Tres proyectos distintos para las mismas carencias

El escrupuloso respeto entre los aspirantes no evitó las críticas de Castán y González a un formato que recordó a los debates en las campañas políticas. Intervenciones de dos minutos (crono en mano) por bloques temáticos y sin posibilidad de réplicas, preguntas o debates. Y con sorteo previo para ordenar los turnos de intervención.

Antonio Largo Cabrerizo defendió los logros de sus cuatro años que, a pesar de estar marcados por la pandemia, «hemos logrado ser líderes en transformación digital, somos los número 1 en transparencia en España, ofrecemos seis nuevos grados, un Plan de Igualdad y apostamos por una universidad moderna, innovadora e integradora». Resumió su filosofía en desarrollar «un programa a fuego lento, sin improvisaciones».

Su rival, catedrático de Literatura y exvicerrector, José Ramón González, recordó a Largo Cabrerizo que «la Universidad no empieza con Antonio Largo, estaba antes y seguirá después», y defendió un nuevo modelo de gestión «más conectado con la sociedad, que apueste por los estudiantes, que cuide a los profesores docentes e investigadores y, en definitiva, aporte capacidad de escucha, diálogo y consenso, algo que ha faltado en el Claustro y el Consejo de Gobierno».

En esta línea incidió la también catedrática en Ingeniería Informática y ex secretaria general de la UVA, Helena Castán, que lamentó que «la Universidad haya languidecido estos años y haya sobrevivido a base de voluntarismo de sus miembros». Para revertir todo esto reiteró los principios de su programa basados en «un diálogo con argumentos estrictamente universitarios y estimular un sentimiento de pertenencia a la universidad con la devolución de la iniciativa a la comunidad universitaria».

Los principios rectores de cada uno dieron paso a un análisis por bloques temáticos en los que hubo bastantes coincidencias entre todos a la hora de abordar los grandes retos de la institución como el envejecimiento de plantillas y la retención de talento, la digitalización, la internacionalización, el papel del personal administrativo o cómo 'seducir' al estudiantado para que quiera formarse en alguno de los cuatro campus de la UVA.

González se despidió reclamando el «fin del ombliguismo» y ofreciendo su «experiencia de gestión dentro y fuera (fue director general en la Junta hasta diciembre pasado); Castán prometió la creación de «una marca UVA para acabar con la invisibilidad social» de la institución; y Largo Cabrerizo pidió cuatro años más para «completar el cambio hacia la universidad del futuro y renovar la confianza en un modelo que nos involucre a todos».