Las residencias de ancianos de la comunidad registran 45 fallecidos

Castilla y León registra 45 fallecidos por COVID-19 en residencias de ancianos o centros de personas con discapacidad, según los datos publicados este lunes por la Junta. De esas 45 muertes, siete corresponden a Valladolid. El número total de ingresados por coronavirus procedentes de estos centros es de 296 en la comunidad (49 en Valladolid). 1.383 ancianos permanecen aislados y en observación (85 en la provincia vallisoletana).

La Delegación Territorial de la Junta en Valladolid comenzó ayer a repartir material sanitario de protección individual para su uso en estos centros de mayores y personas con discapacidad. Entre este lunes y el martes, se distribuirán 15.000 mascarillas, 8.766 guantes, 890 calzas y 690 batas, entre otro material de protección.

De esta manera, se atiende a la petición de los centros, que se encuentran también con problemas de plantilla. La Casa de Beneficencia de Valladolid ha logrado incorporar a 20 trabajadores nuevos y 25 voluntarios, después de realizar un llamamiento para cubrir las bajas de su personal en su residencia de personas mayores. Igualmente, dispone ya de una directora interina ante la baja de su titular, Carmen Serrano, que se encuentra en cuarentena tras haber dado positivo por COVID-19.

Esta situación ha permitido paliar parcialmente la situación vivida durante el fin de semana, donde se vivieron momentos dramáticos (el domingo solo acudieron cuatro gerocultoras) que cristalizaron en una petición de ayuda «urgentísima» por parte de las trabajadoras al presidente de la Asociación Casa Beneficencia, Mariano Reglero. Sin embargo, ese refuerzo de personal afecta principalmente al personal de limpieza y auxiliares y se queda muy corto en lo referente a la enfermería.

«Reconocemos los esfuerzos que las Consejerías de Sanidad y Familia, así como el Ayuntamiento de Valladolid, han hecho para buscar fórmulas y que lleguen personas que ayuden y refuercen. Pero siendo realistas lo que hemos conseguido a fecha de este lunes es una enfermera enviada por María Ángeles Cantalapiedra, gerente de Servicios Sociales», explica Mariano Reglero. El centro de salud Prado de la Magdalena ha enviado a dos sanitarios que realizan funciones de coordinación e información, pero que no abarcan las funciones del personal que está de baja.

El presidente de la Asociación Casa de Beneficencia subraya la dificultad de encontrar trabajadores de enfermería y que en este asunto «la situación es complicada». Las carencias también afectan, por ejemplo, a los termómetros de infrarrojos. Solo hay uno disponible y prestado temporalmente por el centro de salud.

En esta residencia de personas mayores, con 178 plazas disponibles, han fallecido ocho personas durante los últimos días, cuatro de ellas con síntomas de coronavirus. Las últimas dos muertes se registraron entre el domingo y este lunes.