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Un descenso de la actividad; problemas de carácter estructural como la falta de quirófanos o de anestesistas; la realización de procesos más complejos que antes y una gestión y contabilidad de las listas de espera más limpia y congruente con la realidad explican el ... considerable aumento de los pacientes a la espera de entrar en quirófano y del tiempo durante el que han de hacerlo en prácticamente todos los hospitales de Castilla y León y, desde luego, en los tres de Valladolid.
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En la provincia y capital, tanto la llamada lista e espera estructural como la de establecida por prioridades empeoran sus datos. La primera analiza los usuarios de Sacyl pendientes de una intervención quirúrgica por causas achacables al propio sistema asistencial, básicamente a la falta de recursos para dar una respuesta ágil y eficiente. El segundo registro hace referencia a los tiempos límite legalmente establecidos para operaciones cuyo retraso supone un mayor riesgo para la salud y, por lo tanto, son preferentes.
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La comparativa, no obstante, se realiza entre datos de una contabilidad del anterior equipo y tras la reforma del actual que asegura buscar «más transparencia y unas estadísticas que se parezcan más a la realidad». Pero ambas son estructurales, aunque la nueva Consejería de Sanidad haya aumentado el porcentaje de pacientes en la misma sobre el total. De esta forma, en términos autonómicos, Sacyl ha incrementado del 73% al 83% el porcentaje de usuarios contemplados en las mismas. «Es más realista», asegura Manuel Mitadiel, gerente de Sacyl, en la presentación de un balance anual y de novedades para hacer frente a las demoras y actualizar el llamado plan Perycles para la reducción de las listas de espera.
La Gerencia de Salud persigue una contabilidad saneada y real, no solo de las demoras en cirugía sino en consultas y pruebas, y anuncia medidas para reducir tiempos. Explica así el responsable sanitario regional que «se ha perdido un año de trabajo para poder mejorar las listas de espera» y aunque no concretó datos de actividad porque se harán públicos a finales de este mes, sí adelantó que había una clara reducción tanto de las operaciones propias como de las concertadas con la sanidad privada. Como líneas de mejora, Mitadiel anunció «un mejor uso de los recursos, algo que pasa por la apertura de quirófanos de tarde y por intervenir en algunos cuellos de botella por falta de profesionales o de quirófanos como pasa en Salamanca». Explicó a este respecto el gerente de Salud que «no renunciamos al sistema de peonadas (pago de horas extra a los propios profesionales de Sacyl) aunque pueden tener un efecto perverso también resuelven problemas. Sería un uso muy ajustado y regulado». También recordó que los nuevos contratos de los profesionales establecen un horario semanal de cuatro mañanas y una tarde que «está desaprovechado» y poco generalizado. También aludió a la atención continuada y a la necesidad de aumentar la plantilla, en particular anestesistas. A este respecto, y dado que Sacyl ha despedido precisamente a médicos de esta especialidad en Valladolid, Mitadiel ha defendido que no hacen falta en el Clínico sino en otras ciudades de la autonomía; aunque ha reconocido que, efectivamente, es la Comunidad de Madrid quien se los está llevando. «Para eso, también preparamos un plan que nos permita competir».
Son 6.075 los pacientes en lista de espera en el cierre de 31 de diciembre de 2019 en Valladolid. Eran 4.664 un año antes. El problema no es tanto el volumen de personas pendientes como la capacidad del sistema sanitario para darles una respuesta. Pero también la demora media ofrece un indicador negativo.De una media de 55,6 días en los tres hospitales se ha pasado a 65,3, casi diez jornadas más. Los datos más negativos los aporta Medina del Campo con un aumento de 19 días y el Clínico con un incremento de 11. No obstante, hay que recordar la posible incidencia en este empeoramiento del cierre de quirófanos por inundaciones en el comarcal y su derivación de cirugías al Clínico. El Río Hortega reduce en un día hasta los 72 su media. El cambio del método de contabilidad impide conocer cuántos pacientes de la lista de espera general esperan más de tres meses, medio año y un ejercicio entero como podía visualizarse antes. Un repaso por hospitales también arroja peores datos en el cumplimiento de prioridades; aunque es leve. El Clínico es el que ha empeorado a este respecto.
El gerente de Sacyl, Manuel Mitadiel, presentó estos datos acompañado del director general de Planificación y Asistencia Sanitaria, Alfonso Montero, y del de Sistemas de Información, Calidad y Prestación Farmacéutica, José Ramón Garmendia.
Un repaso por Castilla y León muestra que solamente reducen listas de espera cuatro de los 14 complejos hospitalarios. Concretamente bajan el Hospital de Ávila (un 5,43%, de 865 a 818 pacientes); el de Palencia, que baja un 2,08 % (pasa de 816 a 799); el de Soria (baja un 10,15%, de 758 a 681 personas); y el de Segovia, con tan sólo una reducción de un usuario de Sacyl en su lista (un 0,08% al pasar de 1.221 a 1.220).
En cuanto a los que empeoran, el que mayor porcentaje de subida registra es el de Medina del Campo, con un 91,7% (pasa de 351 a 673 pacientes), seguido del de León, que sube un 65,8% al incrementar su lista de espera en 1.902 enfermos (de 2.891 a 4.793) y el de Burgos, que aumenta en un 56,2% (pasa de 2.895 a 4.522 ). El Santiago Apóstol de Miranda (Burgos) sube un 31,02% (de 535 a 701 pacientes ); el Clínico de Valladolid aumenta un 29,5% (588 más, hasta 2.581); el de El Bierzo (León) incrementa la lista en un 25,9% de 1.544 a 1.944); el Río Hortega, que sube un 21,59% (de 2.320 a 2.821), y el de Salamanca, que aumenta un 21,17% (1.175 pacientes más hasta los 5.499).
Por debajo del 20% se sitúan el de Zamora, con un 11,77% más (1.718 pacientes, 181 más) y el Santos Reyes de Aranda de Duero (Burgos), con una subida del 4% (de 474 a 493).
Por su parte, Montero ha señalado que para lograr el objetivo de reducir las demoras se seguirá trabajando porque se cuenta con la «receta y la estrategia» como es el Plan Perycles, ahora actualizado y que también incorpora las consultas y a las pruebas diagnósticas. A este respecto, los hospitales de Valladolid tienen 24.375 pacientes en Río Hortega a la espera de una primera consulta; 20.241, el Clínico y 1.810, el de Medina del Campo. Los tiempos medios de espera son de 50, 56 y 16 días de demora media, respectivamente. En cuanto a las pruebas de diagnóstico, los datos son muy variables en Valladolid desde los 11 días hasta los 69 según el tipo de técnica. Los datos, no obstante, de consultas y pruebas, al ser nuevos, no permiten una comparativa para ver su evolución.
El PSOE de Castilla y León acusó ayer al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, de convertir en «papel mojado» su compromiso electoral de reducir el plazo de espera para intervenciones y pruebas diagnósticas a 30 días, después de que el tiempo de demora se situara, a 31 de diciembre de 2019, en 94 días, 29 más que el año pasado.
Después de mantener una reunión para analizar los datos proporcionados ayer por el gerente del Sacyl, Manuel Mitadiel, los responsables del área de Sanidad del PSCyL y el Grupo Parlamentario Socialista han instado al presidente de la Junta a «pedir perdón a los miles de pacientes por hacerles perder un año de su salud», según ha informado la formación en un comunicado.
Como consecuencia de los datos dados a conocer por el Sacyl, el Grupo Socialista ha informado de que exigirá la comparecencia ante la Comisión de Sanidad del gerente de Salud; ya que las listas de espera «vuelven a los peores datos del año 2015», cuando la demora media era «incluso inferior», de 84 días y los pacientes en lista de espera eran 29.233, han recordado.
En esta ocasión, la lista de espera para ser operado en Castilla y León, a 31 de diciembre de 2019, es de 35.314 personas –4.560 más que en la misma fecha del año pasado– debido, principalmente, a la publicación de los pacientes que antes estaban «ocultos», que sitúan la demora media para ser intervenido en 94 días. Este total de 35.314 pacientes en espera salen de sumar a la lista de espera estructural –29.263 personas a 31 de diciembre de 2019– los considerados como transitoriamente no programables, que son 2.780, y otros 3.271 usuarios a la espera tras rechazar un centro alternativo.
Por todo ello, según los socialistas, estos datos evidencian que el Plan Perycles puesto en marcha por la Junta para el período 2015-2019 para reducir en un 32 % la lista de espera y en un 23 % la demora media «ha resultado ser otro fraude del PP».
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