Siete fotos con premio de Gabriel Villamil: «El objetivo siempre es contar historias»

«El objetivo de todo fotógrafo es siempre contar historias», decía a menudo Gabriel Villamil y lo subrayó en público el 22 de febrero de 2010, cuando presentaba en Valladolid 'Viaje al interior', un libro con 72 fotografías (compartía objetivo en esa obra junto a su colega Carlos Espeso), en el que recogía los paisajes del Camino de Santiago a su paso por tierras vallisoletanas. Ese afán por contar historias, por convertir la imagen en protagonista de la información, atravesó desde su inicio la trayectoria profesional de Villamil, fotoperiodista de El Norte de Castilla fallecido este sábado en Valladolid.

Y su mirada atenta (afilada, acertada, tan atrevida en ocasiones como prudente en otras) regaló miles de fotografías a los lectores de El Norte. Hay más de cien mil imágenes con su firma en los archivos del periódico. Gran parte de la historia visual de Valladolid está atrapada en los carretes primero, en las tarjetas digitales después, de las cámaras de Gabi. Y varias de esas fotografías le llevaron a conseguir los principales premios periodísticos de esta tierra.

Consiguió tres veces el Francisco de Cossío que convoca la Junta de Castilla y León.

La primera fue en 1999, con una serie de imágenes taurinas en las que recoge el salto al tendido del toro Lusitano, durante la corrida celebrada el 23 de septiembre de 1998 en el coso del paseo de Zorrilla. Esta imagen se publicó en la portada de El Norte de Castilla, el mismo día en el que Miguel Delibes ofrecía una entrevista por el lanzamiento de su novela 'El hereje'. La instantánea recoge el momento en el que Lusitano, un toro de Arauz de Robles, el quinto de la tarde, saltó al burladero en dos ocasiones y provocó el pánico entre los aficionados. La lidia del morlaco correspondía a Víctor Puerto.

Consiguió de nuevo el Cossío de 2012 por una fotografía de la Reina Sofía, durante una visita a Valladolid para participar en la Cumbre Mundial del Microcrédito. En la imagen, la reina saluda, en noviembre de 2011, a un grupo de niños en la Cúpula del Milenio. En concreto, se dirige a uno que le intenta tomar una foto.

Para Villamil, el Cossío «es uno de los mejores premios de nuestra profesión, pero lo más gordo es que es la valoración de compañeros y directores de otros medios a mi labor profesional». Esto decía en noviembre de 2017, nada más conocer el fallo del jurado en el que se anunciaba que obtenía el Cossío por tercera vez. Lo hizo con una imagen estremecedora. Una mujer de Santa Eulalia de Cabrera (León) se lamenta por el avance devastador de las llamas en uno de los incendios que durante ese verano asolaron los campos y montes de Castilla y León. Esa fotografía obtendría también un galardón de los premios de diseño periodístico ÑH. Y se quedaría para siempre grabada en la retina de Gabi. «Aquello era como un paisaje lunar, cercado por una línea de fuego que medía más de 50 kilómetros». Junto a las llamas, los lamentos de los vecinos, que veían el avance de un incendio que amenazaba sus hogares. «Para esta fotografía hice dos disparos y solo valía uno. Pero vi que era bueno y supe que podía ser una foto de premio. De hecho, en el periódico me lo comentaron. Estaba intentando reflejar no solo la tragedia del fuego, sino también el desastre que eso provocaba en la personas».

Su trabajo recibió además en cuatro ocasiones el Premio de Periodismo Provincia de Valladolid. En 2006 lo obtuvo con una imagen publicada en la portada de El Norte el 11 de junio de ese año. Varios trabajadores del servicio de Medio Ambiente de la Junta retiran miles de peces muertos (más de 10.000) de las aguas del Pisuerga a su paso por Simancas. La crecida del caudal por una tormenta y el brusco descenso del día posterior pudo motivar la falta de oxígeno causante del desastre. El jurado destacó el valor de esta foto «por combinar la información de un hecho concreto, peces muertos en el río Pisuerga, con la creatividad de una instantánea sobre el terreno.

Valladolid vivió el 15 de noviembre una huelga general que Villamil recogió en las tripas de su cámara. Una de esas imágenes le sirvió para ganar su segundo premio Provincia de Valladolid, el convocado en 2013 por primera vez con el nombre de un compañero, Luis Laforga, «por captar un momento de tensión complicado en Valladolid». Es el instante en el que una comerciante vallisoletana se enfrenta a un piquete sindical para defender que no piensa cerrar su negocio.

Cuatro años después, en 2017, lo volvió a obtener con una instantánea cotidiana que juega con la ironía. Se titula 'Frío' y muestra a tres personas, abrigadas durante la ola de gélidas temperaturas que inundó Valladolid a principios de diciembre, mientras pasean por delante de una tienda cuyos escaparates muestran a modelos en ropa interior.

Su cuarto galardón fue por 'El reencuentro', una serie de imágenes vinculadas con la pandemia de la covid que el periódico publicó el 4 de junio de 2020. Después de casi noventa días sin apenas contacto, el centro de mayores de Traspinedo permitió a los familiares ver a los residentes a través de una ventana y hablar con ellos por teléfono durante media hora. «El trabajo no era fácil, porque a las trabas institucionales y burocráticas que dificultan el trabajo con normalidad se unió un virus carente de sentimiento», dijo Villamil durante la entrega de los premios. Su trabajo periodístico durante la pandemia también le llevó a contribuir con su obra en Archivo Covid, una cápsula del tiempo que recoge fotografías de cómo se vivieron aquellos días en todo el país.

Son siete imágenes con premio de las miles que durante casi treinta años regaló a diario a los lectores de El Norte de Castilla.

• Temas
• El Norte de Castilla