Valladolid
Trabajos comunitarios y 15 meses de cárcel para dos hermanos por pelearse
Un biombo de grandes dimensiones y de color blanco imposibilitaba este martes que los acusados de pelearse en su domicilio familiar de Laguna de Duero pudieran cruzar las miradas. En un lado del mismo, la acusada Erika Marcos Rodríguez; y al otro, su hermano Samuel ... y su padre, víctima este último de la agresión sin estar encausado en el procedimiento. Ese reencuentro familiar en la Audiencia de Valladolid duró escasos minutos, el tiempo necesario para llegar a un acuerdo con la Fiscalía para que Samuel, que se enfrentaba a ocho meses de cárcel, asumiera 56 días de trabajos en beneficio de la comunidad, mientras que Erika pactara 14 meses y 32 días de prisión por delitos de lesiones en el ámbito de la violencia doméstica (se enfrentaba inicialmente a dos años).
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La rebaja en la futura condena, que tendrá que ratificar la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia de Valladolid, viene principalmente tras la modificación de las conclusiones de la fiscal al eliminar el delito de tenencia de armas de Erika. Asimismo, el abogado de la mujer ha solicitado la suspensión de la pena al «cumplir con todos los requisitos».
El pacto entre las partes ha servido para renunciar también a las indemnizaciones por las lesiones causadas entre los tres implicados.
Los hechos se remontan al 30 de junio del año pasado cuando, por motivos desconocidos, se originó una fuerte discusión entre los dos hermanos, que vivían bajo el mismo techo, con fuertes golpes, empujones y puñetazos.
Según refleja el escrito de la Fiscalía, Erika sufrió lesiones en la cara, cuello, muñeca y pierna izquierda, con un perjuicio personal (no impeditivos) de siete días y sin secuelas. Por su parte, su hermano presentaba arañazos en el tórax, contusiones en hombros y cuello, que curaron con la primera asistencia facultativa y con cinco días de perjuicio personal (no impeditivos) y sin secuelas.
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Sucesos en Valladolid
Valladolid
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Álvaro Muñoz
En el momento de la pelea, intervino el padre de los dos acusados, que escuchó voces, por lo que acudió hasta la habitación de Erika. Su primera intención fue separar a sus dos hijos, forcejeando para ello con Erika, quien se golpeó de forma accidental en la boca con el marco de la puerta. Un accidente que causó también una fractura coronaria en el lateral izquierdo de la boca, por lo que precisó restauración odontológica. Asimismo, el padre, que en este procedimiento no ha reclamado nada, también sufrió lesiones por parte de Erika.
Rodillo y cuchillo
Al zafarse de su padre, Erika fue a la cocina y cogió un rodillo de madera. Este se lo arrebató para sustituirlo Erika por un cuchillo de 11 centímetros de empuñadura y 20 centímetros de hoja, a la par que gritaba que 'se iban a enterar'. Finalmente, el padre logró retirarle el arma para más tarde llegar a la vivienda la Guardia Civil.
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