Trampas

Las listas de espera en la sanidad pública se han convertido en un dolor de cabeza para los políticos que las gestionan, aunque los que de verdad sufren las consecuencias son los que tienen una enfermedad y esperan ser curados antes de espicharla. Los ... equipos de Gobierno regional que se forman tras las elecciones parecen seguir una consigna: reducir, como sea, dichas listas intentando aplicar fórmulas más pasadas de moda que la música yeyé. A modo de ejemplo, tomemos esta última genialidad de abrir por la tarde los quirófanos en lugar de hacerlo solamente por las mañanas, decisión que, además de voluntad política, requiere medios humanos (anestesistas, cirujanos, enfermeras…), que cuestan dinero y no abundan. No creo que ningún gestor se atreva a decir que en su hospital sobran profesionales que están mano sobre mano porque no hay quirófanos disponibles.