Valladolid

A 40 kilómetros por hora y sin atascos por la ampliación del corte en la VA-20

De manera que los conductores están obligados desde ya, y durante los próximos tres meses, a circular a 40 kilómetros por hora en dicho tramo de 2,5 kilómetros, en los que se pierde solo la vía de servicio entre las carreteras de Segovia y Soria -se mantiene abierto sin alteraciones el cruce del Río Hortega y la calle Pirita del polígono- y, más adelante, el carril derecho de los dos existentes entre la carretera de Soria y la salida del Camino de Hornillos.

La ampliación de las obras hace que a día de hoy esté limitada la velocidad y reducida la circulación en un carril, siempre en el sentido de circulación hacia Michelin y la salida hacia Burgos, de las dos rondas (este y norte) en toda su extensión, ocho kilómetros que prolongan la avenida de Zamora entre las salidas hacia las autovías de Segovia y Burgos.

El carril derecho del primer tramo de 5,5 kilómetros, entre el camino de Hornillos y el final de la ronda norte hacia la A-62, ya se cerró a la circulación el 24 de septiembre, con una previsión para la duración de los trabajos de dos meses -hasta el 24 de noviembre-. Las obras en el nuevo tramo afectado desde este lunes (28 de octubre) se solaparán, al menos, durante el próximo mes, si bien durarán dos más (hasta el 28 de enero).

Las primeras horas de corte apenas han dejado incidencias, como tampoco se han registrado excesivos atascos en el tramo siguiente desde que se cerró el carril derecho hace un mes, más allá de embotellamientos esporádicos en las horas punta. Cabe recordar que todas las intersecciones de las rondas este y norte se mantienen abiertas a la circulación.

Los trabajos de humanización de la VA-20, cuya finalización se prevé para el mes de abril de 2026 y que supondrán una inversión global de 13,8 millones de euros, servirán para reurbanizar y ajardinar el espacio peatonal, a costa de reducir ligeramente la doble calzada para vehículos y de reducir la velocidad de 80 a 50 kilómetros por hora, con el fin de integrar las rondas como una vía urbana más en el callejero.