Valladolid

El empalme del carril bici de Moreras con la Rosaleda desvía a ciclistas y peatones

Los viandantes también tienen que transitar por la acera de enfrente (plaza de Poniente), ya que los trabajos afectarán a la zona peatonal que discurre por la parte alta del jardín histórico. Esta intervención se prolongará, según la información facilitada por el Ayuntamiento, hasta finales de este mes.

La obra no tendrá repercusión en el actual carril bici entre el Puente Mayor y Poniente ni interferirá la circulación a motor en ningún punto de esta arteria de tráfico. En el caso de los ciclistas que se dirijan hacia el Puente Mayor desde la calle Doctrinos, también tendrán que ir por la calzada y podrán coger la banda para las bicis todavía en servicio a la altura del Instituto Núñez de Arce.

El proyecto del canal ciclista para este tramo contempla una reordenación de toda la zona. La banda para los usuarios de los vehículos de dos ruedas irá en paralelo a los dos carriles para coches que se recuperarán cuando concluya la obra. Estos tendrán una anchura de tres metros cada uno. Junto a ellos se ha construido la nueva acera con una anchura de otros dos y a continuación el canal bidireccional para las bicis de 2,30 metros, en el espacio más cercano a La Rosaleda.

Los operarios de la unión de empresas que desarrolla la obra ya han acotado con un vallado de plástico esta parte del carril bici existente y han iniciado las demoliciones para abordar la nueva distribución del espacio. El diseño de la nueva infraestructura no tocará la zona de la Rosaleda propiamente dicha. Superado este punto, el carril ciclista volverá al interior del parque. Los usuarios de las dos ruedas circularán por el camino que ahora ocupa el paseo en tierra que lo recorre pegado al trazado de Isabel la Católica pero a una cota más baja.

Para evitar pendientes en este tercer tramo, sobre todo en el último trecho que discurre junto a la zona acotada para soltar a los perros, se acometarán rellenos en tierra y nuevos taludes. Aquí peatones y bicis convivirán cada uno con su espacio de circulación. En este tramo, se prevé también la renovación de todos las entradas a esta zona verde lineal para hacerlas accesibles. El carril bici, que tiene una longitud total de 1,1 kilómetros, se incorporará a la zona de tráfico un poco antes del puente de Isabel la Católica.

El plazo de ejecución de la obra, que desarrollan Contratas Vilor y Martín Holgado Obra Civil por un importe de 810.783 euros, es diez meses. El tajo comenzó el 29 de julio con lo que a finales de mayo o principios de junio de 2025 debería estar ya operativo, aunque aún queda mucho por hacer también en el tramo del paseo de las Moreras, donde está dibujado el carril, pero está pendiente de su urbanización y señalización.