Valladolid

La selección española de rugby transforma el 29 de octubre en el Pepe Rojo por un día

Los jugadores se han organizado en tres grupos para realizar diferentes juegos con los niños. Uno donde se tenían que pasar la pelota entre ellos, otro enfocado en la defensa, donde tenían que sortear a otro jugador, un tercero donde tenían que demostrar su fuerza de empuje y, por último, el ya mencionado tiro a palos que hacia temblar a los vecinos. «Los niños han reclamado hoy la calle para jugar a un deporte que se puede practicar en cualquier sitio. Quizá para muchos es su primer contacto con el rugby, pero es increíble el descaro que muestran con el balón, no tienen vergüenza en cogerlo y tirar para delante como profesionales. Todo ello mientras conocen los valores que inundan este deporte», añadía el capitán, situado en el grupo que realizaba el ejercicio defensivo. Y son esos valores los que también han jugado un papel esencial en el desarrollo de la actividad. «Rompe estereotipos, de tamaños, formas y culturas».

La iniciativa se ha convertido en toda una masterclass de los mejores jugadores de rugby de España, que estaba organizada por la asociación de Pajarillos Educa. «El deporte combina la diversidad, la preparación mental y la filosofía. Son aspectos muy beneficiosos para los chicos, que vean aquí una posibilidad para generar hábitos saludables», explica Javier Alonso, de la asociación. El objetivo de Pajarillos Educa es reconvertir la plaza del 29 de octubre en un espacio lleno de actividades que generen convivencia y permitan luchar contra la exclusión. «Esto lo hacemos con la cultura y con el deporte. En este caso creemos que el rugby combina muy bien estos aspectos por su filosofía y que venga aquí la selección española es muy beneficioso, ayuda a los niños a ver una salida. Para nosotros, este deporte combina las materias primas para promover la convivencia en el barrio». Y esa idea se ha convertido en una realidad este miércoles, con la intención de realizar más actividades en el entorno en el futuro.

En definitiva, una forma de que los más pequeños recuperen las calles para jugar y para que también escapen del uso excesivo de las pantallas, mientras que aprenden valores que mejoran la convivencia de todo un barrio. Y quién sabe si de esta actividad ha salido algún nuevo aficionado a este deporte. «Con los dos equipos que hay en esta ciudad seguro que es una forma de abrir las puertas». O incluso, más allá. Algún futuro jugador de este deporte. «Cantera hay, eso seguro». No es la primera vez que rugby y Pajarillos se dan de la mano gracias a la asociación, como también hicieron en 2022, cuando la selección española de rugby sub-18 se acercó al barrio en la que participaron más de 200 alumnos de quinto y sexto de Educación Primaria y de primero y segundo de Secundaria de los centros educativos del barrio. Aquella vez, la actividad se realizó en la plaza Biólogo José Antonio Valverde. Ahora, ha sido el 29 de octubre el lugar que se ha transformado en el Pepe Rojo por una tarde.