Jesús Julio Carnero, alcalde de Valladolid
«Ya estamos trabajando para aplicar la rebaja fiscal del IBI en 2025»Jesús Julio Carnero, alcalde de Valladolid
«Ya estamos trabajando para aplicar la rebaja fiscal del IBI en 2025»Cumple un año en la Alcaldía sin apearse de su principal aspiración: lograr el soterramiento de las vías. Jesús Julio Carnero (Aspariegos, 1964) asegura sentirse encantado con el cargo, justifica los retrasos de algunos compromisos de campaña por la situación económica que heredó de su ... antecesor y considera que la ciudad ha mejorado en movilidad, a pesar de las obras «coyunturales» que ahora se ejecutan en su trama.
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–Ya se habrá dado cuenta que este es un cargo mucho menos plácido que la presidencia de la Diputación o el despacho de una consejería.
–Es una responsabilidad a pie de calle. Uno tiene que estar en contacto directo con los problemas para intentar resolverlos de manera inmediata. Esa inmediatez hace que la responsabilidad sea distinta. Se vive más rápido.
–¿Más agobiante?
–Más gratificante. Un responsable público tiene que estar para dar respuestas de una manera rápida. Cuando pones en marcha soluciones y ves que el resultado es positivo para el conjunto de los vecinos es gratificante.
–Le gusta ser alcalde, entonces.
–Me encanta. Ser alcalde de Valladolid es un orgullo, porque es una de las ciudades más importantes de España.
–¿En qué está mejor Valladolid que hace un año?
–En primer lugar en una cuestión que era capital: la movilidad. Pesaba sobre la gestión del anterior equipo. Nos pusimos manos a la obra para mejorarla con independencia de que ahora haya muchas obras en la ciudad, que ese es otro tema de carácter coyuntural. Es un modelo de convivencia. No una movilidad ideologizada ni impuesta primando unos sistemas sobre otros. También estamos intensificando todo lo que tiene que ver con las personas. Pongo algunos ejemplos: el Plan Contigo de lucha contra la soledad no deseada para los mayores, con la intención de abordar de manera inmediata un nuevo centro de día en el centro, el plan de atención psicológica en nuestros espacios juveniles o también, cómo no, con la lucha contra lo que implica en este momento un desastre como es el del suicidio.
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–¿En qué beneficia a Valladolid que usted esté en el Senado?, ¿no tiene esta ciudad suficiente entidad para tener un alcalde al 100%?
–El Senado es una cámara de representación territorial regional y local. Somos muchísimos los alcaldes que estamos en ella. Tengo una pretensión fundamental: desde el Senado tengo que conseguir una interlocución muy directa para un ámbito de actuación ambicioso como es el soterramiento. El 23 de julio del año pasado el PP ganó de manera holgada las elecciones generales, pero no fue suficiente. Se produjo una unión de toda la constelación de la izquierda española que impidió que por siete votos el señor Feijóo fuera presidente y cumpliera con su compromiso de soterrar. Pedro Sánchez elige como ministro al anterior alcalde de la ciudad y yo lo expresé entonces: 'esto va a beneficiar a Valladolid'. Le llegué a comentar: 'tienes la posibilidad histórica de acometer el soterramiento, yo no soy obstáculo, me retiro a un lado, pero hazlo, porque Valladolid merece la pena'.
–Pues dice que es inviable.
–Aunque costara lo que dice el famoso estudio, que no cuesta eso, este ministerio lleva invertidos más de 30.000 millones. ¿Valladolid no se merece una solución como la de soterrar la vía del tren con independencia de que eso diera lugar a que habláramos de plazos o fórmulas de llevarlo a cabo, que nos pusiéramos en marcha con Europa para conseguir financiación? Ahora, si nada más llegar al ministerio dice que es inviable técnica y económicamente, se enroca y sigue queriendo imponer a los vallisoletanos lo que los vallisoletanos han manifestado que no quieren... La expresión de que el alcalde de Valladolid fuera senador tenía un sentido claro una vez producidas unas elecciones y con un gobierno del Partido Popular y tiene un sentido claro con un gobierno socialista siempre que modulen ellos la dinámica en la que están. Si no lo hacen, seguiré luchando como alcalde y seguiré defendiendo los intereses de la ciudad.
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–¿Entonces hay que esperar a que gane Feijóo?, ¿cómo va su estudio alternativo?
–Es evidente que me gustaría que se produjera un cambio y yo nunca pierdo la esperanza. Hoy con Pedro Sánchez y teniendo de ministro de Transportes al señor Puente parece complicado. El soterramiento cabe en Lorca, en Moncada, en Vitoria, en Valencia... y ¿no cabe en Valladolid? Hay 15.000 millones para Cataluña para compensarles, pero los pobres vallisoletanos que se busquen la vida. Esa es la España del muro que nos están construyendo y que va provocar grandísimos problemas. Hoy por hoy tenemos que esperar al señor Núñez Feijóo. Respecto al estudio, estamos ahora en el proceso de contratación. Lo tendremos previsiblemente en las próximas semanas o meses.
–¿Y si coincidiese con el de Adif? Es el que tiene las cifras y el que conoce la infraestructura ferroviaria.
–Adif hace un estudio partiendo de un dato: 'no cree en los soterramientos'. ¿Tengo yo que comulgar con ruedas de molino?, ¿a alguien le cabe en la cabeza que con estado actual de la técnica y de la ciencia que no se puede llevar a cabo? Es una obra de siete míseros kilómetros que van a permitir que aflore el mayor de los bulevares de la ciudad. Ese estudio dará unos plazos y unos importes, pero que el soterramiento es viable eso no lo puede discutir nadie.
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–¿Cómo lleva usted ese sambenito de vago y desganado que le han colgado?
–¿Sabe lo que me pasa? Que tengo una desgracia, no sé hacer otra cosa que trabajar. Que sigan por ahí. Lo que trataba de decir el otro día es que si eso fuera verdad, si no soy de aquí, vivo en Simancas, la mayor parte del tiempo estoy en el Senado, y si no estoy en el Senado, no estoy aquí... Con todas esas lindezas que me dedican voy y les gano. Que digan eso ni me ofende ni me deja de ofender, me da igual. Con el único con el que tengo que estar tranquilo es conmigo mismo. Tengo la conciencia tranquila y descanso. Poco, pero bien.
–Ha dicho que antes de derribar el viaducto de Arco de Ladrillo quiere una solución para Daniel del Olmo. Pero esa alternativa no estaría antes de tres o cuatro años, como mínimo. ¿Aguantará la infraestructura?
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–Claro que puede aguantar con las obras de emergencia que estamos llevando a cabo. Nadie discute que hay de derribarlo. Para unos desde el punto de vista de la integración y para otros del soterramiento. Incluso en el plan Rogers se contemplaba un túnel. Ahora bien, no podemos demolerlo de la noche a la mañana y colapsar la ciudad. Eso es una cuestión de circulación, ni de integración ni de soterramiento. ¿Qué ha hecho el gobierno socialista en relación a esta cuestión durante ocho años? Nada ¿El alcalde actual de Valladolid va a permitir que se demuela el arco de ladrillo? No, pero por una cuestión de lógica, no por una cuestión de interés, sino por una cuestión circulatoria. Yo ya se lo he dicho al consejo de administración de Alta Velocidad: queremos modificar el convenio para meter Daniel del Olmo
–¿Pero cómo se come eso? Modificar el convenio de integración para añadir un nuevo paso y que usted también quiere modificar para el soterramiento.
–En el convenio actual la estación de autobuses va soterrada y hay que modificarlo. Cada parte en función de unos intereses. Por tanto, necesitamos sentarnos y hablar de buena fe hablar y con lógica anteponiendo el interés de los vallisoletanos.
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–Desde que borraron el carril bus-taxi del puente de Poniente no hay atascos, ¿es necesario ampliarlo?
–Gracias por decirlo, porque hay algunos que hasta eso lo niegan. Esto no es un capricho. Vamos a permitir que el transporte público tenga su carril. El puente del Poniente está al lado del Mayor, que está colmatado. La idea es que de los tres carriles uno pueda ser de salida de manera esporádica. Piense usted en ferias, en Semana Santa... Jugar con eso que conocemos todos en cualquiera de las vías de acceso a Madrid. O podemos pensar en que ese carril sea un carril permanente de salida. Lo que estoy diciendo no necesita muchos estudios circulatorios, porque al otro lado hay direcciones en ambos sentidos hacia la derecha, hacia la izquierda y hacia Huerta del Rey y Girón. Estamos ganando en fluidez en todos los sentidos, no solo de entrada. No pretendo que llegue más gente al centro en su coche, sino que el que quiera hacerlo lo haga lo más rápido posible.
–En julio arranca la obra del carril bici de Las Moreras. A los ciclistas urbanos no les gusta.
–Isabel la Católica está permanentemente atascado. Si hay una emergencia, el conductor de la emergencia se come el atasco. Habrá ciclistas que prefieran ir por donde está actualmente establecido, pero a mí me parece que es mucho más agradable una zona que está alejada precisamente de los coches, para poder circular y conseguir el mismo objetivo.
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–Ha reiterado que se encontró una situación económica en la UVI. ¿Cuándo va a rebajar el IBI y Vehículos?
–No lo digo yo. Lo dicen los informes de la Airef y del interventor. Estábamos advertidos de una manera muy seria. Era que vinieran los hombres de negro. El primer año vemos la situación y es inviable acometerlo. Mi intención, y ya estamos trabajando, es que empecemos la rebaja fiscal en el IBI a partir del 1 de enero del 2025. Sabe que tenemos que establecer la tasa de basura, que la estoy llevando al límite. Lo exige Europa y el Gobierno de España. En paralelo, acometeremos el inicio de la rebaja impositiva del IBI y estamos estudiando la del Impuesto de Vehículos.
–De momento gestionan muchos proyectos heredados. ¿Cuándo vamos a empezar a ver los suyos? 'Es que no hacen nada', comentan muchos.
–Gestionar y gobernar con lógica es que lo que han hecho bien equipos anteriores hay que continuarlo. Pero, por ejemplo, el Lope de Vega. Resulta que cogen tres millones de fondos europeos y deciden gastarse seis, pero hacen mal la cuenta y luego cuesta siete a mayores más. Ese proyecto vendría del equipo anterior, pero quien lo asume, lo hace suyo y se responsabiliza es el equipo actual. Por tanto, siete millones menos que tenemos. O deciden comprar once autobuses eléctricos muy chulis y no los pagan, cuando por ese dinero podríamos tener 22. Nuestro es Poniente, el carril bici de Las Moreras... Pero hay otra serie de proyectos que no son infraestructuras. Todo lo que tiene que ver con lo social. Hemos sido capaces, por ejemplo, de armar el mayor contrato social de la historia de este Ayuntamiento en la ayuda a domicilio. Ahí estamos dando respuesta a las necesidades de nuestras personas mayores. En los próximos meses, tendremos cerrado el pliego tanto de la Ciudad Deportiva como de la parte que afecta a la remodelación del estadio, y echaremos a andar de la mano del Real Valladolid. El objetivo primero es cerrar el fondo sur. Es que no había pretensión de llevar a cabo eso hasta el final de la nueva concesión de la Ciudad Deportiva y a eso es a lo que nosotros queremos dar la vuelta. Ha pasado un año, hemos estado trabajando internamente en ello, y no duden de que más pronto que tarde comenzaremos las actuaciones.
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–Algunos analistas creen que Mañueco le metió en este embolado de la Alcaldía porque se lo quería quitar de encima por si intentaba ocupar su puesto algún día.
–La relación que yo tengo con el presidente Alfonso Fernández Mañueco es tan cercana en lo personal y en lo político que permite que grandes proyectos que tenemos puestos en marcha salgan adelante gracias a él y a sus consejeros. Vamos a firmar dentro de nada el convenio del polideportivo del Miguel Delibes en el barrio La Victoria. Vamos a remozar la estación de autobuses. Y en esto el anterior equipo calladito durante ocho años. En los Goya, también ha colaborado la Junta. El Gobierno de España no vino a ayudarnos. ¿Se les podía haber ocurrido? No, no, no.
–El portavoz del PSOE dijo que usted no le llega a la suela de los zapatos a León de la Riva a la hora de reivindicar a la Junta.
–Le acabo de expresar ejemplos palmarios. A los hechos me remito. Cuando tengamos definido lo que vamos a hacer en la rotonda de San Agustín, ¿usted piensa que yo no voy a llamar a la puerta de la Junta de Castilla y León?
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–¿Cómo recibe esas fotos en redes sociales de contenedores llenos de basura y calles con maleza? Preguntan por su plan de choque.
–Yo y el concejal Alberto Cuadrado queremos una ciudad limpia y estamos trabajando para tenerla. Hemos mejorado la situación, aunque no todo lo que quisiéramos. Que vaya por delante. Y estoy hablando también Parques y Jardines. Estamos dotando de más personal y maquinaria al servicio de limpieza. Todavía no hemos conseguido los resultados que queremos, pero llegarán. Yo quiero una ciudad como la que tenía Francisco Javier León de la Riva desde el punto de vista de la limpieza.
–El presidente provincial del Partido Popular, Conrado Íscar, no se muestra partidario de unas primarias de cara la renovación. Asegura que fracturan el partido. ¿Tiene intención de aspirar a esa presidencia?
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–El ejercicio de unas primarias es un ejercicio sano y democrático en la vida de un partido. Cuando he sido presidente de la Diputación hice que esos procesos de elección de diputados fueran lo más democráticos posibles. Yo me sometí a la decisión de los concejales y alcaldes de la provincia de Valladolid para ser diputado inicialmente. Quien le habla se sometió a un proceso de primarias muy complejo, como todo el mundo sabe, que yo gané. Ya he contestado a la primera parte de su pregunta. De la segunda, eso está descartado.
–Que Óscar Puente la esté liando un día sí y otro también en X (antes Twitter), ¿cree que le refuerza a usted por comparación?
–Cuando interviene en el Congreso, yo lanzo un tuit que dice lo siguiente. 'Ahora ya saben todos los españoles lo que sufrimos en Valladolid'. Y no había empezado la película.
–¿Qué tal es su relación con él?
–Inexistente.
–¿Y no le da pena?
–Me da pena, claro. Además la relación antes era buena. Pero, ojo, que no exista no quiere decir que me preocupe. Yo a lo mío y él a lo suyo.
–¿Debería haber más contacto al tratarse de una ciudad de 300.000 habitantes?
–Al menos debería haber una relación institucional. No porque sea su ciudad. No, no. Porque es ministro. ¿Y no? Pues allá él. Eso a quien le define es a él.
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–¿Cómo afronta lo que queda de mandato? Dijo que si no soterraba se iría.
–Si yo veo que los míos me imposibilitan soterrar las vías, claro que me voy. Pero no con Óscar Puente. Yo tengo que seguir luchando por los intereses de Valladolid ante una contumacia injusta e inexplicable de no querer lo mejor para tu ciudad. Por tanto, ahí voy a seguir en ello con fuerza y con trabajo.
–¿Cómo valora esos desmarques de Vox en temas como la medalla a Lola Herrera, no acudir a actos LGTBI o contra la violencia machista...
–Soy ya lo suficientemente mayor como para no cambiar mi forma de ver la vida. Nadie me puede imponer, ni nadie lo ha intentado, ojo, sus condicionantes ideológicos. Es cierto que aquí hay un gobierno de coalición y tenemos que convivir. Respeto la libertad de mis compañeros de Vox como me consta que ellos respetan la mía.
–¿Está coordinado ese equipo?
–Siempre digo lo mismo. La ropa sucia se lava en casa. Y en eso hay un trabajo continuo que no tiene por qué salir ni traslucir. Si sale y trasluce, mal vamos. Y nosotros, en ese sentido, tanto la primera teniente de alcalde como los otros concejales de Vox y del PP lo tenemos claro y estamos trabajando. Que hay, en determinados momentos, descoordinaciones. Bueno, sí, es lógico, porque llevamos poco tiempo. Y repito, cada uno tiene su ideología. Y yo no quiero que ellos renuncien a la suya, pero yo no voy a renunciar a la mía. Eso que vaya por delante.
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