a estos centros», dice Romero.

La Fundación Intras también dispone de un programa de atención a personas sin hogar, ya que en torno al 17%presentan problemas de salud mental. Gustavo Martín, jefe del departamento de atención a la diversidad, explica que en Valladolid atienden hasta veinte casos en esta situación, a quienes visitan en la calle para conocer sus circunstancias (especialmente delicadas en estos momentos) y ofrecerles recursos de alojamiento.

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