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Imagen del castillo de la Mota. En detalle, retrato de César Borgia. Fran Jiménez

Valladolid misteriosa

Sangre de pollo y un soborno: la huida de un noble italiano del castillo de la Mota

César Borgia acabó recluido en la fortaleza de Medina del Campo por decisión del Gran Capitán tras intentar escaparse de una de Albacete

Domingo, 6 de abril 2025, 08:30

César Borgia, un noble italiano hijo de Rodrigo Borgia -que luego llegaría a ser el papa Alejandro VI- y de la italiana Vannozza Cattanei, acabó recluido en el castillo de la Mota de Medina del Campo por decisión de Gonzalo Fernández de Córdoba, conocido como el Gran Capitán, un noble y militar español que alcanzó el rango de capitán general de los ejércitos de Castilla y Aragón y virrey de Nápoles entre 1504 y 1507.

Destinado a una carrera clerical, Borgia fue nombrado obispo de Pamplona con dieciséis años, arzobispo de Valencia con diecinueve y cardenal con veinte. Al morir en 1497 Juan, su hermano mayor, se convirtió en Capitán General de la Iglesia y pasó a reforzar la política militar y diplomática de su padre, orientada a consolidar a los Borgia como una de las familias más poderosas de los estados italianos.

Pero a Borgia le atraían más los asuntos bélicos que los eclesiásticos. Su lema 'O César o nada' hacía referencia a su único empeño: lograr victorias para Roma y para su familia. Se suele afirmar que su carrera política y militar sirvieron de modelo a Maquiavelo para 'El Príncipe', obra en la que es citado varias veces.

Parecía que el Gran Capitán había llegado a tierras italianas para apaciguar las revueltas de las familias romanas contra los españoles que vivían allí, pero en realidad estaba en Roma para detener a Borgia por haber sido aliado del Rey francés, que quería arrebatar al imperio español el territorio del reino de Nápoles.

Detención de César Borgia en Roma.

César fue encerrado en Castel Nuovo y, tras el rápido beneplácito de los Reyes Católicos, Fernández de Córdoba ordenó que lo llevaran en una galera a España. Tras el viaje, desembarcó en Cartagena y fue trasladado al castillo de Chinchilla, en Albacete.

Primer intento de fuga

Felipe II, en sus 'Relaciones topográficas de los pueblos de España', relata que es de allí de donde Borgia intentó escaparse. En la torre del homenaje, alegando subir hasta el punto más alto para admirar el paisaje junto a Gabriel Guzmán, alcaide del castillo, lo intentó asesinar empujándolo hacia el vacío, pero logró mantener el equilibrio y no caer. Ante aquella situación, Borgia tuvo que decirle que había sido una broma.

De este modo, el Grán Capitán decidió trasladar al prisionero al Castillo de la Mota, en Medina del Campo, y así también separarlo de la zona de mayor poder e influencia de los Borgia, la costa valenciana. Esta vez, el alcaide, Gabriel de Tapia, no cayó en sus redes embaucadoras. Pero el italiano sí que consiguió escapar.

Según la leyenda, tras pasar unos meses en la prisión de dicho castillo, bajo grandes comodidades dignas de su alta alcurnia, logró huir con la ayuda exterior de Rodrigo Alonso Pimentel, conde de Benavente, el cual era contrario al rey Fernando el Católico. Tan solo le faltaba un buen aliado dentro de la fortaleza; lo encontraría en la figura del capellán y algunos criados.

De noche y con una cuerda

De esa forma, en una oscura noche de octubre de 1506, se descolgó desde una ventana mediante una cuerda. Se dice, que hacia el final faltaba algo de soga, por lo que tuvo que dar un gran salto para llegar al caballo que le esperaba para poder escapar.

Sin embargo, el escritor Mario Puzo asegura en su novela 'Los Borgia' que es imposible que descendiera por una cuerda debido a la altura de los muros del castillo. Puzo narra que César Borgia recibió la ayuda de uno de sus hombres de confianza, Duarte Brandao, que se encargó de sobornar a los carceleros.

Huida de César Borgia.

Brandao iba armado con una cuerda y con un frasco de terracota que contenía sangre de pollo, que esparció debajo de la cuerda para hacer creer a los guardianes del castillo que su prisionero había escapado y huido de allí con graves heridas. Sin embargo, ambos lo hicieron por una pequeña puerta de la fortaleza tras descender por una escalera de espiral.

Tras pasar unos días escondido en Villalón de Campos, su primera intención era huir en dirección al Reino de Navarra, por entonces en guerra civil entre dos facciones opuestas. Pero decide hacerse pasar por un mercader de grano y dirigirse a Santander. La reina Juana I había puesto precio a su cabeza, pero César Borgia murió en una emboscada en marzo de 1507.

La próxima semana

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