Valladolid

Alivio con pegas tras la reapertura de la calle Estación después de año y medio de obras

Primero, porque algunos aseguran no entender el sentido de este paso inferior «cuando a 200 metros está el de San Isidro», como subrayaba Pedro Luis, del taller de lunas de automóvil Ralarsa. Segundo, porque otros aún mantienen interiorizada la solución de un soterramiento que «realmente hubiera cambiado las cosas» a ambos lados del lecho ferroviario. Lo destacaba Isabel Sánchez, propietaria de Gráficas Hispania. «Con todo lo que se están gastando en estos túneles podrían haber soterrado desde la estación y habría quedado una avenida como el Paseo de Zorrilla», apuntaba.

A eso se suman unos remates de obra que les han dejado sin plazas de aparcamiento frente a sus locales y sin una zona de carga y descarga, además de que en la urbanización final no se ha tenido en cuenta el radio de giro a la izquierda de los autobuses hacia Padre Claret, lo que obliga, de momento, a que los vehículos de transporte pisen un picón de la acera para poder dirigirse a la Circular. Los operarios también han tenido que buscar el lugar adecuado para las señales del paso de cebra de manera que los retrovisores no chocaran con ellas. «Tiene solución», comentaba un responsable de la empresa al ser preguntado por este inconveniente. Y es que la rampa de salida de este nuevo paso inferior se ha comido parte de la calle Estación y deja un vial estrecho con una curvita sinuosa en su trazado que, según la impresión de los comercios residentes, creará más de un problema.

La construcción de esta alternativa dentro del plan de integración ferroviaria ha mantenido a estos empresarios aislados. «La gente ha dejado de venir y nosotros hemos que tenido que retrasar muchos pagos porque no nos daba», señala Miguel Asensio. El propietario de la hamburguesería Mini Circular abría hoy su bar, coincidiendo con el reestreno de la calle, después de soportar «un montón de ruidos y molestias» que ahuyentaron a la clientela. «A ver si a partir de ahora podemos recuperarnos, porque nos ha afectado muchísimo», confiaba mientras volvía a montar su terraza bajo los soportales. No sabe aún si hay alguna alternativa para poder reclamar alguna compensación por esta pérdidas a través de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad. Lo tiene que estudiar.

También han sufrido especialmente esta clausura Jesús Manjarrés y Miguel Guijas, de la Cristalería Circular. «Nos ha hecho la pascua; hoy lo estamos celebrando, porque por lo menos podemos meter la furgoneta en el taller, pero hemos estado todo este tiempo moviendo lunas de hasta 90 kilos andando por la calle; los de la obra no dijeron en qué podían ayudarnos y al final compramos un carrito de una rueda con un soporte para los cristales y nos lo pagaron», explican. Ambos consideran que la intervención es «un poco inútil». «Al final los que se benefician de este paso son solo los de los bloques de ahí enfrente, porque el resto del barrio de Delicias tienen o San Isidro o Labradores para pasar», señala Miguel. Consideran que «no merece la pena» el gasto, además de recalcar que la urbanización de Estación «ha quedado peor». «Como me aparque un coche en esta plaza de al lado a ver cómo meto yo el camión, la habían arreglado hace dos o tres años y estaba mucho mejor», sentencia.

En el caso de Gráficas Hispania, ese goteo de compradores de paso ha cesado durante el casi año y medio de obra. «Gracias a que tenemos una clientela fiel y a que contamos con un remanente nos hemos mantenido, pero como los clientes no venían nos hemos tenido que desplazar nosotros a verles y a llevarles los pedidos porque esto estaba imposible», explica Isabel Sánchez, quien pide a El Norte que no se le olvide poner la pérdida de los aparcamientos y la ausencia de una franja de carga y descarga.

El sufrimiento toca, con estas pegas planteadas, a su fin. Ahora habrá que ver si ese paso de Padre Claret se puede traducir en algún beneficio para estos negocios ubicados en la primera línea en su boca junto a la Circular, aunque las expectativas son neutras. Según informaban este lunes fuentes municipales, los trabajos en el interior del nuevo túnel, sus rampas y escaleras de acceso están prácticamente terminados a falta de las labores de jardinería y otros remates. En el lado de Delicias, la reurbanización de la superficie afectada por las obras en las calles de Guipúzcoa y Melilla, de mayor entidad que los del lado de la Circular, avanzan para su conclusión. La apertura de este canal subterráneo para peatones y bicis está prevista para finales de este mes.