Rutas guiadas por los murales de Valladolid: del quiosco pop al San Cristóbal con Adidas

Desde marzo, es uno de los proyectos residentes en Galerías VA y entre sus actividades se encuentra la celebración de rutas guiadas por los mejores murales de la ciudad. «El arte urbano va más allá de la estética amable y colorista, ofrece proyectos reivindicativos, conceptuales o irónicos que buscan la mirada inquieta y crítica del espectador», explica Casado, quien contribuye con sus explicaciones a esta ruta que cuenta con Gonzalo Gómez, historiador del arte, como cicerone.

«El grafitti y los murales son una expresión del arte muy accesible, que cualquiera puede disfrutar con solo dar un paseo, con fijarse en muros, paredes o mobiliario urbano», dice Gómez. Lo interesante, añade, es que muchas de estas creaciones están emparentadas con las grandes corrientes de la historia del arte. Por eso, las explicaciones de esta ruta ahondan también en las referencias y los motivos que impulsaron a los artistas a diseñar y llevar a cabo este tipo de acciones.

«Para documentarme de lo que se explica en la ruta, he hablado con varios de los creadores y buscado en sus redes sociales, donde puede ponerse esta obra concreta que hay en Valladolid en contexto con el resto de sus trabajos», explica Gómez.

Por ejemplo, esta mujer con pájaros en una medianera de la calle López Gómez. Se llama 'Mirar al futuro con alas de libertad, igualdad y respeto', de Eva Mena y, como casi todas las paradas incluidas en esta ruta, forma parte de las propuestas realizadas durante el Ephemera Phestival, una convocatoria de intervenciones murales, sobre mobiliario urbano o a través de proyectos efímeros ideados para una ubicación específica.

«En este trabajo, Eva Mena revindica el papel de la mujer como artista y creadora, al tiempo que denuncia la situación que aún vive la mujer en muchas partes del mundo», explica Gómez, al tiempo que subraya el papel simbólico de los pájaros como figuras de libertad. Esta especie, en concreto, es una abubilla, un ave que siempre le gustó a Mena y que además puede verse a menudo por la zona.

La siguiente etapa de la ruta está en la plaza de Santa Cruz, donde la artista venezolana Sofía Navarrete ha convertido en quiosco ('Las cosas de Anusca') en lienzo para su propuesta de arte pop. El despacho de prensa y golosinas se ha convertido en un soporte para el cómic. Las paredes del quiosco son viñetas por completar. «Es una estética muy llamativa y poco utilizada actualmente en España», aseguraron los responsables de Ephemera Phestival durante la presentación de la edición de 2023.

«Esta obra es un ejemplo de cómo el mobiliario urbano puede servir de soporte para el arte», explica Gómez, mientras encamina sus pasos a una esquinita de la misma plaza de Santa Cruz, frente a la librería Sandoval. Allí, el colectivo Tutti Frutti ha decorado un cuadro eléctrico, que ahora luce un traje artístico alejado del frío color crema anterior. Este equipo creativo «quiere promover y compartir el trabajo de otros jóvenes artistas», convencidos de que «el apoyo, crear conexiones y sinergias, nos hace mejores».

Su propuesta fue decorar varios cuadros eléctricos pucelanos. Este de la plaza de Santa Cruz, sí, pero también otros en El Farolito, la plaza de Zorrilla con María de Molina o el atrio de la calle Santiago. Esa colaboración deseada se enriquece con la inspiración de frases extraídas de canciones de músicos locales, como Erik Urano, Anibal-fo-rest o Umimixx. En esta de Santa Cruz dice: «Queriendo hacer el bien, sin saber cómo hacer el mal».

Los cuadros eléctricos han sido también soporte para 'Tokyo nights', propuesta del vallisoletano Víctor Alonso que puede verse en la plaza de la Universidad. Alonso es un enamorado de la cultura japonesa y eso se percibe en esta colección de rótulos y neones que remite a la noche de aquella mastodóntica ciudad, con sus karaokes, 'bowling' y 'billards', como dicen varios letreros incluidos en el trabajo.

Y también emplea esta base Tamara Anegón, que ha llevado sus 'Cuentos urbanos' a la calle Santa María (junto a la plaza de Garrido Capa) y la plaza de España, 8. Con estas obras, coloridas, llenas de animales, la ilustradora infantil reivindica el uso del espacio urbano por los niños (más allá de los parques y sus columpios). «Al igual que a los adultos, a los niños les gusta tener sus rincones, sus calles favoritas…», explica la autora. Por eso, estas piezas son ventanas abiertas a la imaginación en el centro de la ciudad.

Pero antes de llegar allí, hay otras paradas en la ruta. Después de Santa Cruz -y tras un paso fugaz por la obra eterna de Manolo Sierra (en Juan Mambrilla)- los pasos se detienen en la calle Estudios. En un extremo de la vía, junto a la calle Colón, está 'Children's Paradise. The Peak', de Henar Bayón, que incluye juguetes de varias épocas para jugar además con la luz que proyecta una farola, ya que por la noche ofrece curiosas sombras que completan la obra. Y al final de la calle, en el cruce con Huelgas, está 'Estudios de la calle Estudios', el curioso experimento artístico y conceptual de Daniel Muñoz 'San'.

El artista exploró el archivo fotográfico de Google Street View para descubrir y analizar «las transformaciones arquitectónicas, urbanísticas y sociales» que este cruce había vivido durante los últimos trece años. La obra «ironiza y cuestiona la aparente irrelevancia de los cambios sociológicos acontecidos en una esquina cualquiera de una ciudad cualquiera». Por ejemplo, el cierre de una frutería, el local que antes ocupó una mercería, la autoescuela que dejó parte de su superficie a una peluquería, el colegio que es objeto de pintadas, la caja de ahorros que se transforma en un local donde se pega publicidad subversiva y hay mendigos que piden limosna a la puerta. La obra incluso juega con la placa con el nombre de la calle.

Después de ese viaje a 'Tokyo nights' en la plaza de la Universidad y de la visita al dinosaurio de Gaspar Francés en Portugalete, la ruta atraviesa la calle Regalado para contemplar el San Cristóbal del siglo XXI, patrón de los viajeros que Los Bravú (Dea Gómez y Diego Omil) colocaron en el atrio de San Felipe Neri, en la calle Regalado. El trabajo está elaborado con azulejos de cerámica producidos en talleres de Talavera de la Reina, con la tradición artesanal de esta localidad.

«Esta iconografía cristiana juega con guiños actuales, como los pantalones adidas o el plumas que lleva el santo», explica Gómez durante una ruta que ya se encamina hacia su final. Después de visitar la obra de Tamara Anegón en la plaza de España, la comitiva se acerca hasta la calle Mantería, para ver 'Cinco muñecos a pie de calle', de Kapone, una obra que hace fuerte el carácter efímero de algunas piezas de arte callejero, ya que ha sido pintada encima con un grafiti. El recorrido termina en la calle Mantería, donde Manomatic dibujó una mujer en una medianera en uno mural que en 2020 fue elegido entre los más bellos del mundo. «Esta es la demostración de que la ciudad alberga muchas obras artísticas que a menudo nos pasan desapercibidas», cuenta Casado.

Con estas rutas (hay más programadas para los próximos meses) se quieren reivindicar. Valladolid Capital ofrece no solo estas visitas guiadas por murales, sino que también tiene previsto organizar otras vinculadas con personajes anónimos de la ciudad y sobre su patrimonio industrial. El reto es reivindicar esa fuerte conexión que tienen turismo y cultura.