Oda a la tolerancia y el respeto en el corazón de Las Viudas

El lateral del centro social Segundo Montes (abierto como tal en 2013) luce la figura de una niña pequeña que interactúa, en palabras de su autor, con una serie de 'personajillos', en su mayoría, niños y niñas dibujados por los alumnos del colegio Allúe Morer (próximo a la barriada), sobre los que destacan dos adultos que lucen con orgullo la bandera del pueblo gitano (roja y verde con una rueda roja en el centro). Toda una oda a la tolerancia y el respeto hacia y desde el pueblo gitano en el sentido de que la obra también cumplirá la misión de intentar frenar el vandalismo, en forma de grafitis, que las instalaciones vienen sufriendo prácticamente desde su inauguración hace nueve años.

Pero el proyecto del mural nació en su origen, en el marco de la remodelación de la plaza, en la que el Ayuntamiento ha invertido más de cuatrocientos mil euros, como una iniciativa «educativa y social», según explica el propio autor a través de su cuenta de Twitter, en la que relata cómo a su boceto de la figura central de la niña tumbada se añadieron los dibujos esbozados por los propios alumnos de quinto y sexto de Primaria del colegio Allúe Morer, en su mayoría afincados en la propia barriada y su entorno, que después colaboraron en la creación del mural en distintas jornadas que concluyeron el pasado fin de semana y en las que plasmaron los 'personajillos' que corretean en torno a la niña jugando con balones y con espadas de madera o llevando un bote de Nocilla, muñecas...

Entre las creaciones de los menores destaca, por el mensaje que quizás contiene de manera inconsciente, o no, la figura de una niña que se desliza por las piernas de la figura central como si de un tobogán se tratase. Y es llamativo debido a que en el diseño original de la remodelación de la plaza, situada entre las calles Duratón (a la que da el mural), Zapardiel y Eresma, se incluía un espacio de juegos infantiles (toboganes, columpios...) que, a petición de los representantes vecinales, se acabó eliminando al considerar que podía ser un foco de conflictos. Los niños y niñas de la barriada, con su diseño, parecen reclamar lo contrario.

El mural colaborativo está a punto de cumplir una semana después de su conclusión y lo cierto es que por ahora permanece inmaculado en lo que a pintadas se refiere. «Estoy encantado con la alta participación que ha tenido esta actividad y por el trato recibido por el vecindario», ha incidido el autor del mural antes de destacar que los vecinos, pequeños y mayores, «lo están valorando mucho y lo sienten suyo».

La remodelación y dignificación de la plazoleta central, en la que se ha renovado el maltrecho firme, mejorado la iluminación e incorporado bancos y parterres con arbolado (sin juegos infantiles), viene a ser el primer paso de cara al ambicioso proyecto de rehabilitación integral de una barriada conformada por 130 bloques de viviendas, entre los grupos de Las Viudas y Aramburu, que el Ayuntamiento prevé iniciar en 2024 y en la que se prevé invertir 26,6 millones de euros de cara a su ejecución de un plazo de cinco años.