Juan Aguayo y Pablo López, de Kokomo Candilejas, muestran los desperfectos en la cerradura tras el asalto a su caseta. Rodrigo Jiménez

Valladolid

Ronda de robos exprés en las casetas de la Acera de Recoletos

Cinco de los quince emplazamientos fueron asaltados en la madrugada de este lunes para llevarse los botes de las propinas y el cambio de las cajas

Álvaro Muñoz

Valladolid

Lunes, 2 de septiembre 2024, 19:37

Esperaron a que la actividad de las casetas en la Acera de Recoletos concluyera en la madrugada de este lunes para iniciar una ronda de asaltos. Tal vez eligieron sus objetivos al azar o tal vez analizaron aquellas puertas cuya cerradura aparentaba ser más ... endeble. Sea como fuere los emplazamientos hosteleros ubicados estos días entre las plazas de Zorrilla y la de Colón han sido pasto de los ladrones en una noche de robos exprés. Hasta cinco casetas de las quince que hay en esa zona han sido allanadas a altas horas de la noche (sobre las 5 horas), lo que ha obligado a la Policía Nacional y Local a desplegar un amplio dispositivo para dar finalmente con dos personas como presuntas autoras de cinco robos con fuerza.

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Y todos asaltos con el mismo 'modus operandi' y con un principal objetivo: el dinero de los botes y de las cajas registradoras. Era el caso en Kokomo Candilejas, la caseta ubicada más cercana a la plaza de Colón. Allí, los responsables Pablo López y Juan Aguayo relatan lo sucedido después de denunciar los hechos en la comisaría de Delicias. Muestran la puerta de acceso con varias manchas negras tras el trabajo de la Policía Científica en busca de huellas. «Nosotros nos enteramos por el compañero que la pasada noche estaba de cierre. Precisamente se olvidó las llaves de su casa en la caseta y cuando volvió a por ellas se encontró la cerradura forzada. En ese momento ya estaba el dispositivo de la Policía», relatan Pablo y Juan después de que echaran en falta el cambio de la caja (sobre unos 300 euros). «Recaudamos todas las noches y dejamos lo justo para arrancar al día siguiente», concluyen mientras se plantean reforzar la puerta de acceso.

Imagen que ofrecía esta mañana las casetas de la Acera de Recoletos. Rodrigo Jiménez

Misma situación se vivía esta mañana en La dársena de victoria. Allí el botín de los cacos lo cuantifican en unos 250 euros de la caja y el móvil que utilizaban para poner la música. «Es una faena, pero esto no nos desmotiva para sacar adelante las tapas y los pinchos», agrega la empleada Luna Torices mientras su compañero, uno de los cocineros, enseña los desperfectos en el lugar de acceso a la caseta.

Huellas en las barras

A escasos metros de La dársena de la victoria, en el emplazamiento del Café Ibérico, el objetivo de los ladrones fue el bote. Unos 50 euros que habían acumulado estos días. En esta ocasión, al parecer, accedieron al levantar los pestillos de una de las ventanas. «Nos hemos encontrado la huella de un zapato en la barra», apunta Fran Alejo. «Por suerte solo ha sido el bote, pero jode. Al tener el local cerca de la caseta, no dejamos nada de dinero. Eso sí, no tocaron las bebidas», continúa durante una nueva jornada de trabajo.

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Misma situación se ha vivido en casetas como la del gastrobar Sabores o la del Manantial con cerraduras forzadas y botes de propinas desaparecidos, si bien confían en recuperar esas pérdidas una vez que la Policía detuviera a dos sospechosos, que fueron sorprendidos con el botín entre sus pertenencias esa misma noche.

El cocinero de La dársena de la victoria muestra la puerta forzada de la caseta. Rodrigo Jiménez

Con la resaca de estos robos exprés, los hosteleros de la zona aprovechan la ocasión para demandar más presencia policial y evitar que los hechos de esta noche no se vuelvan a repetir. «No queremos que esto empañen las fiestas», recalcan en una mañana más de tapas y pinchos en el corazón de Valladolid.

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