Luna reventada de un monovolumen por los ladrones en la calle Pingüino de Pajarillos. J. S.

Un tumulto para intentar evitar el arresto de un 'monchín' deja tres policías heridos en Valladolid

El sospechoso, que tenía dos órdenes de ingreso en prisión, fue sorprendido cuando robaba en cuatro coches a cincuenta metros de su casa del 29 de Octubre y un compinche consiguió huir

J. Sanz

Valladolid

Viernes, 8 de noviembre 2019

Todo comenzó a las dos y media de la madrugada de ayer con la llamada de un vecino que, alertado por el ruido de la rotura de la luna de un coche, avisó a los agentes de la presencia en la calle Pingüino de dos ... delincuentes que estaban robando en el interior de este y otros vehículos estacionados. Así que allí se presentó segundos después la primera patrulla de la Policía Nacional a tiempo de sorprender a los ladrones. Y salieron a por ellos. Lo que no se esperaban es la identidad del único sospechoso, que resultó ser un integrante del clan de Los Monchines, y la respuesta de sus familiares. Decenas de personas rodearon enseguida a los policías para intentar impedir su ­arresto, y facilitar de paso la huida del otro implicado, en una riña tumultuaria en la que acabaron interviniendo nueve patrullas y en la que tres agentes resultaron lesionados. El sospechoso, eso sí, pudo ser ­detenido.

Publicidad

Noticia Relacionada

Los hechos ocurrieron a las 2:30 horas a caballo entre las calles Pingüino y Tordo, dos vías situadas entre dos de las arterias principales de Pajarillos (Cigüeña y Villabáñez), al borde de la barriada del 29 de Octubre. En estas dos vías fueron localizados tres coches que presentaban daños en los bombines y un cuarto con la luna trasera reventada –en la fotografía–. Los ladrones habían revuelto su interior para hacerse con un pequeño botín (gafas, herramientas...) cuando un testigo les observó y alertó a la sala del 092-091. Y ahí comenzó la trifulca. Los primeros policías nacionales lograron alcanzar y detener en la misma calle Tordo a uno de los sospechosos, que resultó ser José M. G., de unos treinta años, un familiar directo de uno de los líderes del clan de Los Monchines que reside a apenas cincuenta metros del escenario de los robos (en un piso del 29 de Octubre de la calle Marabú). El segundo sospechoso logró darse a la fuga mientras la calle comenzaba a llenarse de familiares del arrestado, que comenzaron a increpar y enfrentarse a los policías para intentar que le ­soltaran.

A golpes en los calabozos

El encontronazo fue subiendo de tono hasta obligar a los policías a pedir refuerzos para garantizar su propia seguridad y la detención del joven 'monchín'. Nada menos que ocho patrullas más de las policías Local y Nacional acabaron acudiendo al escenario del tumulto para apaciguar los ánimos en un encontronazo en el que dos funcionarios del 091 resultaron heridos leves al ser golpeados por los allí congregados.

¿Por qué tanta violencia? Pues todo apunta a que los familiares del 'monchín' detenido sabían lo que estaba haciendo y, sobre todo, conocían su delicada situación judicial, ya que sobre José M. G. pesaban la friolera de cinco órdenes de búsqueda y captura, dos de ellas para su ingreso en prisión, según confirmaron ayer fuentes policiales. A su compinche, que ya ha sido identificado y que también pertenece al clan, aún le están buscando los agentes para imputarle, al menos, la ­comisión de los robos en vehículos.

Confluencia de las calles Tordo (izquierda), en la que se produjo el encontronazo con los Monchines, y Pingüino. Al fondo, a la izquierda, las viviendas del 29 de Octubre.

Al 'monchín' detenido, sin embargo, se le pueden acumular los problemas (judiciales) si se tiene en cuenta que tendrá que cumplir con sus cuentas pendientes con los tribunales, además de afrontar una acusación por los presuntos robos en vehículos y, a mayores, otra más por un delito de atentado a la autoridad debido a la «violencia» que empleó tanto para intentar no ser detenido en la calle Tordo como minutos después, ya en los calabozos de la Comisaría de Delicias, donde golpeó y lesionó a otro policía ­nacional.

Publicidad

El violento rifirrafe entre los allegados del joven y cerca de una veintena de agentes, pese a todo, se saldó sin más detenciones en el escenario de los hechos entre los implicados. La investigación, no obstante, continúa abierta para buscar al sospechoso huido e identificar a los agresores de los dos agentes. Estos últimos solo sufrieron lesiones ­leves.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad