Los beneficiarios de las tarjetas monedero en Valladolid podrán usarlas en Alcampo, Alimerka, Eroski y Carrefour

Este modelo de prestación se acordó, con el apoyo de las comunidades, en un consejo interterritorial de Servicios Sociales, celebrado el 15 de diciembre de 2021. En enero de este año, el Consejo de Ministros aprobó una subvención a Cruz Roja de cien millones de euros para, desde abril y hasta el 31 de diciembre, implantar esta medida, en un periodo de transición («de manera temporal y extraordinaria») hasta que las autonomías (que tienen las competencias en materia de Servicios Sociales) asuman su gestión.

A partir de enero, será la Junta de Castilla y León quien tendrá que prestar de forma directa este servicio, como un medio más dentro de su cartera de recursos. Ahora, la misión de la administración autonómica es asignar las familias que resultarán beneficiarias del sistema de tarjetas o vales electrónicos. Desde el Ayuntamiento de Valladolid confirman que no han remitido ni les han solicitado datos sobre posibles beneficiarios en la capital. El gobierno central asegura que estas tarjetas ya están «a disposición de las comunidades autónomas para que puedan empezar a repartirse». La Consejería de Familia de la Junta ha anunciado para «los próximos días» y sin precisar fecha, una reunión con Cruz Roja, que se encargará estos meses de gestionar el servicio.

De momento, la ONG ha adjudicado a siete supermercados el sistema de tarjetas monedero, según informaron este jueves desde el ministerio. Son las tiendas a las que podrán acudir las personas beneficiarias del sistema (cerca de mil familias en Castilla y León, según los primeros cálculos de la Junta). Pero no todas las cadenas de supermercados elegidas operan en la comunidad. Los usuarios de las tarjetas monedero podrán acudir a comprar productos en Alcampo, Alimerka y Carrefour, que son las marcas con más presencia en Valladolid. El resto de cadenas implicadas son Eroski-Caprabo (con seis locales en la provincia), Más y Más, Dinosol y Spar Gran Canaria. «Para adherirse a este programa, los supermercados han de cumplir una serie de requisitos como disponer de un programa informático que cumpla con los criterios exigidos». Por ejemplo, excluir (a la hora de pagar en caja) aquellos productos que no entren dentro de las necesidades básicas. Así, no podrán adquirirse con cargo a esta ayuda bebidas alcohólicas, refrescos o alimentos ultraprocesados.

Las asignaciones económicas que recibirán las familias más vulnerables irán desde los 130 euros (con adulto y un menor a su cargo) hasta los 220 euros que como máximo percibirán las familias con cinco miembros o más. En todos los casos, deberá haber un menor en el hogar, ya que, y este es un requisito marcado por la Unión Europea, los fondos con los que se nutren estas tarjetas tienen entre su principal objetivo luchar contra la pobreza infantil.

Noticias relacionadas

Valladolid

Las familias vulnerables aún no disponen de las tarjetas monedero anunciadas para abril

Víctor Vela

Más de 200 familias ya usan en Valladolid tarjetas monedero contra el hambre

Víctor Vela

La Junta y el Ayuntamiento han advertido de que este modelo deja, por lo tanto, fuera a hogares sin hijos y que no llegará al medio rural (donde muchos de estos supermercados no están implantados). Desde el Gobierno central insisten en que existen otras vías de ayudas y que «los servicios sociales y los bancos de alimentos seguirán operando con normalidad para garantizar que, más allá de las tarjetas monedero, ninguna persona se quedará sin atender». «El Fondo Social Europeo Plus (FSE+) es solo un fondo más de las diversas herramientas que, desde las administraciones públicas, se destinan a la cobertura de necesidades de alimentación», aseguran desde el Ministerio de Derechos Sociales, donde recuerdan que esta medida «no implica que los Bancos de Alimentos dejen de recibir fondos públicos» por otras vías. Jesús Mediavilla, presidente del Banco de Alimentos de Valladolid, insiste, no obstante, en que esta merma en la llegada de fondos (en Valladolid supone unos 228.000 kilos de comida menos al año, el 13,3% del total) sí que complica la atención que prestan en la provincia. Desde los servicios sociales del ayuntamiento aseguran que en las últimas semanas han detectado un incremento de familias que acuden a solicitar ayudas de alimentos, a la espera de la entrada en vigor de la medida.