Un coche circula por la calle Cardenal Mendoza, frente al Palacio de Santa Cruz. Fotografía y vídeo de Rodrigo Jiménez

La Policía de Valladolid reforzará el control de calles a 30 desde el 11 de mayo tras imponer 330 multas en un año

El Ayuntamiento ultima la señalización de esta limitación de velocidad en el 80% de las 1.800 vías de la capital

J. Asua

Valladolid

Lunes, 26 de abril 2021, 06:47

Conducir por Valladolid a más de 30 kilómetros por hora será la excepción desde el próximo 11 de mayo, día fijado por la DGT para que en las vías de un solo carril por sentido de circulación o en las de canal único se ... aplique esta limitación. Ocho de cada diez calles de la ciudad –hay alrededor de 1.800– se verán afectadas por esta modificación del Reglamento General, con la que se busca pacificar el tráfico en las grandes urbes. Solo los grandes colectores de vehículos a motor mantendrán las señales de máximo a 50. El Ayuntamiento ultima la nueva señalización de las calzadas mientras prepara una campaña de información y refuerzo de los controles policiales para que esta norma se cumpla.

Publicidad

El pasado año, el cuerpo municipal tramitó un total de 330 multas por rebasar esa velocidad en las zonas en las que ya se aplica, principalmente en el centro y en el interior de los barrios, y en lo que va de ejercicio, de enero a abril, se han impuesto otras 78, con un importe a partir de los 100 euros y retirada de puntos en los casos en que se superen los 51 kilómetros por hora. De momento, el castigo a la infracción de este límite no es significativo respecto al global de las denuncias de tráfico al suponer únicamente el 0,46% de las 70.885 registradas en 2020. Si se analizan solo las de exceso de velocidad, 22.340, ese porcentaje sube hasta el 1,47%, según los datos recogidos en la última memoria de la Policía Local.

Las razones que han llevado al Gobierno a tomar esta medida están basadas en tres datos contundentes. En 2019, los fallecidos en accidente de tráfico en las ciudades aumentaron un 6%, mientras que en las vías interurbanas se redujeron en el mismo porcentaje. Ese año, el 82% de los muertos en los grandes municipios fueron usuarios vulnerables: peatones, ciclistas y motoristas. La estadística arrojan que levantando el pie del acelerador y fijando la marcha en los 30 se reduce un 80% el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello. Si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 por hora, el riesgo es de un 10%. A 50 la posibilidad de morir en un siniestro se eleva alrededor del 90%. La DGT esgrime otro aspecto que considera importante: se rebaja a la mitad la distancia necesaria para detener el vehículo, lo que reducirá, además de los arrollamientos a viandantes, las habituales colisiones por alcance. Las experiencias de zonas 30, según mantienen los técnicos, demuestran el efecto positivo sobre la siniestralidad, con reducciones de los accidentes que han llegado a superar el 40%.

Un viraje en la movilidad que reduce coches y crea oposición

De momento son objetivos por cumplir, aunque ya se estén implementando las herramientas para conseguirlos. Eliminar la circulación de otros seis mil coches por el centro de Valladolid en un plazo de un lustro, según plantea el nuevo Plan de Movilidad Sostenible (Pimussva). Incrementar en 75 los kilómetros de carril-bici con la finalidad de crear itinerarios seguros que conecten puntos clave para que crezca el todavía tímido colectivo de ciclistas urbanos, se propone en el Plan Director de la Bicicleta. Además, un casco histórico más peatonalizado, que será zona de bajas emisiones contaminantes. Medidas a las que acompaña un impulso del transporte público, ahora en horas bajas por la pandemia tras haber perdido la mitad de pasajeros en un año. El cambio de modelo hacia una movilidad más amable y respetuosa con el medio ambiente está en marcha y no gusta a todos. El PP está siendo el más beligerante con este volantazo, que ya ha recurrido ante los tribunales y que el PSOE y Toma la Palabra defienden sin fisuras porque, subrayan, se impone a nivel global. Los de Pilar del Olmo han centrado en el atasco buena parte de su acción política del mandato. Cambios sin planificación, lamentan, que están generando el «caos» circulatorio en el centro, un área importante económicamente, pero que languidece en su actividad. Poner pegas a la entrada de coches es ahuyentar clientes, dicen. El ejecutivo local matiza que es un proceso a medio plazo, que terminará interiorizándose, porque beneficia a todos. ¿Cuántos permitirían ahora que se volviera a fumar en un restaurante o en el tren?

En el caso de Valladolid, con un casco histórico y varios barrios donde los conductores ya tienen que cumplir con esta restricción, la vigilancia por parte de los agentes de la Policía Municipal se llevará a cabo a través de controles presenciales en las nuevas áreas del callejero donde se establezca ese máximo y con el despliegue de los dos radares móviles con los que cuenta este servicio. El concejal de Movilidad y Espacio Urbano, Luis Vélez, descarta la instalación, al menos a medio plazo, de cinemómetros fijos en estas vías para detectar a aquellos que se salten la ley. Las once cajas para ubicar cámaras de detección se mantendrán en sus actuales ubicaciones: vías con doble carril de circulación por sentido. El edil, quien destaca que para los vecinos esta prescripción de la DGT no es nueva, es partidario de arrancar con una implantación en la que tenga mayor protagonismo la concienciación que la nunca bienvenida multa, aunque las habrá.

Publicidad

Polémica pérdida de espacio

A priori, no se prevén excesivas dificultades 'técnicas' por parte de los conductores vallisoletanos para adaptarse a esta novedad. Ya tienen que circular por vías céntricas a 30 por hora y en un solo carril tras haberse reservado el segundo para tráfico exclusivo de autobuses y taxis, una pérdida para el vehículo privado que, eso sí, está recibiendo continuas críticas de automovilistas y de la oposición municipal por las retenciones que se generan a horas punta. El equipo de gobierno, mantiene su apuesta por un modelo sostenible que se impone en todo el mundo y al que aún le queda tiempo para cuajar. Que el coche pierda el protagonismo absoluto que ha tenido hasta el momento necesita digestión.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad